La máxima autoridad de la región de Valparaíso, por primera vez pone sobre la mesa un secreto a voces: la millonaria inversión pública que hace el mismo Consejo Regional, de la cual no se obtiene una "reciprocidad" por parte de la sanitaria.
La crisis hídrica que azota a la zona centro-norte del país tiene en una compleja situación a la sanitaria Esval, encargada de abastecer de agua potable a gran parte de la región de Valparaíso. Pero no sólo por la falta del vital elemento, sino que además por las millonarias utilidades que año a año la empresa de capitales canadienses obtiene en sus balances, los también millonarios aportes que el propio Gobierno Regional le entrega y a una pasividad en la inversión que hoy es apuntada por el propio gobernador regional Rodrigo Mundaca, quien en una sesión del pleno del Consejo Regional (Core) dijo que simplemente la empresa "espera que le solucionen el problema".
Cabe consignar que Esval es propiedad de la empresa Ontario Teacher’s Plan Pension Board, que es una de las mayores entidades financieras de Canadá y una corporación independiente responsable de invertir los activos de fondos de pensión y administrar las pensiones de 271.000 profesores activos y retirados de Ontario. En resumen, las utilidades que genera Esval en Chile son para pagar las pensiones de los profesores de Canadá.
La Empresa Sanitaria de Valparaíso ha conseguido ganancias por $232.151 millones ($232.151.000.000) en los últimos siete años, dando cuenta del lucrativo negocio del agua en la región. Esto es algo así como 290 millones de dólares.
Hoy, el mayor problema de Esval es que no tiene garantizado tener la suficiente agua para abastecer a sus clientes, quienes pagan mensualmente por el servicio. Es por ello que es vital la decisión tomada por la Dirección General de Aguas (DGA), que otorgó un plazo de 15 días para que los regantes que poseen derechos de agua redistribuyan sus cuotas en favor del consumo humano y permitir el ingreso de mayor caudal de agua al embalse Los Aromos, que es la principal fuente de abastecimiento del Gran Valparaíso.
Sin embargo, de no haber acuerdo en estos 15 días, el escenario que viene es claro: se deberá, por parte del Estado, intervenir el río Aconcagua. De hecho, el mismo José Luis Murillo, gerente general de la sanitaria, ya lo adelantó.
"Si no hay acuerdo, desgraciadamente tendría que haber intervención", dijo, y recalcó que no pueden enviar "mensajes de tranquilidad, como si ya estuviesen asegurados los 22 millones de m3 en el embalse".
Lo que más se le cuestiona a Esval es que pese a conocer la situación hídrica del país, hace al menos cinco años, no ha buscado soluciones respecto a dónde conseguir más agua. De hecho, hoy la sanitaria no paga por el agua, sólo la acumula o la extrae de pozos donde tiene derechos, los cuales luego potabiliza en sus plantas y la vende a su casi millón de clientes en la región, obteniendo las millonarias utilidades para las jubilaciones de los profesores de Canadá.
Lo de Esval se contrapone, por ejemplo, con la sanitaria Essbio, propiedad del mismo fondo canadiense, es decir los mismos dueños. A diferencia de lo que sucede en la región de Valparaíso, la sanitaria del sur ha hecho fuertes inversiones buscando soluciones para conseguir más agua, como por ejemplo la inversión de $2.300 millones realizada en una planta desalinizadora en Pichilemu, que aportará hasta 58 litros por segundo.
Al hacer un simple cálculo con las utilidades que ha tenido Esval en los últimos siete años, le hubiera alcanzado para invertir en 100 plantas como la que su empresa hermana sí invierte en el sur, pero que Esval no lo ha hecho en la región.
El gobernador regional de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, graficó de manera muy dura y realista esta situación y calificó en el pleno del Consejo Regional a la sanitaria como una empresa que "espera que le solucionen el problema".
Mundaca, en su alocución, cuenta que en caso de no haber acuerdo por la distribución de agua en estos 15 días, el Estado va a intervenir el caudal, reafirmando lo que dijo 24 horas antes el gerente de la sanitaria, y que esa agua será destinada para consumo humano.
"El problema es que tenemos un cuarto actor que está esperando que le resolvamos el problema, que es Esval", dijo Mundaca, "porque finalmente la solución del problema del llenado del embalse Los Aromos, a quien beneficia es a la empresa sanitaria".
Mundaca sostuvo también que a la empresa sanitaria se le ha estado pidiendo que busquen nuevas fuentes de agua y, segundo, "que haga tratamiento de aguas hervidas".
Para el Gobernador, mientras la sanitaria no invierta en este tratamiento de aguas hervidas, tampoco habrá un volumen de agua que se pueda liberar para el riego de cultivos, por ejemplo.
Rodrigo Mundaca fue más allá en su intervención de este jueves y, por primera vez, puso sobre la mesa un tema que es secreto a voces dentro de los Consejeros Regionales durante largos años.
Se trata de las millonarias sumas de dinero que destina el Gobierno Regional para financiar alcantarillados y soluciones de este tipo que debieran corresponderle a la sanitaria, pero que se hacen con dineros públicos y que luego aquella inversión estatal pasa a engrosar los activos de la propia Esval.
"En los últimos cinco años, el Gobierno Regional ha financiado más de 60 mil millones de pesos en obras sanitarias, alcantarillado y en sistemas de agua potable rurales", señaló el Gobernador, agregando que incluso en el pleno pasado del 21 de abril de este año se le aprobaron más de $6.400 millones para un alcantarillado en la comuna de Santa María y más de $2.500 millones para otro alcantarillado en la comuna de San Esteban.
Mundaca agregó que "la discusión que tenemos que tener aquí es cuánta plata pública seguimos colocando en función del interés privado, sin tener reciprocidad por parte de la empresa sanitaria".
El Gobernador, para cerrar el punto sobre la sanitaria, también apuntó a que la Superintendencia de Servicios Sanitarios "tampoco está haciendo la pega".
"Hay situaciones que están en investigación", dijo, en clara alusión a lo denunciado por un estudio de la Universidad de Playa Ancha, que detectó coliformes fecales por sobre la norma en el mar de Valparaíso.
También hizo alusión a una investigación de contaminación con arsénico en agua potable rural en Cabildo y entregó una nueva denuncia, que se desconocía, y que tiene relación justamente con el agua que es parte del caudal del río Aconcagua.
Por último, Mundaca cerró su presentación sobre la realidad que vive la región en su relación con la sanitaria Esval y con el rol de la Superintendencia, entregando una nueva denuncia sobre la posible utilización de agua industrial para el consumo humano.
"Se está investigando lo que pasa con el agua industrial que está saliendo de algunas empresas del Valle del Aconcagua. Está saliendo agua industrial para consumo humano y nadie está investigando si esa agua cumple con los estándares físico, químico y biológico para ser consumida por los seres humanos".
Las declaraciones de Mundaca revelan un escenario poco conocido por la opinión pública, que es el cuestionado comportamiento que tendría la sanitaria Esval, empresa que opera una concesión del Estado, la cual, como indica la ley, se puede caducar.
El Artículo 61ºde la Ley que rige a las sanitarias dice que "las concesiones que se encuentren en explotación podrán caducarse, por el Presidente de la República, mediante decreto supremo del Ministerio de Obras Públicas, fundado en un informe técnico elaborado por la entidad normativa en los siguientes casos:
a) Si las condiciones del servicio suministrado no corresponden a las exigencias establecidas en la ley o en sus reglamentos, o a las condiciones estipuladas en el decreto de concesión respectivo.
b) Si la concesionaria no cumple el programa de desarrollo.
c) Por incumplimiento del contrato a que se refiere el inciso segundo de artículo 11° y de lo dispuesto en el artículo 32° del DFL MOP N°382, de 1988.
PURANOTICIA