Las pruebas físicas y oculares se están realizando en Copiapó -con localización reservada- y apuntan a determinar si su uso puede producir algún daño a la población, verificando que su trayectoria y explosión sean de la forma prevista.
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Expectación existe por el pronunciamiento que tendrá que emitir el Instituto de Investigaciones y Control (IDIC), del Ejército de Chile, respecto a los fuegos artificiales caducados que se pretenden utilizar en la celebración de Año Nuevo en Valparaíso y Viña del Mar.
Las pruebas físicas y oculares se están realizando en Copiapó -con localización reservada- y apuntan a determinar si su uso puede producir algún daño a la población, verificando que su trayectoria y explosión sean de la forma prevista.
Y aunque desde los municipios esperan que las pruebas concluyan este jueves 29 de diciembre, la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) advirtió que los testeos podrían extenderse hasta después de iniciado el 2023.
El general Patricio Carrillo, titular de la DGMN, indicó a El Mercurio que "para nosotros no hay plazo perentorio. Estamos haciendo el trabajo normal, que dependiendo de la cifra de muestras toma hasta dos semanas".
"Puede extenderse más allá del sábado, sin problemas (...). Está en riesgo la vida humana si no se hace detalladamente", agregó.
El presidente de la Cámara Regional de Comercio, José Pakomio, acusó que de suspenderse el show pirotécnico de Año Nuevo, "las empresas turísticas, que en un 98% son pymes, podrían no superar este golpe".
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