
También recalcó que la cárcel de Valparaíso "es uno de los establecimientos con mayor población penal en el país, con una población que se caracteriza por sus altos niveles de violencia. Es de público conocimiento que existe sobrepoblación carcelaria en Chile, que ha aumentado notablemente la prisión preventiva".
El director nacional (s) de Gendarmería, Rubén Pérez, afirmó que hasta el momento no hay indicios de corrupción de los vigilantes en la fuga de tres peligrosos homicidas desde la cárcel de Valparaíso, ocurrida en la madrugada de este viernes mediante un cable y en la hora de encierro.
"Hasta el minuto no existe evidencia que haga presumir que alguno de nuestros funcionarios haya actuado movido por alguna intención distinta a la distracción, a las condiciones climáticas que conspiraron contra una vigilancia efectiva", aseguró Pérez.
"Para ir al grano, no tenemos indicios de algún acto de corrupción al respecto y, de existir algo, alguna presunción sobre el particular, se adoptarán drásticas medidas al respecto", enfatizó.
"Todo hace presumir que el nivel de coordinación era bastante preciso, tanto respecto de los medios utilizados para concretar la evasión como respecto de la desaparición de las inmediaciones del recinto una vez que concretaron su propósito", añadió.
También recalcó que la cárcel de Valparaíso "es uno de los establecimientos con mayor población penal en el país, con una población que se caracteriza por sus altos niveles de violencia. Es de público conocimiento que existe sobrepoblación carcelaria en Chile, que ha aumentado notablemente la prisión preventiva".
Además de acusar "deficiencias estructurales del sistema" y falta de personal, Pérez argumentó que facilitaron la fuga "la falta de luz día, se produjo de noche, la niebla, el agotamiento del personal que cumple turnos extenuantes y las particulares características del edificio".
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