Locatarios y dirigentes del comercio establecido de calle Valparaíso advierten, en diálogo con Puranoticia.cl, que los vendedores ilegales se siguen tomando la arteria con total impunidad. Esto, a vista y paciencia de carabineros y autoridades municipales de la ciudad.
La calle Valparaíso, en el centro de Viña del Mar, por años fue un punto neurálgico de encuentro, por allá en la década de los '90, donde la familia salía de su casa para ir a un restaurante a comer o tomarse un café, pedir un helado para los niños, mientras que los jóvenes se juntaban en las afueras del llamado Caracol y conversaban tranquilamente.
Ese escenario y esas imágenes que muchos de los lectores de Puranoticia.cl de seguro conservan, ya no existe, se desvaneció... no sólo con el paso de los años, sino con la aparición de vendedores ambulantes que tienen copadas las veredas con su abanico de productos, muchos de los cuales también se pueden encontrar en el comercio establecido, como zapatillas, perfumes, relojes, medicamentos, por ejemplo.
Puranoticia.cl hizo un recorrido por esta arteria, para conocer qué piensan los locatarios del comercio regulado y los propios trabajadores de esos recintos, sobre lo que está pasando con los vendedores ambulantes ilegales. Esos mismos, cuando se acerca una patrulla de Carabineros, recogen sus paños y enseres y no pasa nada, la mayor parte del tiempo. Tratan de esconder lo que venden y, después, retornan. Como el cuento de nunca acabar: todo se mantiene igual tras el paso de la policía uniformada.
La propietaria de una tienda de ropa –que pidió la reserva de su identidad- afirmó que “la calle Valparaíso es, ahora, un circo, donde nadie respeta al otro, donde un chileno o, la mayoría, migrantes, estiran un paño en la vereda y se ponen a vender productos que todos sabemos que son robados. Eso, es todos los días y nosotros dentro de los locales, prácticamente, estamos encerrados. ¿Qué le vas a reclamar? Si uno los enfrenta, se corre el riesgo de que te apuñalen o lleguen amigos de la banda a amenazarnos”.
Así de cruda es la realidad que se está viviendo en la ateria. Hoy, con cada vez menos espacio para los transeúntes, quienes se mezclan entre los vendedores de baterías para cargar el celular, sábanas, almohadas, calcetines, hierbas “medicinales”, medicamentos, zapatos y un sinfín de mercancías, como pudo constatar este medio.
El propietario de una tienda formal de artículos electrónicos relata que, en tres ocasiones, han entrado delincuentes a robar a su local. “Se pasan el dato entre los mismos vendedores ambulantes que están afuera del negocio. Saben los productos que ofrecemos y nuestros horarios y cuando dejamos todo cerrado, después nos encontramos con el local hecho bolsa, porque entraron a robar y son tan descarados estos sujetos que, incluso, venden nuestros productos después en la calle”.
Santiago Pérez, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Reñaca, señaló a Puranoticia.cl que “el comercio informal está vinculado a otras prácticas también más delictuales, al narcotráfico también. Ahí, hay un trabajo de las policías que se está haciendo, pero obviamente tiene que haber también leyes más fuertes”.
Agregó que “hay una sensación en el aire de que todo es puerta giratoria, que vamos pagando las multas, pero hoy instalo un toldo, me fiscalizan y mañana vuelvo con él. Hay una falta constante de trabajo de quienes tienen que garantizar que las calles estén expeditas para que la gente pueda caminar, pueda hacer turismo, pueda vitrinear, pueda ir a un mall”.
El dirigente del gremio sostiene que “en la calle Valparaíso, prácticamente no se puede caminar, tienes 4 ó 5 metros, por ejemplo, de vereda, pero para caminar apenas te queda un metro, porque si no, pisas una pañoleta. Esto, le hace mucho daño al comercio, porque junto con no tener las fiscalizaciones necesarias todos los días, el comercio legal pierde en ventas, pierde en seguridad. Es una calle tomada por el comercio ilegal, ya no es informal, es ilegal”.
Por su parte, Rodrigo Rozas, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, analizó con Puranoticia.cl que “el comercio está pasando por uno de los momentos más complejos de la historia de Viña del Mar, debido a situaciones ajenas a los propios comerciantes o empresarios. Primero que todo, el estallido social junto con la pandemia, terminaron acortando dramáticamente el horario de atención, debiendo hacer un cambio cultural forzado por un pésimo y vergonzoso transporte público, donde se juega con el tiempo de las personas y con el resultado de la dinámica comercial y las ventas, debido a que en determina hora ya no hay como colaboradores y consumidores puedan volver a sus hogares, obligando el cierre anticipado y perdiendo en promedio un 25% de sus ventas”.
Rozas añadió que “la informalidad y el intercambio ilegal, hoy está prácticamente de moda y supera el 38% obligando a una cantidad importante de negocios a cerrar sus puertas. Hoy, tenemos una competencia desleal que se apodera del bien nacional de uso público, como si tuvieran algún tipo de permiso o un título de dominio, violando la propiedad industrial e intelectual y asociado a la delincuencia”.
El dirigente expuso de manera categórica que “hoy, existe falta voluntad de las autoridades, a todas luces, sabemos dónde están las bodegas de estas asociaciones ilícitas intimidantes que distribuyen las mercaderías y existe un libre albedrío para trabajar en la calle. Pareciera que no tuviéramos una Constitución o reglas de convivencia, porque cada cual hace lo que quiere en nuestras calles”.
Rozas, al mismo tiempo, hizo un llamado a los consumidores: “No destruyan la cuidad y el comercio comprando en la calle y a los inescrupulosos que le arriendan bodegas, les diría que puedan pensar en el gran daño y deterioro que están generando. Mientras que la actividad de vender en la calle no se constituya un delito, éste empeora día a día, excepto los ambulantes con permiso que lleva décadas trabajando, pero que son mínimos. La delincuencia es un cáncer mortal para la actividad comercial y el turismo, ya que comienza a ganar el miedo. En consecuencia, no hay compras, porque los consumidores no salen a visitar los negocios. Hoy, se requiere de una voluntad política de país e intervenciones permanentes”.
PURANOTICIA