
Juan, padre del agredido, confirmó que su hijo no tiene TEA, y que aquello "lo pusieron en el medio de comunicación (que publicó la historia) para ocultar su identidad“.
El padre del exfuncionario del Hospital Base San José Osorno que fue torturado por cuatro colegas del recinto aseguró que su hijo merece justicia por los horrores que debió padecer. Sin embargo, descartó que tuviese un diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El progenitor del afectado, que se identificó como Juan, conversó con radio ADN y relató que los hechos ocurrieron hace varios años, aunque su hijo no le había contado todos los detalles para protegerlo.
“Me contó que lo habían golpeado, entre varios lo amarraron, pero no que lo habían rapado ni que le habían prendido fuego en las cejas con gas, que lo habían torturado… Esto fue tortura y no prescribe antes de diez años”, aseguró.
El hombre reveló que al conocerse los registros esta semana, se contactó con el Instituto Nacional de Derechos Humanos para que tomaran acciones.
Juan puso énfasis en que las agresiones se habrían extendido durante dos años (2018-2020), generando un ambiente laboral que él describe como “más que tóxico, delictual”. Y en esa línea, el hombre confirmó que su hijo, que hoy vive fuera del país, no tiene Trastorno del Espectro Austista (TEA), y que aquello "lo pusieron en el medio de comunicación (que publicó la historia) para ocultar su identidad”.
Juan enfatizó la inmoralidad de los agresores, quienes recientemente intentaron enviar un correo pidiendo perdón a cambio de favores. “Fue un correo completamente inmoral, ofreciendo perdón a cambio de algo. A esta altura es un pataleo sin sentido”, aseguró.
Finalmente, el padre se mostró esperanzado en que este caso “sirva como advertencia y ejemplo: que no vuelva a ocurrir con ningún trabajador y que las instituciones públicas y privadas aseguren ambientes laborales respetuosos”.
PURANOTICIA