El subsecretario del Interior indicó que "en promedio, este año llevamos 60 hechos de violencia rural por mes".
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El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, informó que los hechos de violencia rural en la Macrozona Sur han bajado un 30% durante los primeros siete meses de este año en relación al mismo periodo del año pasado.
La cifra se enmarca en la aplicación del Estado de Excepción en las provincias de Biobío, Arauco (región del Biobío), Malleco y Cautín (La Araucanía), decretado por el gobierno del expresidente Sebastián Piñera entre octubre de 2021 y marzo de este año y luego por el presidente Gabriel Boric desde el 17 de mayo hasta la fecha.
En el marco de una exposición en el Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade) en Hualpén, Monsalve explicó que "estamos en una etapa compleja para compararnos. Antes era fácil comprar lo que ocurría en la Macrozona Sur, porque había un periodo sin Estado de Excepción y otro con Estado de Excepción".
El subsecretario dio a conocer que "desde 2018 o 2017, estamos con una tendencia al alza en materia de hechos de violencia rural", remarcando que el incremento fue "extraordinariamente alto" en 2021.
Luego indicó que "en promedio, este año llevamos 60 hechos de violencia rural por mes, el año pasado en los mismos siete meses era de 93 por mes. Hemos bajado desde ese punto de vista, no digo que sea bueno, estoy colocando los datos". De esta manera, aseveró que "el Estado de Excepción hizo reducir un 30% los hechos de violencia rural".
"Esto tiene mayor efecto sobre algunos hechos de violencia en particular. Afortunadamente, disminuyen más los hechos de violencia que se produce con armas de fuego, y disminuye también, de manera más relevante que el 30%, los hechos de violencia que tienen que ver con la quema de camiones", detalló.
Además, el exdiputado acusó que "algo que muchas veces se le exige al Gobierno, es que para que no haya impunidad tiene que haber detenidos y condenados. El Gobierno no detiene ni condena personas, esa es tarea de un poder autónomo, que es el Ministerio Público. Para que no haya impunidad, tiene que haber buena persecución penal, y hemos reiterado nuestra voluntad de colaborar con el Ministerio Público para que la persecución penal mejore sus niveles de eficacia".
AGENDA DE CAMBIOS Y AMÉRICA LATINA
Durante su exposición, Monsalve afirmó que si bien la exigencia de mayor seguridad pública es un tema que solicita la ciudadanía, también existe una alta demanda de seguridad social.
Aseveró que los chilenos "quieren llegar a fin de mes con sus salarios, poder jubilarse y tener un ingreso que les permita vivir de manera digna, no quieren endeudarse para pagar los estudios de sus hijos".
Posteriormente, el subsecretario apuntó que "las agendas de cambios siempre generan incertidumbre" y que "la tarea de gobernar, por lo tanto, en un escenario de cambios, siempre es más compleja. Pero eso no significa que no haya que no impulsar los cambios que demandan los chilenos".
En esa línea, la autoridad aludió al plebiscito de salida. "El país va a vivir un momento crucial, donde todos tenemos opinión. Tiene que ver sobre si vamos a construir, en esta fecha o en otra, un pacto social. Porque la paz requiere un pacto social, pactos de acuerdo, un marco que, desde el punto de vista de nuestros derechos económicos, políticos y sociales, sea lo que todos aceptamos como razonable", señaló.
"Chile también requiere, en materia de seguridad, un pacto social y económico que por lo menos permita vivir en un país que todos consideremos razonablemente justo", complementó.
Por otro lado, el otrora parlamentario del Partido Socialista aludió al factor América Latina. "Estamos en el territorio que es el principal productor de drogas del mundo. Eso ocurre en nuestros países vecinos, son los principales productores de droga del mundo, y eso significa que son los territorios donde se desarrolla con más fuerza el narcotráfico", consignó.
"Y el narcotráfico está relacionado con armas, violencia, organizaciones criminales, y eso tiene un efecto sobre las sociedades", remarcó.
A ello sumó que "vivimos en un territorio que corresponde al 8% de la población mundial, donde se produce el 40% de los homicidios del mundo. Vivimos en un continente violento. Nos gustaría, tal vez, vivir en otro territorio, pero ese es el contexto en el cual está inserto el país y hay que tenerlo en cuenta para pensar la seguridad".
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