
El titular de Vivienda y Urbanismo respondió desde Valparaíso a las críticas por el ritmo de la reconstrucción en Viña del Mar y Quilpué, además entregó detalles acerca del número de viviendas en ejecución, los desafíos del proceso y la coordinación institucional.
El ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, salió al paso de las crecientes críticas a la reconstrucción tras el megaincendio del 2 y 3 de febrero de 2024 en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, especialmente luego de que Puranoticia.cl instalara en la agenda regional el concepto de «reconstrucción de papel» para describir que el proceso que lidera en las zonas siniestradas se basa fundamentalmente en la entrega de subsidios, pero sin proyectos concretos. Esto cobra aún más fuerza luego que un reciente informe de la Contraloría estableciera que se han entregado sólo 40 casas y que de las familias afectadas que han recibido algún tipo de apoyo, un 15,50% ha comenzado la ejecución de sus casas y sólo un miserable 1,14% las habitan actualmente.
Durante una actividad en Valparaíso, el cuestionado secretario de Estado defendió lo realizado y rechazó esa etiqueta: "No queremos decir que esto es maravilloso, sino que decir que se están haciendo esfuerzos, se está trabajando; esto no es simplemente decir palabras, como algunos dicen de reconstrucción de papel", sostuvo el titular del Minvu, haciendo plena referencia al término utilizado por Puranoticia.cl en una serie de reportajes publicados dando cuenta de los problemas a lo largo de este proceso.
La frase –que sólo evoca promesas, palabras, papeles...– ha sido recogida por actores políticos como diputados, pero también por los propios damnificados. Al respecto, Montes sostuvo que si bien comparte la frustración de muchas familias damnificadas, el término puede ser injusto. “Ese es un título que se usó mucho durante el primer Gobierno del Presidente Piñera, porque se repartían subsidios y no se hacían casas. Por eso se decía «viviendas de papel». Creo que es tan duro para las familias que no tienen casas, que empezar a decir que es todo de papel, puede decirse, pero habría que dar algún fundamento", manifestó el secretario de Estado.
También subrayó que "lo que nosotros necesitamos para iniciar un proceso es entregar un subsidio, siempre se entrega un subsidio, porque es lo que le permite a las personas que requieren casa, como a quienes tienen proyectos para reconstruir, entrar en un proceso. Entonces (el término «reconstrucción de papel») ese título es algo que no tiene un significado claro y puede hacer daño, puede hacer que todo el mundo sienta que se están haciendo cosas que no corresponde, que se le está tratando mal, porque no todo el mundo está recibiendo las respuestas que ellos requieren".
El titular de Vivienda y Urbanismo reiteró que son 566 las viviendas tanto en ejecución como ya entregadas, mientras que otras 685 ya están licitadas en "poblaciones nuevas" y que pronto las respectivas empresas deberán iniciar obras. Pese a ello, no dio cuenta del lugar en el que se edificarán. “Queremos hacer pronto las primeras piedras para las familias. Esas no están dentro de las 566, son adicionales”, explicó.
Sobre las viviendas entregadas, sus palabras dejan en evidencia la realidad de lo que está siendo esta reconstrucción de papel en Viña del Mar y Quilpué. “Entregadas, entregadas, no sé... en febrero había 41 entregadas, más 30... 70. No sé exactamente el número en este momento. A mí, más que lo entregado –porque esa es una cifra que puede ser más o menos– lo importante aquí es cuántas están avanzando, de tal manera que las familias ya saben dónde ir a vivir, qué tipo de vivenda y qué tipo de construcción, y una parte de autoconstrucción", dijo.
El ministro Montes hizo énfasis en que la comparación debe considerar los plazos históricos de reconstrucciones que se han llevado a cabo en Chile. Así es como sostuvo que "podríamos hacer hartas comparaciones con otras reconstrucciones. La del 2014 (tras el gran incendio de Valparaíso) al año tenía solo 20 viviendas entregadas. Uno puede darle vueltas, pero el problema es que hay mucha gente sufriendo y lo más importante es encontrar soluciones e ir avanzando en conjunto".
Según el Ministro de Vivienda y Urbanismo, buena parte de esta lentitud responde a exigencias del aparato público, ya que explicó que "las reconstrucciones no se hacen de un día para otro, son procesos. Sólo presentar a una Dirección de Obras Municipales (DOM) un proyecto para construir viviendas de reconstrucción, significa tres o cuatro meses, a veces mucho más porque primero hay que diseñar y hacer muchas cosas. No quiero justificar. Quisiéramos estar más rápido, pero estamos construyendo al ritmo que vamos alcanzando y que va subiendo”.
Una diferencia clave con otras reconstrucciones –destacó– es que esta vez se busca entregar viviendas con papeles en regla. “A diferencia de otras reconstrucciones, queremos entregar todo regularizado porque sabemos lo que significa para una familia no tenerlo regularizado, y se le paga un subsidio, se les entregan 1.200 UF, que es harto recurso, a las personas que logran regularizar lo construido para que se paguen de lo que gastaron y perfeccionen su construcción”, sostuvo.
Asimismo, señaló que "nosotros estamos trabajando por más de 3 mil viviendas que tenemos que construir sólo en la reconstrucción (de Viña del Mar y Quilpué), que es muy difícil por los problemas que hay. Por eso, cuando un organismo público lo hace, hace un conjunto de pasos previos: debemos tener todos los permisos en regla, presentar todos lo que corresponde y eso evidentemente que demora".
Consultado por la comisión investigadora anunciada por la Cámara de Diputados, el Ministro dijo estar completamente disponible para asistir, pues "esto es propio de la democracia. La Cámara de Diputados tiene facultades para constituir comisiones investigadoras para muchos temas. Fui muchos años parlamentario, diputado, y conozco y sé la importancia que tienen para la democracia". En ese sentido, expresó que lo único que "uno puede pedir que sea lo más rigurosa y seria en el trabajo".
Acerca de si asistirá o no a dicha instancia legislativa, el secretario de Estado afirmó que "por supuesto que voy a ir, no sólo porque quiera o no quiera, sino que tengo la obligación de ir como Ministro, así como todos los funcionarios públicos tienen obligación de ir a las comisiones investigadoras. Esperamos llegar con la información lo más clara posible de lo que hemos hecho y de lo que no, de lo que se ha avanzado y de lo que no, porque esa es nuestra responsabilidad".
Montes también se refirió a los más de $30 millones en remuneraciones que recibe el equipo de la reconstrucción, liderado por el gerente Patricio Coronado. Y aunque negó conocer la cifra exacta de sus sueldos, defendió sus roles diciendo que "él es una persona con harta experiencia en lo público. Está en un rol que no es propiamente la construcción de viviendas, sino de coordinar con otros servicios la reconstrucción. Y en eso hay periodos que han sido más fuertes y otros menos. Todo el tema de salud mental y deportivo, hay distintas acciones desarrolladas".
Si bien, dijo agradecer la crítica pública, también admitió que hay fallas: "Yo entiendo que los medios sean críticos, pero nosotros tratamos de hacerlo y todas las críticas son bienvenidas, porque queremos superar lo que no está bien. Usted podría decir que en tal población hay aguas servidas circulando por encima del cerro, cerca de donde están las casas. Eso nos da vergüenza, además esa fue una de las razones por las que salió el anterior director del Serviu. Entonces está bien que nos critiquen cada una de las cosas, pero estamos tratando de hacerlo con un equipo que tiene ciertas limitaciones y las reconstrucciones en lugares con las geografías tienen sus dificultades, pero ojalá pudiéramos ser mucho más eficientes".
De igual forma, reiteró que el objetivo del Gobierno es que todas las viviendas estén en construcción antes de dejar el mandato el 11 de marzo de 2026: "No podemos decir que estamos satisfechos con esto, al contrario, creemos que tenemos que apurar más, tenemos que avanzar y esperamos que al cumplirse los dos años (del incendio) estén todas las viviendas en proceso de construcción, que al terminar este Gobierno estén en proceso de construcción y ojalá que lo más avanzado posible".
Pero más allá de los datos y las promesas, lo cierto es que miles de familias en la Ciudad Jardín y en la Ciudad del Sol siguen esperando soluciones concretas 15 meses después del desastre. La expresión «reconstrucción de papel» no solo interpela el proceso que ha liderado el ministro Montes, sino que también resume la distancia entre la urgencia de los damnificados y la lentitud del Estado, el Gobierno y su Ministerio de Vivienda. Y aunque Montes insiste en que hay avances reales, el desafío sigue siendo pasar de los planes, los subsidios, las cifras bonitas y los grandes discursos, en viviendas habitables, dignas y definitivas, más aún considerando que el segundo invierno tras la catástrofe que le costó la vida a 137 personas, está prácticamente a la vuelta de la esquina.
PURANOTICIA