Iniciativa contempla la instalación de 720 torres de alta tensión, de unos 40 metros de altura, entre Melipilla, San Antonio, Cartagena, Casablanca, Valparaíso y Viña del Mar, con el objetivo de robustecer la red de transmisión nacional en la zona central de nuestro país.
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«No a las torres de alta tensión», «¿Bajo qué criterio?», «Por la defensa de los humedales» y «El humedal es parte de nuestra salud mental». Bajo estos eslóganes, un grupo regional de ambientalistas se manifestaron en Valparaíso contra un proyecto de transmisión eléctrica, a través de más de 720 torres de alta tensión, de 40 metros de altura, las cuales recorrerán cinco comunas de la Quinta Región.
«Nueva Línea 2x220 Nueva Alto Melipilla - Nueva Casablanca - La Pólvora - Agua Santa» lleva por nombre el proyecto de la nueva línea de transmisión eléctrica de alto voltaje, de más de 50 millones de dólares (US$ 50.499.329) y que comenzará en la comuna de Melipilla, en la región Metropolitana; para continuar por San Antonio, Cartagena, Casablanca, Valparaíso y Viña del Mar.
En concreto, la carretera eléctrica de 107 kilómetros adjudicada por el Coordinador Eléctrico Nacional a Casablanca Transmisora de Energía, comenzaría en la localidad de Lomas de Manso, en Melipilla; continúa por las localidades de Las Palmas, Rosario y Lo Orrego (San Antonio - Cartagena - Casablanca), hasta llegar al camino La Pólvora, desde donde bordea las localidades de Curauma y Placilla, en Valparaíso; terminando en la subestación eléctrica de Agua Santa, en Viña del Mar.
La iniciativa, de tres fases (construcción, operación y cierre), consiste en la construcción (en un año y medio) de una línea de transmisión eléctrica (LTE) de doble circuito, una tensión de 220 kilovoltios (kV) y 106,84 kilómetros de longitud; para lo cual se necesitará de una mano de obra máxima de 600 personas.
Para ello, contempla la construcción de la subestación eléctrica (S/E) Nueva Casablanca 220/66 kV y la conexión con cuatro S/E existentes: Nueva Alto Melipilla 220 kV; Casablanca 66 kV; Agua Santa 220 kV; y con la S/E La Pólvora 220/110 kV, propiedad del titular y actualmente concluyendo su proceso de evaluación bajo el nombre de DIA «Nueva Subestación La Pólvora 220/110 kV».
En busca de este fin, considera el despeje de vegetación y la poda selectiva; movimientos de tierra para habilitar caminos; fundaciones para las torres y subestaciones; montaje de los equipos y el tendido del cable para la posterior prueba de transmisión eléctrica. De igual forma, el proyecto pretende materializar un enlace en doble circuito, de 672 metros, en una tensión de 66 kV, con el objetivo de conectar la S/E Nueva Casablanca con la S/E Casablanca, ya existente.
Según se indica en el Estudio de Impacto Ambiental, el proyecto "nace en el marco de ejecución del listado de las instalaciones de Transmisión Zonal de Ejecución Obligatoria, establecido por el Ministerio de Energía el 19 de agosto de 2017, mediante el Decreto N°418 Exento del Ministerio de Energía, de fecha 19 de agosto de 2017, con el objetivo de robustecer la red de transmisión nacional".
La obra que incluye torres de alta tensión y subestaciones ha generado una fuerte oposición entre los vecinos de las comunas por donde pasará eventualmente esta carretera eléctrica, y más aún luego de enterarse que el proyecto obtuvo la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), pues ven completamente amenazadas zonas como el Salto del Agua, única cascada costera de la región; o el tranque La Luz, en Curauma.
Los ambientalistas criticaron a "una institucionalidad ambiental obsoleta, que privilegia la inversión privada por sobre la protección de la naturaleza, los bienes comunes naturales y las formas de vida de las comunidades, permitiendo la instalación de 21 torres eléctricas sobre el Salto del Agua y el tranque La Luz, devastando el patrimonio natural, cultural e identitario de Placilla de Peñuelas y Valparaíso".
De igual forma, lamentaron que este proyecto de carretera eléctrica "se va a instalar dentro de una Reserva Mundial de la Biósfera, en este caso la Reserva La Campana - Peñuelas. El sentido común nos invita a pensar que dicha figura debiera incentivar la realización de acciones de conservación y preservación propias de un entorno natural protegido. Sin embargo, vemos que sucede todo lo contrario".
El contenido del proyecto detalla al respecto que la ubicación del trazado de la línea de transmisión eléctrica, el enlace y la distribución específica de cada una de las estructuras "fue determinada estratégicamente en base a criterios de ingeniería, territoriales, económicos, sociales y ambientales, a fin de minimizar la generación de impactos sobre las distintas componentes evaluadas".
De esta forma, informaron que en base a los resultados obtenidos en el levantamiento de información de las distintas componentes, "se evitó la intervención de bosques de preservación, se disminuyó al mínimo la afectación de especies protegidas, se evitó toda intervención de causes en el diseño de caminos y posición de estructuras, y se privilegió en lo posible la utilización de predios de uso forestal".
Desde el Comité Ambiental de Casablanca indicaron en plena manifestación en la plaza Cívica de Valparaíso que, junto a la Coordinadora Ecológica de Casablanca y la Corporación Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar, "vamos a hacer las presentaciones de rigor en contra de esta resolución y en contra de, eventualmente, quienes tomaron esta decisión".
La presidenta de dicha organización, Isabel Tagle, manifestó que el proyecto "hace una cicatriz desde Melipilla hasta Agua Santa. En Casablanca pasaría por bosques nativos, zonas de riesgo, por encima del humedal, no reconoce el plan regulador, el Pladeco, el Premval y, además, fue una decisión que, a pesar de afectar a cinco comunas de la región, de las seis que comprende este proyecto, se votó en la región Metropolitana, lo cual habla de un centralismo espantoso".
PURANOTICIA
