El ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, afirmó que la situación se traduce en “condiciones que no responden a la legalidad que queremos aplicar acá en la región".
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En medio del balance realizado durante este miércoles, el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, expuso que la negativa de las personas para entregar el agua de sus piscinas, que fue solicitada con el fin de combatir los incendios, son parte de las “condiciones que no responden a la legalidad que queremos aplicar acá en la región. Es una inmoralidad”.
A raíz de este hecho, el ministro aseguró que este tipo de situaciones empañan las labores que han estado realizando los equipos especializados, “todos estos esfuerzos se opacan con una o dos personas que con actitudes mezquinas dificultan el trabajo de Bomberos y de Conaf”.
Además, tomó la decisión de enviar un equipo especializado para comprobar la situación. “He enviado al sector de Yumbel a equipos de la Dirección General de Aguas, acompañados por Carabineros, para fiscalizar y ver la veracidad de esta medida, y si es así, para que el agua que tengamos disponible en la región esté destinada a los incendios”, comunicó.
Pese al hecho ocurrido en Yumbel, recalcó que en la región del Biobío “se ha destacado la colaboración del sector público y del sector privado, de las empresas y de otros organismos” y agregó que “se ha destacado también la transversalidad de apoyo para abordar una emergencia como la que estamos teniendo”.
El secretario de Estado aseguró que es posible que, en la región, se pueda tomar una medida similar a la adoptada en Ñuble en donde se prohibió a los dueños de predios ribereños el dificultar la extracción de agua. “Queremos decirles que aplicaremos todas las medidas que nos permita la ley para evitar esa situación y aplicar las sanciones correspondientes”, agregó.
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