Hombre de 42 años contó que pudo reconocer a uno de los dos sujetos que lo subieron a un furgón contra su voluntad, indicando que se trata del familiar de un hombre asesinado en La Pintana, y por el cual apuntan a su sobrino como responsable del hecho.
Escalofriantes antecedentes se dieron a conocer en torno a un procedimiento policial que terminó con la detención de dos hombres, de 22 y 43 años, quienes están siendo investigados por su presunta responsabilidad en el secuestro de un hombre de 42 años desde el centro de la comuna de Cartagena, siendo rescatada la víctima en la ruta 78 (también conocida como Autopista del Sol), a la altura de Melipilla.
Los dos delincuentes detenidos fueron formalizados por los delitos de secuestro y robo con violencia, ambos en calidad de consumados; además de conducir un vehículo con placa patente de otro automóvil; quedando sujetos bajo la medida cautelar de prisión preventiva, por considerar el tribunal que ambos son un peligro para la seguridad de la sociedad.
Según el relato entregado en el Juzgado de Garantía de San Antonio por parte del fiscal Fred Silva, eran cerca de las 10:30 horas de este martes 5 de abril cuando la víctima, Johnny Vergara, que se encontraba esperando locomoción colectiva en la intersección de calles Mariano Casanova con Av. Josefina Nieto de Gallardo junto a un amigo, ve detenerse un furgón marca Chevrolet, modelo N10, de color blanco.
En ese instante, dos hombres descienden del vehículo y, en base a golpes de pies y puños, comienzan una brutal agresión contra la víctima, a quien luego arrastran por unos 10 metros para subirlo a la fuerza al furgón, privándolo de su libertad y dándose a la fuga por diversas arterias de esta comuna costera de la provincia de San Antonio, y en dirección a la región Metropolitana, a través de la ruta 78.
Tras reponerse del shock que le significó la escena, el amigo de la víctima se dirige a la 2ª Comisaría de Carabineros de Cartagena, ubicada a unas cuatro cuadras del hecho, para dar cuenta de lo ocurrido. Así es como se activan todas las alarmas, iniciándose la búsqueda del furgón, cuya placa patente fue entregada la policía uniformada, siendo clave para el exitoso final de esta macabra historia.
Al ser divisado el automóvil en la parte alta de Cartagena, se da inicio a una persecución policial, en la cual también colaboraron carabineros de Melipilla. Es así como a la altura del kilómetro 50 de la Autopistal del Sol se logra dar alcance al furgón, procediendo a la detención de sus dos ocupantes. Momento seguido, deslizan las puertas traseras, encontrando en el habitáculo a un hombre malherido.
El fiscal Fred Silva también entregó detalles respecto al trato que recibió la víctima al interior del furgón N400 en el que lo trasladaron en contra de su voluntad.
En primer lugar, el persecutor reveló que Carabineros encuentra a la víctima ensangrentada, con su rostro herido y sus vestimentas a maltraer, manifestando que fue subido contra su voluntad, para luego ser maniatado de manos y pies, lo que dio paso a una serie de golpes en diferentes partes de su cuerpo.
También fue intimidado con un cuchillo y le provocaron lesiones con una linterna electroshock, resaltando que el hombre no tuvo posibilidad alguna de defenderse por estar maniatado. "Del susto, al pensar que perdería su vida, se defecó. En todo momento le indicaron que lo matarían", contó el fiscal Silva.
Según relato del afectado –en voz del persecutor sanantonino– pudo reconocer a uno de los dos imputados: se trataba de un familiar de una persona que falleció en la comuna de La Pintana, región Metropolitana, hecho por el cual acusan como autor al sobrino de la víctima. Respecto al segundo sujeto, afirma no conocerlo.
El fiscal contó que, en su declaración, la víctima relata que "ellos me decían que estábamos en la carretera, que no grite. Me amenazaban que me iban a quemar en un tarro y lanzar al mar, continuando la agresión y amenazas de muerte. Me aplicaron corriente con linterna electroshock. Me quitaron mi reloj y el carnet, y continuaron su marcha".
"Escuché sirenas de Carabineros, luego de algunos kilómetros los detuvieron y me encontraron. Su intención era matarme, por las agresiones y la corriente que me ponían en mi cuerpo. Esto provocó que me defecara, a pesar que les rogaba que no me mataran, a lo que no les importaba porque sólo querían matarme", agregó.
Con todos estos antecedentes expuestos en la audiencia de formalización, el juez Felipe Contreras determinó dejar en prisión preventiva a los dos imputados, al considerar dos hechos: que su libertad constituye un peligro para la seguridad de la sociedad y que las penas por delitos graves son altas.
Y es que el secuestro registra penas que van desde el presidio menor en su grado máximo, y que si se comprueba una figura agravada podría ir desde el presidio mayor en su grado medio al presidio mayor en su grado máximo; por el robo con intimidación y violencia, la pena comienza en presidio mayor en su grado mínimo y presidio mayor en su grado máximo; mientras que por conducir un automóvil con placa patente adulterada la condena va desde el presidio mayor en su grado medio a máximo.
Cabe hacer presente que tanto el imputado de 43 años como la víctima, de 42 años, registran antecedentes policiales, no así el detenido de 22 años.
PURANOTICIA