Pedro Pablo Errázuriz manifestó también que el proyecto que conectaría Santiago - Valparaíso por medio del servicio de un tren rápido, "es bien caro, requiere un subsidio estatal gigantesco"
"No priorizamos ese proyecto porque nos parece que hay otros de mucha mejor rentabilidad social". Con estas palabras, el presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), Pedro Pablo Errázuriz, le bajó el pulgar al proyecto de tren rápido Santiago - Valparaíso.
Y es que según el ex Ministro de Transportes y Telecomunicaciones durante el primer Gobierno del presidente Sebastián Piñera, "el proyecto Santiago - Valparaíso es bien caro, requiere un subsidio estatal gigantesco", según indicó en entrevista con el diario El Mercurio.
Aunque la última palabra la tendrá el Gobierno, a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP), lo cierto es que comienza a perder fuerza esta iniciativa que era ampliamente esperada por la comunidad de las regiones de Valparaíso y Metropolitana, incluyendo a casi la totalidad de sus parlamentarios, tal como dio cuenta Puranoticia.cl en sendas notas publicadas en septiembre del 2021.
De hecho, el optimismo era tal que incluso el senador y presidente de Renovación Nacional (RN), Francisco Chahuán, señaló a este medio que "nos hemos reunido con el Ministro de Obras Públicas y también con el Presidente de EFE en una decena de ocasiones para que antes del término del Gobierno del presidente Piñera (11 de marzo de este año) se pueda resolver el estudio de los trazados".
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El legislador indicó también en aquella oportunidad que "estamos convencidos que el proyecto va a seguir avanzando y que antes del término del mandato vamos a tener la apertura de una licitación pública internacional que nos asegure que este proyecto de tren rápido Santiago - Valparaíso comience a ser una realidad".
Este optimismo parece caer de bruces con las últimas declaraciones del titular de EFE, quien argumenta la decisión de no priorizar el proyecto de tren rápido en cuestiones netamente económicas, tal como lo dio a conocer en la entrevista con el matutino.
"El tren Santiago - Rancagua, que es un éxito, con 4 millones de pasajeros, cobrando una tarifa de $3.000, son US$16 millones de ingreso por pasajeros. Contra US$200 millones de costo de intereses. Entonces, el déficit es demasiado grande. Mi opinión técnica, de vialidad económica, es que el subsidio que se requeriría es del orden de US$250 millones al año", subrayo Pedro Pablo Errázuriz.
Además, advirtió que en el proyecto de tren rápido Santiago - Valparaíso "es difícil imaginarse más de 10 millones de pasajeros al año. Y lo otro importante: los proyectos están pensados para llegar a Maipú. Falta entrar a Santiago".
Lo expresado por el Presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado se cuadra con la misma traba evidenciada en otras administaciones respecto a la iniciativa: su gran costo económico, lo que ha hecho imposible poder materializar este anhelo que data incluso de los primeros años tras el regreso a la democracia, en los '90.
Pero a diferencia de otras instancias, ésta parecía tener mayor respaldo, considerando que detrás de la iniciativa habían dos proyectos privados que el Consejo de Concesiones del MOP tenía en carpeta: uno del consorcio chino-chileno TVS, compuesto por el grupo chileno Sigdo Koppers, Acciona y Lationamérica Infraestructura; y el de otro grupo empresarial formado vez por Agunsa, FCC y Talgo. Además, ambos fueron declarados "de interés público" por el Gobierno.
El proyecto chino-chileno tiene un costo de US$ 2.635 millones, propone una concesión a 50 años, con trenes para 890 personas y con una velocidad que alcanzaría los 200 km/h, para un viaje de 45 minutos entre Santiago y Valparaíso.
El segundo, en tanto, tiene un costo de US$ 2.151 millones, propone una concesión a 40 años, con convoyes para transportar a 600 pasajeros y alcanzar los 250 km/h, para un viaje de sólo 32 minutos.
PURANOTICIA