La iniciativa nace de Fundación Ronda y la carrera de psicología de la UNAB, sede Viña del Mar, que en conjunto diseñaron un proceso de capacitación y certificación gratuito, en competencias y habilidades socioemocionales y laborales.
A mediados y fines de marzo, respectivamente, partieron las clases del programa Fortaleciendo el rol femenino como agentes de cambio frente a la violencia de género, en la Villa René Schneider y campamento Esperanza 2011 de Viña del Mar.
La iniciativa nace de Fundación Ronda y la carrera de psicología de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, que en conjunto diseñaron un proceso de capacitación y certificación gratuito, en competencias y habilidades socioemocionales y laborales para mujeres líderes de la Junta de Vecinos y organizaciones territoriales de la Villa René Schneider y el campamento La Esperanza 2011, de Viña del Mar.
Las protagonistas son 30 mujeres y en este aspecto, María José Escudero, cofundadora y directora de Incidencia y Desarrollo de Fundación Ronda, explicó que “a través de esta alianza virtuosa entre la academia y la sociedad civil, nos unimos a las dos presidentas de la junta de vecinos de ambos territorios a intervenir, para codiseñar este proyecto que va en beneficio no sólo de las mujeres que participan, sino que es el punta pie inicial para que ellas sean agentes de cambio en sus familias y entorno, y para todas esas niñas y adolescentes que las rodean y que requieren conocer esas pistas para prevenir la violencia de género”.
Respecto a la iniciativa entre la carrera de psicología de la Universidad Andrés Bello y Fundación Ronda, alumnos de quinto año del curso Diagnóstico e Intervención Psicosocial, impartirán 8 clases en terreno, de 3 horas cada una. Al respecto, Rodrigo Cornejo Portilla, director de la carrera de Psicología de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, resaltó estar muy agradecido por colaborar en este proyecto, manifestando que “significa un gran desafío para los alumnos y alumnas de nuestra universidad, ya llevarán podrán entregar herramientas socioemocionales y psicoelaborales a mujeres que habitan contextos muy complejos”.
Respecto a esta iniciativa se refirió la señora Lidia. "Lo que más me quedó en mi mente fue que nosotras las mujeres tendemos a decir 'tengo que cocinar, tengo que lavar', entonces aquí nos dimos cuenta que no, no tenemos que lavar, voy a lavar porque quiero lavar, voy a planchar, cocinar, porque yo quiero, porque la verdad es eso, toda la vida en esta sociedad machista hemos vivido así, (...) Yo soy casada con un hombre machista, tengo 58 años de matrimonio, pero les puedo contar que sí se puede, a mis 50 años empecé a hacer cosas que yo quería hacer, porque antes me dediqué a mis hijos a mi esposo".
Por último, la dirigenta indicó que "Fundación Ronda me ayudó mucho y me ha ayudado con mi grupo de mujeres que tengo, porque soy presidenta de un taller, un centro de madres de señoras adultas mayores y hemos conversado mucho de este tema y otros más, la violencia intrafamiliar, cuanta clase de violencia hay, que no es solamente la violencia física, hay muchas, hay psicológica por el dinero, 'porque no quiero que hagas esto' y uno acepta, entonces me fortaleció mucho, es muy lindo y por eso estoy aquí, quiero seguir aprendiendo".
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