Alcaldesa de Viña del Mar explicó que la adquisición de los cuadros con su imagen es una tradición en la Ciudad Jardín, y comparó esta acción con lo que hacen los Presidentes de la República al asumir sus respectivos mandatos.
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Una dura respuesta fue la que emitió la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, luego que tres concejales de oposición acudieran hasta la Contraloría Regional de Valparaíso para denunciarla por presuntas "faltas graves a la probidad administrativa", relacionadas a la compra de 150 cuadros con la imagen de la autoridad comunal, los que se distribuyeron en oficinas de la Municipalidad.
"Con mucha sorpresa y estupor, nos enteramos que los marcos fotográficos se requirieron para enmarcar fotos individuales de la alcaldesa Macarena Ripamonti, las cuales se encuentran distribuidas y colgadas en la mayoría de las reparticiones y oficinas municipales", señalaron los ediles Antonia Scarella (IND-UDI), Jorge Martínez (UDI) y René Lues (DC), en el documento ingresado al ente fiscalizador.
Antes de pasar a detallar la respuesta de Ripamonti, vale indicar que la presentación ante Contraloría es el resultado de una elaborada estrategia comunicacional de los tres ediles, quienes habrían acordado con el El Mercurio de Valparaíso darles la "exclusiva" con el compromiso de aparecer en la portada con el tema, cuestión que finalmente ocurrió, aunque con una nota secundaria. El plan también incluía no abordar el tema en sesión del Concejo Municipal, sino que hacerlo directamente en Contraloría y con un sólo medio de comunicación, foto incluida de los tres.
En lo que respecta netamente a la denuncia presentada contra la Alcaldesa, el documento da cuenta de la adquisición de 150 cuadros fotográficos, de 40x50 centímetros. Todo esto, por un valor cercano a los $2,5 millones ($2.465.085). Es decir, la exclusión del resto de medios de comunicación locales era para denunciar el gasto de $16.433 por cada cuadro con la imagen de Ripamonti que se colgaría en dependencias del propio Municipio de la Ciudad Jardín.
Frente a esta acción –de la que Scarella, Martínez y Lues piden retirar del Municipio, iniciar un juicio de cuentas y que Fiscalía investigue si hay delitos– la alcaldesa Macarena Ripamonti respondió diciendo que aunque la fiscalización es parte de las potestades de los concejales y de la comunidad, “pero lo que realmente interesa reflexionar es por qué tres concejales de derecha se ven aparentemente tan afectados por la remoción completa y definitiva de la imagen de ex alcaldesa Virginia Reginato".
Luego, explicó que "existe una tradición en el Municipio de Viña del Mar de usar la imagen del Alcalde o de la Alcaldesa dentro de las dependencias municipales. En ese sentido, no es una idea de nosotras, sino que una tradición, al menos, en esta comuna", y agregó que "cuando entramos, hace 16 meses atrás, una unidad del Municipio tuvo la idea natural de reemplazar la imagen de la anterior Alcaldesa por la de la nueva autoridad comunal" (ver foto).
Por ello, pidió "reflexionar lo que pasa con los Presidentes de la República que, cuando asumen, en todas las reparticiones del Estado de Chile cambian la imagen. Eso también es una tradición en Viña del Mar. Esto solamente ha sido utilizado como una imagen institucional dentro del Municipio, no ha sido utilizado para hacer regalos o como propaganda, en ningún aspecto".
Finalmente subrayó que "no consideramos que existan problemas, pero si es que los hay, obedecemos a lo que diga la Contraloría. Pero creemos que está perfecto que lo hagan, que exista fiscalización y nos aplicaremos nosotros siempre a la normativa y jurisprudencia administrativa de la Contraloría General de la República".
PURANOTICIA
