Un tramo de esta práctica ceremonial se superpone con las obras del proyecto, situación que está siendo analizada por el Servicio de Evaluación Ambiental, que tendrá que determinar si se requiere una consulta indígena para resolver el conflicto. De todas maneras, si se tomara esta decisión, EFE espera lograr un acuerdo para seguir avanzando en la iniciativa ferroviaria.
Uno de los antiguos anhelos que tienen los vecinos de las cinco comunas que componen la provincia de Quillota es que regrese a operar el tren que los conecta con las ciudades del Gran Valparaíso. Desde hace años se habla de esta iniciativa, la cual ya se ha plasmado en un proyecto que en el papel está avanzando, aunque no exenta de complicaciones, como quedará explicado en esta historia que pasaremos a detallar...
El proyecto de expansión del Tren Limache - Puerto implica una inversión de 680 millones de dólares, además de habilitar otros 26 kilómetros de vía por Quillota, La Cruz y La Calera, considerando cinco nuevas estaciones, ampliar la de Limache, 12 pasos vehiculares y 13 peatonales desnivelados, según ha explicado EFE Valparaíso.
Bajo este contexto, el 30 de octubre pasado se inició una nueva fase de participación ciudadana formal del proyecto de extensión ferroviaria, instancia organizada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Valparaíso.
Esta forma parte del proceso de evaluación ambiental que se realiza para dar a conocer las principales modificaciones que se hicieron a la iniciativa ingresada para responder a las observaciones planteadas por organismos públicos y la comunidad en el primer Informe Consolidado de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones (ICSARA).
De igual forma, la Empresa de Ferrocarriles del Estado explicó que en esta fase se abrió también un nuevo espacio para consultas y observaciones de la ciudadanía, donde –por ejemplo– se abordaron las modificaciones en el emplazamiento de dos estaciones, cambios en diseño de algunos pasos desnivelados, actualización de diversos estudios como impacto vial, ruidos y vibraciones, entre otros aspectos.
En el marco de la actualización de las líneas de base, concretamente la de la línea base de medio humano, en la Adenda del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se incorpora la caracterización antropológica de la comunidad diaguita Araya-Araya.
En la Adenda (documento que responde a las consultas del ICSARA), EFE Valparaíso reconoce la eventual afectación a una práctica ceremonial, consistente en un peregrinaje en zonas que pasan por la vía férrea, en un tramo donde se superpone con las obras del proyecto de extensión ferroviaria hacia la comuna de La Calera.
Esta práctica cultural de los diaguitas no había sido considerada en el Estudio de Impacto Ambiental ingresado a evaluación el año 2022, debido a que esta comunidad indígena fue reconocida como tal, por parte de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), recién en mayo del año 2023.
El estudio antropológico de EFE sostiene que la línea férrea es utilizada como eje de peregrinaje de esta comunidad indígena, con la finalidad de recrear su cultura. Estas actividades duran un día completo y consisten en recoger palqui negro y blanco para purificaciones y rogativas como ofrendas hacia una zona de piedras tacitas. El peregrinaje de la comunidad diaguita cubre 32 kilómetros y varios de estos puntos coinciden con futuras obras, como la ampliación de la faja ferroviaria, el confinamiento de la vía y la construcción de paso a nivel, según consigna el matutino.
Y justamente aquí están los nuevos problemas que enfrenta la empresa estatal de cara a este anhelado proyecto para la provincia de Quillota, ya que, de acuerdo a la normativa vigente, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Valparaíso es el organismo que deberá determinar la pertinencia de realizar una consulta indígena, con el fin de llegar a un acuerdo respecto de las medidas que la empresa ha propuesto.
Y aunque EFE se encuentra a la espera de esta decisión por parte del SEA, prometiendo cumplir con todos los procesos reglamentarios y legales vigentes, lo cierto es que esto representa un serio dolor de cabeza al considerar que si se requiere de una consulta indígena para resolver la controversia, el proyecto podría volver a retrasarse.
Cabe recordar que el Estudio de Impacto Ambiental fue ingresado en abril de 2022 para que en enero de 2025 comiencen las obras que, a su vez, tardarán tres años. Sin embargo, el Consejo de Monumentos Nacionales aumentó a 2 mil los sondajes arqueológicos el 2023, lo que ya ha retrasado en dos años el proyecto. De todas formas, se espera que la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) se obtenga el 2025.
Ahora bien, respecto a los plazos, EFE Valparaíso informó que en caso de que el SEA resuelva la realización de la consulta indígena, se espera que sea un "proceso acotado", ya que en este caso se trata de una sola comunidad.
"Podría desarrollarse de forma paralela a las demás actividades de la tramitación ambiental en curso, sin generar necesariamente una ampliación en los plazos generales de este anhelado proyecto", indicó EFE Valparaíso a Puranoticia.cl.
En tanto, el gerente general de la firma estatal, Miguel Saavedra, comentó que "surgió un nuevo antecedente de una comunidad diaguita en el sector de La Calera, que fue reconocida como tal por la Conadi el año 2023, que se incorporó dentro del proceso ambiental y de levantamiento de nuestro proyecto, por lo tanto está siendo abordado".
En ese sentido, sostuvo que "esperamos que el SEA pueda determinar la pertinencia o no de realizar una consulta indígena y con ello llegar a un acuerdo respecto a las medidas que se puedan incorporar para que sigamos avanzando en este proyecto. Estamos muy convencidos que podemos seguir avanzando en forma paralela en las distintas etapas, de tal manera de ir cumpliendo los plazos para este proyecto".
Pero los deseos del gerente general de EFE Valparaíso parecieran ponerse cuesta arriba al conocer la postura de la comunidad diaguita Araya-Araya, cuyos fundadores son Gregorio Araya y Auristela Torres, quienes llegaron a la comuna de Nogales provenientes de la región de Coquimbo. Actualmente se ubican a 14 kilómetros del proyecto de EFE y su llegada a la región de Valparaíso fue en 1978, un siglo después de iniciada la operación del ferrocarril que llegaba a Santiago, el cual data de 1863.
Karina Galdames Fuentes, vocera de la comunidad –quien además sostiene que "somos diaguitas, no chilenos"– afirmó a El Mercurio que "no queremos que la comunidad siga en la palestra y nos vinculen con proyectos sin relevancia, porque para nosotros no se va a hacer. Estamos en contra y dispuestos a defenderlo con la vida".
Pero más allá de la postura contraria de la comunidad diaguita, desde EFE Valparaíso se siguen mostrando confiados en avanzar de manera paralela en este ansiado proyecto. Y es que este lunes 2 de diciembre se adjudicó la ingeniería de detalle de la iniciativa, en la etapa de diseño propiamente tal; mientras que, por otro lado, se avanza en el proceso de evaluación ambiental, que ya ha cumplido varias etapas, como la participación ciudadana, reuniones técnicas con distintos servicios para aclarar las observaciones surgidas, la actualización de la línea base en el ámbito de las vialidades, movilidad, arqueología, ruidos y vibraciones, entre otros aspectos que también incluyen la actualización de la línea base de las comunidades indígenas, situación que hoy asoma como una verdadera piedra en el zapato para el proyecto.
PURANOTICIA