
La socialista relató que este proceso ha sido particularmente difícil a nivel personal y familiar. Según indicó, ha vivido meses “muy duros” y en los que se “generó un daño irreparable a nuestra familia".
Con un tono firme y sin esconder su dolor, Isabel Allende se refirió nuevamente a su destitución del cargo de Senado, luego de que este jueves el Tribunal Constitucional oficializara el fallo que la cesa de sus funciones por infringir la Constitución en el marco de la fallida venta de la casa de su padre, el expresidente Salvador Allende.
“La situación por la que se nos ha hecho pasar no tiene nombre. Hoy me destituyen del cargo de senadora de manera inapelable y, además, debo enfrentar un proceso penal con la certeza de no haber cometido ningún delito“, expresó a través de un comunicado.
La socialista relató que este proceso ha sido particularmente difícil a nivel personal y familiar. Según indicó, ha vivido meses “muy duros” y en los que se “generó un daño irreparable a nuestra familia y donde se ha puesto en tela de juicio nuestra honra y la tradición republicana”.
Pese a la decisión del tribunal, Allende recalcó que "me voy con la frente en alto”, aseguró.
Finalmente, la exsenadora también defendió su integridad durante toda su carrera en política. “En mis treinta años de servicio público he actuado siempre con total integridad. Me pueden destituir por una inadvertencia, jamás por un delito o una intención de perjudicar a mi país”, subrayó.
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