
El vestigio de la cultura prehispánica de la zona, que data de hace miles de años, enfrenta el riesgo de ser dañado por la exposición a la basura y el avance de la urbanización.
Un importante hallazgo arqueológico se ha registrado en una quebrada del Fundo de Llolleo, en San Antonio. El profesor e investigador José Luis Brito Montero descubrió una piedra tacita inédita, un vestigio que data del período Arcaico, entre 10 mil y 2 mil años atrás, lo que la convierte en un invaluable testimonio de las primeras comunidades que habitaron la zona.
La pieza, ubicada cerca de las conocidas piedras tacitas de la Piedra del Indio, presenta dos cavidades elipsoidales y un área de molienda. Este tipo de artefactos era utilizado por grupos seminómades para procesar granos antes del desarrollo de la cerámica, lo que aporta valiosa información sobre las prácticas alimenticias y la vida cotidiana de nuestros antepasados.
A pesar de la trascendencia del hallazgo, el sitio donde fue encontrada enfrenta un grave deterioro. Según el investigador, el área sufre por la acumulación de basura, lo que representa una seria amenaza para el patrimonio cultural, a pesar de que aún conserva una rica vegetación nativa.
El descubrimiento abre un debate urgente sobre la protección y conservación de estos sitios arqueológicos. La comunidad de San Antonio y los expertos llaman a tomar medidas para resguardar estos testimonios del pasado, evitando que se pierdan ante el abandono y la contaminación.
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