También sostuvo que "esperamos que las cerca de 1.300 viviendas que se encuentran en ejecución -según los datos entregados por el ministro Montes-, avancen de manera acelerada".
La senadora por la región de Valparaíso, Isabel Allende Bussi, se refirió a la reconstrucción de viviendas en el marco del primer aniversario del megaincendio que afectaron a Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana en febrero del año pasado.
La legisladora dijo que "creo que la labor del Estado en materia de reconstrucción ha sido deficitaria. Dar cuenta de un numero cercano a las 50 viviendas entregadas a la fecha, da cuenta de un proceso que ha estado lleno de dificultades, con trabas legales y técnicas que parecen ganarle a la voluntad y el trabajo de los equipos que están a cargo de reconstruir la vida de más de 3 mil familias afectadas”.
"Siempre se habló de plazos cercanos a los dos años en una primera etapa, pero hay sectores que aún están muy atrasados y en etapas muy preliminares. Esperamos que las cerca de 1.300 viviendas que se encuentran en ejecución -según los datos entregados por el ministro Montes-, avancen de manera acelerada. Hemos vivido varias catástrofes en la región y el Estado tiene la obligación de mejorar sus procesos, de aprender de los errores, y hacerse más eficiente con la experiencia, no al revés”, agregó.
En cuanto a las medidas anunciadas por damnificados, sostuvo que "el trabajo siempre se puede hacer mejor y con tiempos más acotados, pensando en la llegada de un nuevo invierno. Pero debemos ser claros y decir que la huelga de hambre que están anunciando e iniciando algunos es una medida extrema y riesgosa, que se sabe cómo empieza, pero nunca cómo termina. El diálogo sigue siendo la herramienta más poderosa y eficiente para resolver los conflictos y el llamado a las autoridades de Gobierno es a no dejar de conversar con los afectados y buscar acuerdos”.
Finalmente, sobre la salida de Rodrigo Uribe como director regional del Serviu, expuso que "no comparto la decisión de pedirle la renuncia, a pesar que entiendo que las autoridades están siempre en evaluación, pero veo un contrasentido en su salida, pues hay que considerar que solo resta un año de Gobierno, y entregar la tarea de reconstrucción y de cumplir la meta del plan de emergencia habitacional -31 mil viviendas- a una autoridad subrogante, que no cuenta con los niveles de responsabilidad administrativa ni política, ni con el liderazgo y seguridad que da un concurso público, como el que había ganado Uribe, para el que ya no queda tiempo de repetir durante este Gobierno, parece ser una medida poco acertada a estas alturas, y puede hacer aun más lento el proceso. Definitivamente creo que pagó las consecuencias y asumió una responsabilidad que ciertamente no estaba solo alojada en él”.
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