
Una alerta sanitaria permitiría al Ministerio de Salud implementar medidas extraordinarias y flexibilizar los recursos para poder contratar al personal de forma acelerada, la única solución que los residentes de la provincia ven como viable a corto plazo.
La comunidad de Chiloé ha dicho basta a la crisis de salud que la afecta desde hace años. Para este jueves, el Movimiento por la Salud de Chiloé ha convocado a una movilización en la Plaza de Armas de Castro con un mensaje directo a las autoridades de Gobierno, liderado por el vocero Eduardo Burgos.
Los manifestantes insisten en que se debe declarar una alerta sanitaria en la provincia, lo que permitiría agilizar la contratación de médicos especialistas, asignar recursos extraordinarios al servicio de salud y habilitar pabellones modulares en el Hospital de Castro. Además de estas exigencias, la comunidad pide la reactivación de la mesa de mitigación hospitalaria, que está paralizada desde abril. También solicitan que la ministra de Salud, Ximena Aguilera, visite la zona para que pueda constatar en terreno la escasez de profesionales y la falta de infraestructura para una atención de calidad.
En esa línea, un crudo testimonio de una vecina de Castro, Orfelina Raín, ejemplifica la grave situación que se vive en el territorio. Su esposo falleció tras haber esperado cinco años en una lista de espera por una atención médica. Un mes después del deceso, la llamaron para informarle que su hora estaba disponible.
Los organizadores recalcaron que la marcha es una "advertencia" al Gobierno, por lo que se realizará de todas formas, independiente de las reuniones con las autoridades de salud.
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