Dos son las versiones que se han presentado en torno al desalojo de una sede donde funcionaba un proyecto de la organización que el ex sacerdote lidera, las cuales tienen componentes políticos, sociales y de presunta violencia... todo lo cual fue llevado a Fiscalía.
Dos versiones de un mismo hecho tienen completamente enfrentados a la Junta de Vecinos Guzmán, ubicada en el sector de Achupallas, en la parte alta de Viña del Mar; con el ex sacerdote Marcelo Catril y su pareja, Johanna González, presidenta de la organización «Puentes de Amor». Esto, a raíz del desalojo de estos últimos, quienes dsarrollaban en el lugar un proyecto de ayuda tecnológica a la comunidad.
Y es que, por un lado, los vecinos agrupados denuncian que el ex religioso destruyó parte del mobiliario cedido, incluso sacando los ventanales y desconectando los enchufes eléctricos, situación por la cual se llamó a Carabineros e incluso presentaron una denuncia ante la Fiscalía; por el otro lado, Catril afirma que sólo retiraron sus pertenencias y que incluso la policía uniformada no tomó un parte de lo ocurrido, pues constataron que sólo estaban sacando del recinto especies que son de su propiedad.
Fue hace más de un año cuando la agrupación vecinal decidió entregarle un comodato precario a la organización «Puentes de Amor», para que utilizaran dependencias de la sede social y desarrollarán allí el proyecto «Rincón Tecnológico», por el cual la fundación «Por Todas» les entregó recursos para poder llevarlo a cabo.
Si bien, todo marchó sobre ruedas al comienzo –incluso con talleres para personas mayores del sector de Achupallas– la directiva de la Junta de Vecinos Guzmán aseguró que el trabajo comenzó a perder fuerza y de un tiempo a esta parte dejaron de cumplir el rol por el cual les habían cedido el espacio en esta sede vecinal.
"El espacio facilitado para cumplir este rol de acercar a la comunidad al tema tecnológico no cumplió su objetivo, pues estuvo casi un año cerrado y no tuvo mayor provecho para la comunidad del sector, excepto al principio", explicó a Puranoticia.cl Juanita Villalón, presidenta de la Junta de Vecinos Guzmán.
Es así como el dia 7 de abril, en una asamblea vecinal, deciden suspender el comodato precario que le habían otorgado hace un año a «Puentes de Amor», por lo que les solicitaron que hicieran entrega del mismo al mes siguiente. El argumento entregado a la pareja Catril-González, además de que no cumplían con el objetivo por el cual les brindaron el espacio, era que necesitaban el lugar guardar cosas de la junta vecinal.
El primer plazo entregado fue el 16 de mayo, sin embargo los vecinos aseguran que no hubo ningún tipo de respuestas. Luego, el 31 de mayo se hizo un segundo intento, pero tampoco hubo resultados positivos. Por ello, decidieron cambiar la chapa de la sede. A través de una carta, Johanna González le asegura a los vecinos que el día 1 de julio se mudarían del lugar, pero llegó el viernes 5 de julio y nada de ello ocurría.
"Solicitamos que sacaran sus cosas porque, además, se desmoronó un muro con las lluvias y la Junta de Vecinos quedó a la deriva y con temor de que nuestras cosas de valor fueran robadas, entonces necesitábamos el espacio. Fui a mediar con ellos el viernes 5 de julio y Marcelo Catril me da su palabra y me dice que van a sacar las cosas, que necesitaban un tiempo y todo bien, que era por el bien de la comunidad. Todo fue civilizadamente y yo creyendo en su palabra", agregó la dirigenta vecinal.
Al día siguiente, el sábado 6 de julio, la Junta de Vecinos Guzmán le facilita la sede a una vecina para que le celebre el cumpleaños a su hija. Dicho instante fue aprovechado por Marcelo Catril y Johanna González para hacer ingreso al lugar, considerando que ya no tenían las llaves de la chapa modificada, por lo que entraron a retirar sus cosas, generándose el conflicto que ahora detallaremos en sus dos versiones.
Juanita Villalón relató a Puranoticia.cl que la pareja comenzó a sacar sus cosas desde el interior de la sede vecinal en Achupallas y, en ese contexto, "rompen un closet donde tenían las ollas". Luego retiraron otras pertenencias desde una bodega y, además, "sacaron de cuajo dos ventanas y los enchufes eléctricos los soltaron todos".
"¿Cuál era la maldad?", se preguntó la dirigenta, junto a afirmar que fue la Fundación «Por Todas« la que les entregó el dinero para habilitar la sede para que quedara acorde a las necesidades del proyecto tecnológico. "Ellos se llevaban sus computadores, mesas y mercadería, pero no tenían que destruir lo que nosotros les habíamos entregado", dijo con molestia la vecina de la parte alta de la Ciudad Jardín.
De igual forma, señaló a Puranoticia.cl que "nos pareció de muy mala clase porque, además, él predica, es ex sacerdote, y la comunidad está consternada porque él estuvo 15 años con su iglesia, y nosotros participando también. Él mismo quebró los vidrios, con sus manos, y sacó toda la ventana de un espacio comunitario".
Estas son algunas de las fotografías que nos hizo llegar la Junta de Vecinos:
Tras lo ocurrido en la sede social, dirigentas de la unidad vecinal de Achupallas llamaron a Carabineros quienes –aseguran– no quisieron adoptar el procedimiento porque señalaron que Johanna González tenía todo el derecho de hacer lo que hacía, pues ella es, además, vicepresidenta de la Junta de Vecinos Guzmán (aunque suspendida).
"Carabineros no quiso tomar la denuncia porque dijeron que ella estaba en todo su derecho como vicepresidenta de la junta. Entonces decidimos ir a la Fiscalía a hacer la denuncia como corresponde para que se sepa esta situación, porque nos cuesta mucho mantener la sede social y además esta persona vino a destruir", explicó Juanita Villalón a los pocos minutos de haber entregado un documento a la Fiscalía local.
Puranoticia.cl también pudo acceder al escrito ingresado, donde denuncian a Marcelo Catril de llegar a dependencias de la unidad a eso de las 13:00 horas del sábado 6 de julio, lugar donde "causó daños consistentes en sacar dos ventanas, destruyendo los vidrios y se llevó los marcos. Arrancó las instalaciones eléctricas, desarmando los enchufes y sacando los tornillos, todo de propiedad de la Junta de Vecinos".
Además, avaluaron los daños en quinientos mil pesos ($500.000), según consta en la denuncia presentada por la tesorera de la unidad vecinal, Edith Rojas.
A partir del relato que realiza la Junta de Vecinos, Puranoticia.cl tomó contacto con el ex sacerdote Marcelo Catril para conocer su versión de los hechos, los cuales distan completamente de lo señalado por la dirigenta vecinal de la parte alta de Viña del Mar.
En primer lugar, explicó que "de manera arbitraria la directiva de la Junta de Vecinos cesó este convenio que teníamos y le pide la presidenta de la organización comunitaria-funcional («Puentes de Amor») que deje este lugar porque necesitaban más espacios y consideraban que la organización no estaba haciendo servicio a la comunidad, lo cual es totalmente falso. Entonces hicimos el derecho de sacar todas las cosas que instalamos en el lugar, entre ellas los computadores, las mesas, los muebles de la organización. Entonces detrozos ninguno, ventanales ninguno...".
También comentó que "habían dos ventanas pequeñas que yo mismo instalé y a las que les puse rejas de protección, pero que tuvimos que sacarlas para instalarnos en otro lugar. Pero eso no es un destrozo, sino que es algo propio de nuestra organización. Destrozo es hacer daño. Es más, habían dos patrullas de Seguridad Ciudadana y dos patrullas de Carabineros, siendo que esas patrullas debieran estar en lugares donde se cometen muchos más delitos en los cerros. Pero se dieron cuenta que estábamos haciendo uso del documento, donde pedíamos un tiempo para sacar las cosas y gracias a Dios pudimos encontrar un lugar después de un mes y aprovechamos el momento para sacar las cosas rápidamente y quedaran tranquilas con su espacio".
Junto a afirmar que retiraron sus cosas "con tranquilidad", el ex religioso insistió en que "estábamos haciendo el desalojo del sector que ocupaba el Rincón Tecnológico Puentes de Amor, ya que había un comodato precario que duraba hasta el próximo año y la directiva de la Junta de Vecinos tomó la decisión de terminarlo antes del tiempo acordado. Entonces, como decisión de la Junta de Vecinos, nos dieron un plazo y ahí habían computadores, porque era un espacio de servicio para la comunidad, donde se hacían fotocopias, clases de computación para adultos mayores, donde estaba abierto para hacer tareas, imprimir, etcétera".
Consultado respecto a la denuncia que presentaron las vecinas ante la Fiscalía local de Viña del Mar por "daños" en la sede comunitaria, Catril expresó que "todo chileno tiene derecho a hacer las denuncias que quieran", pero aseguró que todo lo ocurrido con estas vecinas "tiene de trasfondo una persecución a las personas y, me atrevería a decir, que es de tipo político porque las Juntas de Vecinos se politizan".
El ex sacerdote argumentó sus dichos señalando que, en primer lugar, a su pareja, Johanna González, le piden "arbitrariamente" que renuncie a la vicepresidencia de la Junta de Vecinos Guzmán, decisión que se tomó en una asamblea "mal constituida". Frente a ello, la pareja acudió a la Corte de Apelaciones de Valparaíso a "pedir el apoyo por esta mala decisión de expulsión", para luego continuar con acciones ante el Tribunal Electoral Regional (TER) y el Municipio de Viña del Mar.
"Hemos comunicado constantemente la injusticia y el mal trato que tienen hacia ella porque le cierran las puertas y discriminan porque piensa distinto al resto y porque tiene la capacidad de argumentar y discutir. Hay un tema también que estamos viendo, porque pensamos que debido a mi candidatura a la Concejalía también hay un tema de persecución", afirmó Marcelo Catril a Puranoticia.cl.
El acusado ante la Fiscalía local continuó diciendo que "sabemos muy bien que la dirigenta que trabaja en el Municipio de Viña también pertenece al Partido Comunista, entonces vemos un sesgo político en la conducción de la Junta de Vecinos. También ella es presidenta de la UNCO (Unión Comunal de Juntas de Vecinos), de las cuales también ellas llegaron y se hicieron de ese lugar. Entonces, creemos que estamos en un tema que también tiene un trasfondo político. Pero destruir el mobiliario, no; estábamos sacando lo que nosotros mismos instalamos.
Finalmente reiteró que "creo que acá hay un tipo de persecución contra las personas que piensan distinto y las personas que son socias tienen derecho a entrar, pedir libros y eso está normado en la Ley de las Juntas de Vecinos, y acá no se presentan los libros ni las cartas y por eso queremos que alguien nos haga justicia, por eso hemos recurrido a la Corte de Apelaciones, al TER y al Municipio. Esta es una ocasión para que el mundo político de la izquierda me tome como una persona que hace destrozos, siendo que desde esa misma Junta de Vecinos, en algún momento, se organizaron destrozos de la revuelta que le llaman, para el estallido social".
PURANOTICIA