Fiscal regional Juan Castro Bekios realizó un profundo análisis del mercado del tráfico de drogas en el continente, en el marco de la Jornada Macrozonal de Narcotráfico Marítimo.
El fiscal regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, advirtió que las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas están explorando nuevas rutas para llegar a los mercados de Asia y Oceanía, y en ese sentido, alertó respecto a la posibilidad que intenten instalarse en Chile.
El persecutor fue uno de los expositores de la Primera Jornada Macrozonal de Narcotráfico Marítimo, desarrollada en Antofagasta y que reunió a unidades especializadas de la Fiscalía Nacional, Carabineros, Dipolmar de la Armada, PDI, y Aduanas, entre otros, con el fin de compartir experiencias y coordinar acciones para abordar este fenómeno.
Durante su exposición, el fiscal regional realizó un profundo análisis del mercado del tráfico de drogas en el continente, así como también de los lucrativos mercados que las bandas ligadas a este delito, pueden encontrar al otro lado del Pacífico.
A modo de ejemplo, mencionó que el mismo kilo de clorhidrato de cocaína que en Bolivia se comercializa en 2.000 dólares, en Australia puede alcanzar los 140.000 dólares o más, lo que actúa como estímulo para el crimen organizado, que intenta llegar más rápido y con menos riesgos a tales latitudes. Y eso, dijo el fiscal, se logra operando a través de las rutas marítimas del Pacífico.
En su análisis, señaló que la región de Antofagasta posee condiciones que la hacen especialmente propicia a la llegada de bandas criminales extranjeras, entre ellas, la importante conectividad que ofrece, al contar con puertos, aeropuertos y rutas internacionales.
También mencionó la porosidad de su frontera, el dinero circulante y la alta vulnerabilidad de un segmento importante de la población, lo que ofrece a las organizaciones un recurso humano al que pueden llegar con facilidad, al tratarse de personas que no acceden a fuentes de ingreso tradicionales.
A esto sumó, condiciones de creciente favelización en distintos campamentos, principalmente de Antofagasta, con posibilidades de instalación de grandes bandas criminales y operación fuera del radar de las instituciones del Estado.
“Si sumamos todos estos elementos, no podemos ocultar que el riesgo de penetración de organizaciones criminales es alto. Ese es un antecedente que tenemos que poner sobre la mesa. Antofagasta tiene las condiciones perfectas para la instalación del crimen organizado, y eso es algo que se ha ido demostrando en el tiempo”, aseguró.
En su exposición, el fiscal regional apuntó también a la próxima concreción del Corredor Bioceánico Trópico de Capricornio, que dará salida por los puertos marítimos del norte a los enormes flujos comerciales que hoy circulan por el Atlántico, atravesando zonas que actualmente son dominadas por grandes estructuras criminales como el Primer Comando Capital, de Brasil.
Al respecto, dijo que estos riesgos no deben minimizarse e instó a estar alertas a las dinámicas criminales que podría traer la apertura de esta ruta terrestre a la región y al país, y que, en su primera etapa, podría exteriorizarse con la creación de empresas fachada para el lavado de dinero, el contrabando o el tráfico de drogas.
“Hemos hecho esta reunión para convocar a las distintas instituciones que trabajan en el ámbito del tráfico marítimo, tanto en la fiscalización como la prevención y la persecución penal, porque como Ministerio Público nos interesa mucho anticiparnos a los fenómenos que se pueden producir y que, de hecho, ya se están produciendo”, aseveró.
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