
Además, funcionarios de Gendarmería han materializado tres allanamientos masivos en las dependencias con el objetivo de incautar elementos prohibidos.
Luego de la fuga protagonizada por tres internos del penal de Valparaíso durante la madrugada del viernes 15 de agosto -quienes escaparon utilizando una cuerda de acero conectada desde el interior del recinto hacia un vehículo que los esperaba afuera- Gendarmería puso en marcha un operativo reservado para trasladar a 140 internos considerados de alta peligrosidad.
El plan contempla el traslado de reos con alto compromiso delictual hacia unidades que cuenten con condiciones adecuadas para su reclusión, aunque muchas de ellas presentan niveles de sobrepoblación. Los operativos comenzaron el lunes y se extenderán hasta este viernes 22 de agosto, según consigna La Tercera.
La decisión se enmarca en un contexto crítico para el sistema penitenciario. De acuerdo con cifras oficiales, la ocupación carcelaria a nivel nacional alcanza el 140%, mientras que en la región de Valparaíso el índice llega al 190,9% (cifras al 30 de junio).
Este miércoles, autoridades sostuvieron reuniones con gremios penitenciarios para coordinar nuevas acciones, sin descartar futuras intervenciones. Hasta ahora, se han realizado tres allanamientos masivos en el penal de Valparaíso: el día de la fuga, el sábado 16 y el martes 19, con el objetivo de incautar elementos prohibidos.
Desde las asociaciones de funcionarios de Gendarmería se ha advertido que los riesgos en el recinto venían siendo denunciados desde hace meses. En respuesta, el Ministerio de Justicia aseguró que se están adoptando medidas para subsanar las deficiencias.
Entre las iniciativas en evaluación figura la construcción de un nuevo penal de gran capacidad en la zona porteña, con espacio para 2.320 personas, entre imputados y condenados.
Respecto a las condiciones del recinto, fuentes consultadas señalaron que la actual administración recibió el complejo con apenas un 40% de cámaras operativas, debido a vandalismo en redes eléctricas y de datos, deterioro del sistema y destrucción de equipos. Con recursos del Ministerio del Interior, se invirtieron $1.200 millones en la modernización del sistema, reemplazando cámaras análogas por digitales con capacidad analítica y aumentando su número en un 400%.
El proyecto de modernización presenta un avance del 50%, según estimaciones del Ejecutivo. Además, en 2024 se transfirieron $17 millones para mantener el cerco eléctrico, que se encuentra operativo, y se confirmó la existencia de un sistema antidron.
PURANOTICIA