Abogado señaló que la imprudencia cometida por el responsable del accidente, que condujo ebrio y contra el tránsito por más de 15 kilómetros, "no hubiese sido posible si existieran barreras que, de forma suficiente, deslindaran ambas pistas" de la ruta.
Toda una tragedia significó el Año Nuevo 2022 para una familia de Quillota, la que luego de compartir una reunión en Viña del Mar regresó a su domicilio, sufriendo en el camino un accidente de tránsito que terminó con la vida de tres de sus miembros.
Y es que el vehículo en el cual se desplazaban por la autopista concesionada Los Andes chocó de frente contra un automóvil que iba contra el tránsito y conducido por un hombre en estado de ebriedad (tenía 2,03 gramos de alcohol por litro de sangre), hecho acontecido a la altura del sector de Peñablanca, en Villa Alemana.
A siete meses del hecho, lo que se sabe es que el responsable del siniestro vial –la cuarta víctima de la tragedia– pasó el peaje San Pedro y, por causas que se desconocen, se cambió de pista, transitando más de 15 kilómetros en sentido contrario.
Esto es lo que ha podido determinar hasta el momento la investigación del caso, por lo que cerca de medio centenar de familiares y amigos de las víctimas fatales se organizaron, se reunieron y salieron a manifestarse en las calles de Quillota, acusando que la ruta concesionada de Los Andes no mantiene las medidas de seguridad necesarias para evitar hechos de este tipo.
Por este motivo es que se acordó la presentación de una querella criminal por "negligencias presentes en la ruta", dirigida contra la concesionaria: "No permitiremos que eso vuelva a suceder y estamos aquí para decir fuertemente que queremos que se haga justicia y que la concesionaria responda por su negligencia y desprotección", señaló enfático Fernando Ibaceta, padre de Danalis, fallecida en el accidente; y de Agustina, quien quedó con daños irrecuperables.
En tanto, uno de los abogados de las víctimas, Felipe Olea, manifestó desde la Plaza de Armas de Quillota que "si bien, es un hecho que la causa final de este desgraciado accidente lo generó el conductor en estado de ebriedad, no es menos cierto que su imprudencia no hubiese sido posible si existieran barreras que, de forma suficiente, deslindaran ambas pistas".
En este sentido, surgen interrogantes: "¿Por qué la concesionaria De Los Andes mantenía con barreras new jersey el tramo que viene desde Quillota hasta el peaje y no hacía lo propio con el tramo desde Viña del Mar? Y más aún, ¿por qué tardó tanto en adoptar la decisión de cerrar este paso? Pues como se puede evidenciar, hoy sí lo encuentran delimitado".
"Aquí deben establecerse responsabilidades", concluyó el profesional.
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