Héctor Chávez, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la USACH, comentó a Puranoticia.cl que la regulación marítima impone criterios distintos a los de tierra, lo que podría extender por años la evaluación del proyecto «Parque Eólico Marino Lile».
Repercusiones a nivel nacional han generado las publicaciones de Puranoticia.cl donde se da cuenta de algunos detalles del proyecto eólico que la empresa española Acciona Energía pretende implementar frente a las costas de la región de Valparaíso con el objetivo de desarrollar energía eólica marina flotante en un amplio sector.
«Parque Eólico Marino Lile» lleva por nombre esta secreta iniciativa que se instalaría en la Punta Curaumilla, casi al frente de Laguna Verde, cruzando toda la bahía de Valparaíso, continuando por la bahía de Viña del Mar y la de Concón, para finalizar frente a la playa de Ritoque, en Quintero, atravesando en total cuatro ciudades.
La idea es instalar aerogeneradores de 300 metros de altura, ubicados a cinco kilómetros de la costa, donde cada estructura consideraría una base flotante triangular anclada al fondo marino mediante pivotes o anclas conectadas con cadenas. Además, se incluiría la instalación de líneas de transmisión subacuáticas de 66 kV, que llegarían a tierra para conectarse con una estación elevadora de un total de 500 kV.
El proyecto fue presentado ante la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, con el objetivo de solicitarles una concesión marítima mayor sobre playa, porción de agua y fondo de mar, requiriendo para ello una superficie de 2.615.166,34 metros cuadrados, según el plano aprobado el 2024 por el Departamento de Asuntos Marítimos.
El detalle de la iniciativa presentada por Puranoticia.cl fue analizado por Héctor Chávez, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la U. de Santiago de Chile (USACH), quien indicó que "todos estos proyectos asociados a energías están regulados. Ahora, la dificultad o complejidad de este caso, es que esto está en el mar, que está regulado por la Gobernación Marítima, y ahí hay una cosa distinta".

En ese sentido, el experto recordó que "las consideraciones que tiene la Gobernación Marítima respecto de las consideraciones que tiene la autoridad en tierra son muy diferentes. Y ahí proyecto que se va a generar una dificultad en la evaluación".
Considerando que el recurso eólico en el mar es mucho más abundante, esto podría verse como una situación económicamente favorable para quien construye. No obstante, las evaluaciones ambientales son un eslabón importante que sortear.
"Puede pasar que esto se demore cinco años en evaluarse, como ya ha ocurrido con proyectos eólicos en tierra. Entonces la empresa finalmente se retira del territorio porque no puede esperar cinco años por las inversiones que está planificando, y eso es algo que tenemos que corregir en el más breve plazo", dijo.
El ingeniero civil en electricidad subrayó también que "hay una ley que dice que el sistema eléctrico va a ser carbono neutral y estos proyectos precisamente van en esa dirección, entonces podemos pensar como una falla de la autoridad que no propicia que estos proyectos estén bien evaluados, que haya reglas claras, que los inversionistas puedan decir que van a contratar a un experto y que ese experto les diga que no persistan en este lugar porque este lugar va a ser afectado, por lo tanto no gasten plata en hacer prospección. Eso no lo tenemos claro y nadie puede decirlo, porque es un proceso que está recién estableciéndose y eso es un peligro".
La discusión sobre el proyecto de «Parque Eólico Marino Lile» frente a las costas de cuatro comunas vuelve a abrir el debate sobre la necesidad de establecer reglas claras para el desarrollo de energías renovables, especialmente cuando se ejecutan en espacios altamente sensibles como el borde costero de nuestra región de Valparaíso.
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