Luego de las manifestaciones e incidentes registrados en Santiago el viernes 18 de octubre de 2019, en el Gran Valparaíso se realizaron coordinaciones para salir a protestar, lo que culminó con una serie de disturbios en las dos ciudades más habitadas de la región.
Tras una serie de evasiones masivas en estaciones del Metro de Santiago, protagonizadas días antes por estudiantes de educación secundaria, la tarde del viernes 18 de octubre de 2019 estos hechos no sólo aumentaron en magnitud, sino que dieron paso a una serie de incidentes y hechos de violencia y delincuencia sin precedentes desde la vuelta a la democracia, los cuales sobrepasaron los límites de la capital.
Quema de estaciones y vagones del tren subterráneo capitalino, incendios simultáneos, saqueos a establecimientos comerciales, enfrentamientos con carabineros y peleas, fueron sólo algunos de los hechos que ocurrieron aquella jornada en la región Metropolitana y que en sólo cosa de horas se replicaron en otras regiones del país, tal como ocurrió el sábado 19 de octubre de 2019 en Valparaíso y Viña del Mar, en lo que fue la génesis del denominado «estallido social» en la zona.
Fue a través de las redes sociales que se comenzó a gestar en el Gran Valparaíso la réplica de lo ocurrido hace menos de 24 horas en Santiago. Así fue como grupos de personas, principalmente escolares, se dieron cita en las afueras de las estaciones Francia, Miramar y Viña del Mar, de Metro Valparaíso (Merval), para llevar a cabo una evasión masiva, aunque sin circulación de trenes, pues la empresa decidió suspender el servicio a las 18:00 horas de aquella jornada.
Minutos más tarde, voluntarios del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad Puerto debieron acudir a una emergencia en la estación Bellavista, pues un grupo de sujetos prendió fuego en el lugar, afectando principalmente al sector de las boleterías. Los hechos vandálicos continuaron en el sector de la plaza Victoria, donde individuos saquearon la tienda Ripley. De igual forma, desde esta tienda del retail extrajeron elementos que utilizaron para encender barricadas, las que incluso estuvieron cerca de generar un foco de incendio en la entrada de la iglesia Catedral de Valparaíso.
De forma paralela, en las cercanías de la plaza Victoria se registraron otros incidentes, los cuales terminaron aquella jornada de 19 de octubre de 2019 con 10 establecimientos comerciales saqueados, entre los cuales se encontraban una farmacia, un supermercado y una sucursal de compañía telefónica de la avenida Pedro Montt. En la Av. Brasil, en tanto, se generó un incendio en el edificio del Servicio de Salud de Valparaíso - San Antonio (SSVSA), además de barricadas en varios puntos.
Aquella violenta jornada de incidentes en la Ciudad Puerto continuó con el ataque perpetrado en la automotora Rosselot, ubicada en la intersección de calles Uruguay con Victoria, hecho que terminó con medio centenar de vehículos quemados y/o destruidos, además de daños totales en las instalaciones de la tienda. En otro punto de la comuna, en calle Esmeralda, otro grupo de antisociales inició un incendio en el edificio de El Mercurio de Valparaíso, situación controlada por Bomberos.
Pero estos hechos vandálicos y/o delictuales no sólo se registraron en Valparaíso y Viña del Mar, pues en la comuna de San Antonio, en el extremo sur de la región, también se reportaron incidentes. Tal fue el caso del ataque a una institución bancaria, el intento de incendiar un supermercado, enfrentamiento con las Fuerzas Especiales de Carabineros y otros daños a sedes políticas, en especial contra las oficinas que tenía en la ciudad la entonces diputada María José Hoffmann (UDI).
Producto de todos estos hechos, el entonces intendente regional de Valparaíso, Jorge Martínez, reveló en horas de la noche del 19 de octubre de 2019 el Decreto Supremo firmado por el presidente Sebastián Piñera con el que se declaraba Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en la región de Valparaíso, además de anunciar al contraalmirante Juan Andrés de la Maza como jefe de la Defensa Regional. Por primera desde el fin de la dictadura, miles de militares se desplegaron en Santiago, Valparaíso y Concepción, donde además se decretó toque de queda.
Cabe hacer presente que esta serie de incidentes tuvo su origen en el alza del pasaje del transporte público de la región Metropolitana, donde las autoridades decidieron aumentar de $800 a $830 el precio del pasaje en el Metro de Santiago. Esto originó las evasiones masivas protagonizadas principalmente por escolares, pero derivó en el malestar generalizado de buena parte de la población, que decidió salir a las calles a manifestarse por una serie de situaciones.
«No son 30 pesos, son 30 años» y «Chile se cansó» fueron algunas de las consignas levantadas por los manifestantes en masivas movilizaciones registradas en las principales urbes del país. Y es que el reclamo de la ciudadanía tomó como eje las grandes deudas sociales del país en materia de educación, salud, sistema de pensiones, vivienda, el agua, corrupción, entre otras situaciones. Así fue como el 25 de octubre, en Santiago, se llevó a cabo una manifestación que convocó a más de 1 millón de personas.
Por este motivo es que es injusto asociar el estallido social sólo a la violencia y delincuencia, pues Valparaíso, Viña del Mar y otras ciudades de la región también vivieron grandes movilizaciones pacíficas, enmarcadas en esta unión de pueblo que proliferó en base a las demandas sociales expresadas. De hecho, el domingo 27 de octubre se vivió una de las manifestaciones más masivas que recuerda el Gran Valparaíso, pues se estima que 100 mil personas marcharon desde el Reloj de Flores, por la avenida España, rumbo a Valparaíso, en las cercanías del Congreso Nacional.
PURANOTICIA