
Mientras la Ministra de Desarrollo Social señaló el viernes pasado que "nunca dijimos que las viviendas se iban a reconstruir en menos de un año y medio o dos años"; el titular de Vivienda y Urbanismo sostuvo ante la Comisión de Vivienda en octubre de 2024 que "lo mínimo que demora una vivienda es un año y medio, y normalmente tendiendo a dos años".
Indignación causaron entre los damnificados del megaincendio de febrero de 2024 en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana las palabras expresadas el pasado viernes 6 de junio por la ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, quien habló acerca de los plazos impuestos para la reconstrucción de las casas y los sectores arrasados.
La secretaria de Estado se refirió a la reconstrucción de papel señalando en entrevista con Radio Universidad de Chile que "hemos sido realistas y este es un plan de reconstrucción que se ha planteado siempre a cinco años. Nunca dijimos que las viviendas se iban a reconstruir en menos de un año y medio, o dos años. En esto fuimos muy claros, muy transparentes y planteamos este horizonte de cinco años".
Asimismo, la encargada del Plan de Reconstrucción del Gobierno expuso que "este 39% de avance global por supuesto que es insuficiente porque no es todo lo que necesitamos recuperar, pero está dentro de lo que siempre programamos".
A partir de esta afirmación de la ministra Toro, Puranoticia.cl recurrió a los archivos de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, instancia a la que el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, arribó en octubre del año pasado para dar cuenta –a ocho meses de la tragedia– del avance de los trabajos en la zona devastada.
"Solamente decir que hay un plan de reconstrucción y en ese plan se establece con claridad que lo mínimo que demora una vivienda es un año y medio, y normalmente tendiendo a dos años. Eso está planteado desde un comienzo", sostuvo el titular del Minvu a través de una exposición telemática con parlamentarios.
De igual forma, el secretario de Estado comentó ante la Comisión de Vivienda de la Cámara que "han habido retrasos en ciertos aspectos, es cierto; pero también han habido avances y creo que es bueno darnos el tiempo necesario para poder verlo". En ese sentido, Montes reiteró lo afirmado al comienzo de su intervención: "Llevamos ocho meses y el mínimo que se iba a demorar una vivienda era un año y medio".
Tomando en cuenta la ministra Javiera Toro y el ministro Carlos Montes no se pusieron de acuerdo, como queda en evidencia, Puranoticia.cl tomó contacto con el secretario de la ONG Sobrevivientes del Megaincendio de 2024, Michael Sasso, quien se refirió a las palabras expresadas por ambas autoridades de Gobierno.
"Recuerdo que nombraron el tema de los cinco años, pero por la construcción de los condominios o departamentos que van a hacer como proyectos nuevos, que habían involucrado a damnificados en un principio, como 20% de damnificados por proyecto. Eso podemos decir que sí, y es obvio que se puede demorar mucho más porque es una construcción de cero. Pero lo que es la autoconstrucción o reconstrucción de casas en los lugares afectados, ya ese es otro tema", comenzó diciendo el dirigente.
Luego, trajo a colación las palabras del titular de Vivienda, diciendo que "el ministro Montes, en la primera Comisión de Vivienda en el Congreso, donde él estuvo por la vía telemática, él nombró que no se demoraban más de dos años en construir casas. Entonces ahí hay un cambio de palabra. (...) Él lo dice desde Santiago hacia la Comisión de Vivienda, que en ese momento, diciembre 2024 o enero de 2025 (N. de la R.: octubre de 2024) dice que en un año y medio o dos años es lo que pueden ellos demorarse. Es obvio, ya, asumamoslo así, pero cinco años es demasiado".
La discrepancia en los mensajes del Gobierno no ha hecho más que profundizar la frustración de quienes perdieron todo en el megaincendio. Mientras desde Santiago se insiste en la transparencia de los plazos, en los cerros de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana se acumulan la rabia y la desconfianza. Para las familias damnificadas, más allá de los tecnicismos y las cifras, esta reconstrucción de papel no se mide en porcentajes ni en años proyectados, sino en la urgencia de volver a tener un hogar. Y cuando esa urgencia se topa con discursos contradictorios, el dolor se transforma en indignación.
PURANOTICIA