
El Mercurio de Valparaíso recibió órdenes de compra por más de $628 millones, mientras que El Observador de Quillota recibió otras por un monto que supera los $470 millones.
Chile ha vivido diferentes procesos electorales en los últimos años. Qué mejores ejemplos de las elecciones de constituyentes: dos veces en menos de cuatro años. Estas se suman a las tradicionales de Gobernadores Regionales, Consejeros Regionales, Alcaldes y Concejales. En cada proceso electoral, el encargado de llevarlo es el Servicio Electoral, conocido como Servel.
Nuestro país destaca a nivel internacional por su sistema electoral; primero, porque a sólo horas del cierre de mesas podemos conocer los resultados en línea, en una plataforma digital que funciona en forma destacable. Los millones de electores pueden con sólo un clic cambiarse de domicilio, conocer si fue electo vocal de mesa, saber en qué mesa y local de votación le tocará sufragar, etcétera.
El mismo Servel, elección tras elección, destaca que son millones las consultas de quienes llegan hasta www.servel.cl para conocer en detalle su situación electoral. Por eso es realmente inexplicable y un verdadero escándalo dar a conocer cómo este mismo Servicio gasta millones y millones de pesos en publicar en diarios de papel el listado de vocales de mesa, además del facsímil del voto, cuando el mundo se ha digitalizado y cada vez más menos gente compra un diario de papel.
Haciendo una revisión en el portal de compras públicas del Estado de Chile, Puranoticia.cl pudo constatar que sólo en la región de Valparaíso el Servicio Electoral gastó este 2024 más de 1.100 millones de pesos en publicaciones, tanto de los vocales de mesa y de los miembros del Colegio Escrutador. Cabe consignar que con un sólo clic en la misma página del Servel se puede saber no sólo dónde uno vota, sino que si fui designado vocal de mesa y/o miembro del Colegio Escrutador.
Una alta fuente del Servel, que pidió reserva de su nombre, dijo a Puranoticia.cl que la publicación en los diarios de papel es tan inoficiosa que los listados de vocales se publican por mesa y muchas veces las personas ni siquiera conocen la mesa donde votan.
Estos mil cien millones de pesos también consideran la publicación del voto donde aparecen todos los candidatos inscritos.
Puranoticia.cl pudo constatar que el propio Servel lo encuentra totalmente inoficioso y un verdadero despilfarro. De ahí el calificativo ocupado en nuestro titular, pero que lamentablemente por ley deben hacerlo. Incluso el propio Servicio Electoral le pidió al Gobierno eliminar la obligación de tener que publicar los listados de vocales de mesa y el facsímil de votos en los diarios de papel, pero que ni Diputados ni Senadores estuvieron de acuerdo.
Lo que sucede es que la ley electoral en esta materia es totalmente anticuada y no se le han hecho las adaptaciones que se requieren. Esta señala y obliga al Servicio Electoral que tiene que publicar estos enormes listados –con plata de todos los chilenos– en un diario del lugar respectivo.
Si bien, la ley no especifica qué tipo de diario, el Servel interpreta que estos deben ser de papel. Tampoco el Servicio Electoral realiza una licitación pública al respecto, ya que todas las órdenes de compra giradas en la región de Valparaíso a los dos diarios de papel fueron a través de la vía del trato directo.
El Estado de Chile y sus diferentes organismos, entre ellos el Servel, puede hacer compras, ya sea a través de licitaciones públicas, que permite que todos los interesados puedan participar o bien vía trato directo. Según Mercado Público, el trato directo es “un mecanismo excepcional de compra que implica la contratación de un solo proveedor previa resolución fundada (…), salvo las causales establecidas en el artículo 10 del reglamento de la Ley 19.886”. Entre las causales establecidas, está una que dice que se usará “si sólo existiera un proveedor del bien o servicio que se requiere”. Es decir, un único proveedor.
En el caso específico de la región de Valparaíso, el Servicio Electoral gastó este 2024 la suma de $1.102.942.441 (mil ciento dos millones novecientos cuarenta y dos mil cuatrocientos cuarenta y un peso) en la publicación de los listados de vocales de mesa y facsímil de votos de las 38 comunas.
El Mercurio de Valparaíso, que incluye además los diarios La Estrella de Valparaíso y el Líder de San Antonio, recibió al menos 13 órdenes de compra por trato directo por un monto de $ 628.970.717 (Seiscientos veintiocho millones novecientos setenta mil setecientos diecisiete pesos).
Del total de órdenes de compra, destaca de sobremanera la recibida el 21de octubre del 2024 por un monto que alcanza los 223 millones de pesos y fracción. En esta orden de compra, sin licitación pública, se le contrata a El Mercurio de Valparaíso la publicación de los facsímiles de votos.
Los más de 1.100 millones de pesos que gastó el Servel (solo en la región de Valparaíso) generan además una segunda gran incógnita: ¿Cuántos diarios circularon aquel día y cuantos efectivamente se vendieron?
A diferencia de las consultas digitales que se pueden hacer por la página web y donde el Servel conoce con exactitud cuánta gente hizo clic para conocer dónde está su mesa y si le corresponde o no ser vocal, en las publicaciones de diarios de papel no puede ni tiene cómo saber cuántos ejemplares se vendieron.
Resulta inexplicable también cómo el propio Servel no solicite algún mínimo de ejemplares a circular, ni menos solicite una cantidad por comuna, teniendo en cuenta que esta millonaria contratación tendría como objeto justamente garantizar que la información llegue a todas las comunidades.
Tal como en El Mercurio de Valparaíso, el diario El Observador de Quillota recibió sin licitación pública, y vía trato directo, órdenes de compra por un total de $ 473.971.724 (Cuatrocientos setenta y tres millones novecientos setenta y un mil setecientos veinticuatro pesos).
Al igual que El Mercurio de Valparaíso, la orden de compra de volumen más alto recibida por El Observador corresponde a la 1170507-743-SE24, de fecha 21 de octubre del 2024, por $225.941.742 (Doscientos veinticinco millones novecientos cuarenta y un mil setecientos cuarenta y dos pesos).
Todos estos antecedentes expuestos no hacen más que poner en la disyuntiva lo que se dice con lo que se hace, pues por un lado las autoridades públicas pregonan políticas de austeridad, pero en la práctica se despilfarran altas sumas de dinero para cumplir con una ley que –quizás más importantes que muchas otras que se proponen o tramitan– sigue estando adaptada a los tiempos de antes, cuando efectivamente la ciudadanía se volcaba a leer los diarios de papel, hoy cada vez más obsoletos. (Otra) tarea para los diputados y senadores...
PURANOTICIA