Asimismo, realizaron un llamado a quienes insisten en dañar y botar desechos en el lugar por el que transitan diariamente cerca de 300 preescolares.
En vista del basural en que se convierte día a día el entorno del jardín infantil Providencia de Valparaíso, el más grande de la ciudad, ubicado a los pies del cerro Merced, un grupo de educadoras de párvulos, apoderados y niños del establecimiento, decidieron organizarse para hacer frente al microbasural generado por quienes, sin ninguna deferencia, dejan en el lugar distintos tipos de desechos.
En ese sentido, el punto fue limpiado profundamente por el departamento de Aseo de la Municipalidad de Valparaíso, para que niños y profesoras realizaran una intervención artística con pintura e instalación de plantas para hermosear el espacio.
Gisella Beiza, directora del jardín, evidenció la problemática comentando que “los niños accedían todos los días por este espacio que incluso dificultaba que ellos pudieran avanzar y podía provocar accidentes”.
Además, hizo un llamado a "cuidar la infancia de la comuna, a valorarla y a cuidar este espacio que nos pertenece a todos. Necesitamos que los niños puedan tener un ambiente seguro".
En esa misma línea, la apoderada Karina Góngora enfatizó en que “esta área se debería respetar, tenerlas limpias, porque a veces los niños quieren sentarse y no se puede, quieren disfrutar el ambiente y tampoco se puede”.
Por su parte, el director de Operaciones del Municipio, Christian Órdenes, explicó que “eliminaremos la batea que encontramos en este sector, que es un lugar que frecuentemente está siendo utilizado por los fleteros para destinarlo como basurero clandestino".
"Estamos realizando un operativo para regularizar a las personas en situación de calle que tienen tomada parte de este eje de la ciudad. Nos llevaremos todo el material voluminoso que se encuentre en la vía pública para poder despejar y mantener limpio este espacio", concluyó.
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