Informe solicitado por la gestión Sharp fue entregado recientemente a los concejales, revelando detalles como que la ciudad cuenta con 1.807 comerciantes informales, que el 55% son mujeres y que la edad promedio es 52 años. También entrega una serie de propuestas.
«Estudio y Plan para Comercio Informal de la comuna de Valparaíso» lleva por nombre el documento encargado por la Municipalidad porteña –durante la gestión de Jorge Sharp el año 2023–en el marco de la ley que obliga a las casas edilicias del territorio nacional a identificar, zonificar y fiscalizar el comercio informal.
El objetivo del mismo era entregar antecedentes clave para hacer un diagnóstico acabado respecto a este verdadero flagelo que enfrenta la ciudad en sus calles, problema que asumió la alcaldesa Camila Nieto como una de sus prioridades y que hoy tiene en elaboración un plan para ordenar el comercio informal y eliminar el ilegal.
A 20 meses de ser licitado el estudio por $53 millones –y adjudicado a la consultora ClioDinamica– Puranoticia.cl accedió al informe final, que da cuenta que se realizaron 9.126 obervaciones a puestos informales, 715 encuestas al comercio informal, 409 encuestas a compradores, 398 encuestas a vecinos y 275 encuestas al comercio formal. De igual forma, hubo 8 talleres con agrupaciones de comerciantes informales y 2 talleres con actorías municipales, incluido el entonces alcalde Jorge Sharp.
Así es como se establece que en Valparaíso hay 1.807 comerciantes informales y 31 organizaciones que agrupan al 48% de estas personas. Del total de ambulantes, un 55% corresponde a mujeres y un 45% a hombre, fijándose la edad promedio en 52 años.
Las encuestas arrojaron que el 71% de la ciudadanía porteña considera que el comercio informal "aliviana la carga de los hogares por el acceso a productos más bajos", cifra que se reduce al 52% cuando la pregunta se le hace a los compradores.
Además, un 88% de la ciudadanía confesó que compra en el comercio informal de Valparaíso. No obstante, a un 55% le molesta y manifestó que preferiría que no estuviesen porque se toman los espacios públicos. Un 51%, en tanto, dijo que estaría dispuesto a convivir con el comercio informal en la medida que fuera más organizado.
El estudio también muestra que la mayoría de los comerciantes informales de Valparaíso se ubican en la calle Uruguay (415). Le siguen desde más atrás los que se posicionan en la avenida Pedro Montt (282) y otros sectores del plan (228). Más atrás aparecen los informales que trabajan en los cerros (199) y específicamente en Playa Ancha (176).
Así es como se logra apreciar que existe una alta densidad de comercio informal en los sectores El Almendral y Bellavista, siendo considerada como «zona crítica» el eje Uruguay, siendo la calle homónima una vía de evacuación.
Respecto a la situación en la localidad de Placilla de Peñuelas, el informe revela que su comercio informal se emplaza principalmente en el sector de Curauma, instalándose en el extremo sur de la rotonda Llanos, que conecta con la Av. Cardonal Samoré.
Entre sus observaciones, el estudio plantea que el crecimiento del comercio informal en el Puerto ha estado estrechamente relacionado a las crisis económicas y el decrecimiento del sector industrial, y que se ha intensificado con el escenario económico y social post-pandemia del Covid-19, provocando mayores dificultades para la creación de nuevos empleos dignos y oportunidades de negocio. "El comercio informal se ha convertido en un fenómeno complejo que impacta al territorio y su entorno, como también, a la seguridad social de los/as comerciantes informales", afirma el documento.
Respecto del territorio y su entorno, el informe detalla que el comercio informal es un factor de tensión de los diversos usos y derechos a la ciudad en Valparaíso. "Su alta presencia en el plan ha afectado a la ciudadanía, al comercio establecido, a instituciones públicas y al entorno paisajístico, debido a que la ocupación desorganizada del espacio público crea congestión y percepción de inseguridad, además de generar una competencia desleal con los comercios establecidos, que están sujetos a regulaciones fiscales y laborales estrictas, situación que podría estar afectando la creación de nuevas empresas y a la economía formal de la ciudad", agrega.
En cuanto a la seguridad social, advierte que el comercio informal constituye un problema para quienes lo ejercen, debido a que las condiciones laborales de los comerciantes informales son "precarias, inestables e inseguras, sin acceso a servicios básicos ni a previsión social". Y aunque a pesar de que muchos de ellos encuentran satisfacción en su trabajo por la flexibilidad horaria y la independencia que éste les ofrece, trabajar en la calle los hace enfrentar riesgos sanitarios, estar expuestos a condiciones climáticas adversas y situaciones de inseguridad mayores, situación que se acentúa considerando que la mayoría son mujeres, muchas de ellas jefas de hogar.
El informe elaborado por la consultora ClioDinamica también observa que la problemática asociada al comercio informal en la comuna de Valparaíso "requiere una estrategia integral que aborde sus diversas dimensiones a corto, mediano y largo plazo, para mejorar las condiciones de toda la comunidad porteña".
En cuanto a la imagen objetivo del estudio al comercio informal, da cuenta de seis pilares: comercio equitativo, donde la asignación de permisos municipales se realice de forma transparente; comercio ordenado, que lo identifique y vaya en armonía con el entorno; comercio seguro, que promueva prácticas que garanticen seguridad; comercio en vías de formalidad, para fomentar la formalizacion; comercio con enfoque de género, para promover proyectos o programas contra las desigualdades de género; y comercio respetuoso, principalmente hacia clientes, entorno y comunidad.
Luego, se popone una zonificación para el comercio informal, basado en los criterios de ordenamiento territorial, seguridad, libre tránsito, ciudad inclusiva, fomento del desarrollo productivo y capacidad de carga de las aceras de Valparaíso.
Estos criterios se aplicarían en cuatro zonas: «Zona A», con áreas estrictamente prohibidas para el comercio informal, tales como vías de evacuación, cruces peatonales, paraderos y aceras menores a 1,5 metros; «Zona B», con áreas no recomendadas para instalarlo, como plazas y explanadas, a metros de Bomberos y la Policía, centros de salud y Congreso Nacional; «Zona C», con áreas bajo condiciones por limitaciones del espacio, como aceras de 1,5 a 3,5 metros de ancho; y «Zona D», con áreas recomendadas para el comercio informal, como aceras mayores a 3,5 metros de ancho.
Respecto a un plan de gestión municipal para el comercio informal, el estudio llevado a cabo indica que los fundamentos de éste deben ser basados desde la articulación, una gobernanza, miendo y reportando, y desde la formalización.
Sobre los objetivos del mismo, apuntan a regular y formalizar progresivamente el comercio informal, priorizando aquellos que reflejen el mayor potencial de desarrollo microempresarial; monitorear el plan estratégico del comercio informal de Valparaíso, haciendo seguimiento de indicadores de impacto y reportando los resultados a los diferentes grupos de interés; hacer seguimiento de cada una de las iniciativas definidas como prioritarias, para afectar positivamente la imagen y comportamiento del comercio informal; alinear los esfuerzos públicos en el proceso de contribución a la imagen objetivo definida por este plan; y controlar y gestionar los elementos exógenos al comercio informal que pueda afectar el logro de los objetivos.
Bajo este contexto, el estudio propone que a nivel político y estratégico se constituya un Comité Estratégico para el Comercio Informal de Valparaíso (Ceciv). A nivel táctico, plantean que se aborde desde la Administración Municipal, Dirección de Desarrollo Económico y Cooperación Internacional y el Departamento Económico Local. A nivel operativo, por medio de una Unidad de Gestión de Comercio Informal de Valparaíso (Ugciv); y que las unidades de soporte técnico estén a cargo de la Secpla, Medio Ambiente, Seguridad Ciudadana, Género, Mujeres y Diversidades y Operaciones.
Una vez conocidos los detalles del «Estudio y Plan para Comercio Informal de la comuna de Valparaíso», sus resultados fueron criticados. Uno de los más duros respecto al contenido del informe fue el concejal Leonardo Contreras (RN), quien señaló a Puranoticia.cl que "es bastante decepcionante y creemos que no se sujetó a las bases del contrato ni a los términos de referencia pactados con la consultora que lo llevó a cabo, no entrega ninguna información relevante para tomar decisiones".
De igual forma, el edil de oposición precisó que "hace una categorización bastante amplia y, además, propone algo que a muchos concejales nos llamó la atención: crear una institucionalidad para administrar un comité de comercio ilegal; o sea, estamos tomando el comercio ilegal no como una problemática, sino que como una realidad que tenemos que administrar. Esto quiere decir que la administración anterior –que mandó a hacer este informe– planteó el tema del comercio ilegal ambulante en las calles de Valparaíso como parte de la normalidad y de la estructura económica de la ciudad y eso no es lo que queremos".
"Lo que queremos y lo que los ciudadanos quieren es la erradicación total de la toma ilegal de los espacios que constituyen bienes nacionales de uso público y eso es lo que le estamos pidiendo ahora a la administración", complementó Contreras.
En tanto, el concejal Jorge López (PDG) sostuvo a Puranoticia.cl que "respecto al informe de comercio informal de Valparaíso, me sorprende lo básico del mismo, la falta de profundidad en la información, la ausencia de datos más claridicadores que pudieron ayudar a tomar decisiones respecto a dicho comercio".
"Es preocupante que un informe que costó 53 millones de pesos sólo se asemeje a una encuesta al paso. Creo que hay tesis universitarias que se han realizado con un nivel profesional mucho mayor, así que estoy a la espera de las bases de la licitación y así poder verificar si el informe que se entregó (a los concejales) se ajusta a las especificaciones técnicas licitadas y contratadas", sentenció el edil porteño.
Por su parte, el concejal Lukas Cáceres (FA) comentó a Puranoticia.cl que este informe "entrega algunas luces del comercio ambulante, con una caracterización que es interesante de analizar, además de las percepciones y subjetividades que tienen las personas que ejercen el comercio ambulante, que nos permiten entender el tema, además de ver salidas y obstáculos, como saber cuánta gente tiene permiso y también saber qué es lo que esperan ellos. Entonces nos plantea facilidades y obstáculos al hablar de ir disminuyendo y ordenando el comercio ambulante".
Por otro lado, expuso que "es insuficiente, que falta contenido, ya que no sabemos si son de la comuna o si están en situaciones de discapacidad. Hay detalles y criterios de la dimensión social que hoy no se encuentran, por tanto el Municipio tiene la tarea –y lo hemos estado empujando desde el Concejo y particularmente desde esta Concejalía– para generar el catastro lo más rápido posible y poder tomar medidas en términos de fiscalización rigurosa, pero también del ordenamiento para que, en caso que se requiera mantener de acuerdo a los desafíos socioeconómicos de la comuna, tenga criterios establecidos que contemplen esa dimensión social".
PURANOTICIA