El sargento segundo Francisco Soto, dirigente de los gendarmes del CCP de San Felipe, fue acusado de agredir a tres funcionarias durante una reunión, motivo por el que fue apartado de sus funciones. Asegura a Puranoticia.cl que Gendarmería busca "sacarme del camino".
Una obra mal ejecutada en los baños de cuatro dormitorios comunes del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de San Felipe desató una profunda crisis interna en Gendarmería de la región de Valparaíso. Y es que luego de que se determinara la inhabitabilidad del recinto penal, esto obligó al traslado progresivo de los casi 400 internos hacia distintas unidades penitenciarias, tanto dentro de la región como a ciudades distantes como Puerto Montt, Concepción o Chillán, entre otras.
El hecho también dejó en evidencia un complejo escenario para los 46 gendarmes del penal aconcagüino, quienes deberán abandonar San Felipe y redistribuirse en otros establecimientos regionales mientras se resuelve el problema estructural. El eventual traslado afecta directamente la vida familiar y laboral de los funcionarios, que deberán dejar sus casas, sus familias y sus compromisos establecidos en la comuna.
En este contexto se han desarrollado múltiples reuniones encabezadas por el director regional de Gendarmería en Valparaíso, coronel Pablo Torres, con el objetivo de abordar la situación y contener el malestar en la institución. Sin embargo, uno de estos encuentros terminó generando un momento caótico que profundizó aún más la tensión.
En dicha instancia, el sargento segundo de Gendarmería y dirigente sindical, Francisco Soto, fue suspendido de sus funciones luego de ser acusado de agredir a tres funcionarias durante una reunión, una denuncia que el aludido rechaza por completo. En conversación con Puranoticia.cl, el representante de los trabajadores aseguró que el episodio responde a una "maquinación" cuyo fin es "sacarlo del camino".

Pero antes de detallar sus palabras, vale recordar lo expresado por Gendarmería ante este caso: "Respecto a los hechos ocurridos en el CCP de San Felipe, donde tres funcionarias de la Dirección Regional de Valparaiso fueron agredidas por un dirigente sindical, Gendarmeria informa que de manera inmediata se interpuso una denuncia ante el Ministerio Público. Asimismo, se ordenó un sumario administrativo para determinar la responsabilidad y eventuales sanciones para el funcionario agresor".
También manifestaron que "el incidente se produjo en contexto de una reunión de trabajo en la Unidad, momento en que el dirigente irrumpió de forma intempestiva y violenta junto a otros representantes gremiales, agrediendo fisicamente a una funcionaria y verbalmente a otras dos. Gendarmeria rechaza cualquier conducta agresiva a nuestro personal, y entrega su total apoyo a las gendarmes agredidas".
Acerca de su suspensión, Soto expuso a Puranoticia.cl que "quiero dejar en claro que jamás toqué a esa funcionaria. Ni siquiera la vi. Esto fue una maquinación que se hizo en mi contra para sacarme del camino. Ahí estaba el Director Regional, estaba la Operativa Regional, habían cerca de 15 funcionarios. ¿Usted cree que si la hubiese agredido la reunión hubiera seguido? La denuncia la hicieron 2 horas después. Es más, el Director Regional estaba y él mismo ordena un sumario administrativo y ya empezamos con vicios de legalidad. Me toman declaración a mí y a nadie del personal, pero ya venían con la suspensión. Entonces aquí hay una parcialidad terrible y yo sigo suspendido".
De igual forma, el dirigente abordó en detalle lo ocurrido en la reunión: "El Director Regional es bastante autoritario. Comenzó a notificar al personal sobre los traslados, pero antes de eso los funcionarios ya sabían dónde se iban a ir. Después llega él, bastante autoritario, los llama uno por uno, incluso a los que estaban con licencia médica, y les preguntaba si querían Valparaíso o Los Andes. No había problema con eso, hasta que llegaron a los funcionarios que llevan menos tiempo en Gendarmería, a quienes les cambiaron el lugar diciéndoles que su única opción era Valparaíso, entonces comenzaron a urgirse y no sabían qué hacer".

Esto generó incomodidad, sorpresa y malestar en estos trabajadores, quienes acudieron a los dirigentes en búsqueda de respuestas. Así es como Soto y sus compañeros le preguntan al director Pablo Torres si los podía recibir. "Es mentira eso que dicen que casi echamos abajo la puerta para entrar, eso es completamente falso, es parte de la maquinación. Le preguntamos si nos podía recibir, pero él se altera, me insulta, me trató mal, que no era apto para estar ahí. Cuando le dijimos que el Director Nacional había dado otra orden, él se altera y golpea la mesa", expresó Soto.
Luego de esta situación, la conversación siguió, pasaron cerca de 10 minutos, y hace ingreso una funcionaria diciendo: 'mire lo que me hicieron'. Yo no vi específicamente quién era, nos preguntábamos qué le pasó. Ella sale y vuelve a entrar, mostrando unas heridas en los brazos. Dos horas después hacen la denuncia".
Frente a toda esta situación, el sargento segundo Francisco Soto rompió el silenció señalando a Puranoticia.cl que "esta es una represalia. Me sacaron del camino".
De hecho, el dirigente de los gendarmes sanfelipeños adelantó que "he averiguado para ver si esto lo judicializo porque están pisoteando mis derechos. Quiero hacerlo porque estoy suspendido y no puedo cumplir funciones de dirigente porque tengo prohibición de ingresar a la unidad. Hay varias cosas que son oscuras y se están pisoteando mis derechos. Yo salí en la prensa, hablé sobre el cierre del penal, de los funcionarios e incluso de los internos, y me sacaron vulgarmente del camino".
En cuanto al traslado de los internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de San Felipe, ya han sido derivados a otros penales cerca de la mitad de los reclusos, quedando cerca de 200 aún en la unidad. Todo esto mientras sigue la incertidumbre de los funcionarios, muchos de los cuales ya comienzan a evidenciar un desgaste en su salud, tal como ocurrió recientemente con una gendarme que, ante su futuro indefinido, presentó una parálisis facial por el estrés que le generó la decisión de la Dirección Regional de trasladarla a Valparaíso, teniendo que dejar toda su vida en la zona.
PURANOTICIA