
Alejandro Arredondo (54) sufrió quemaduras severas en sus piernas, las que nunca cicatrizaron. Fue hospitalizado varias veces por infecciones y complicaciones cardíacas.
Alejandro Arredondo, un hombre de 54 años que resultó con graves secuelas tras el megaincendio del 2 de febrero en Viña del Mar y Quilpué, el cual destruyó por completo su vivienda, se habría convertido en la víctima fatal número 139 de la tragedia, aunque su caso aún no ha sido incorporado al conteo oficial del Ministerio Público.
Esta persona sufrió quemaduras severas en sus piernas, las que nunca cicatrizaron, según señaló su esposa Erika Leyton. Fue hospitalizado en reiteradas ocasiones por infecciones y complicaciones cardíacas, hasta que finalmente fue dado de alta sin el equipamiento médico que necesitaba para seguir respirando. Murió esa misma noche, en una casa improvisada cubierta con nylon, sin condiciones y sin los cuidados.
"Después del incendio quedó con apnea del sueño y necesitaba una máquina para respirar, pero no nos la entregaron porque mi casa se quemó y no reunía las condiciones y porque sería una pérdida para el Gobierno entregar una máquina tan cara si vivíamos en esas condiciones”, señaló la viuda de Arredondo.
La mujer comentó que "le pedí a la asistente social que lo trasladaran a un hogar para que pudieran darle los cuidados necesarios, pero respondieron que no se podía, porque era joven para estar en un hogar. Finalmente, ni siquiera lo trajeron en ambulancia: llegó a casa en un colectivo, apenas podía caminar. Esa misma noche falleció de un paro cardíaco fulminante".
El abogado Felipe Olea, que representa a Erika y a más de 350 damnificados y familiares de más de 60 de víctimas del megaincendio, señaló que "este hombre es una víctima más del megaincendio. No murió el 2 de febrero, pero falleció meses después por las secuelas directas de esa tragedia”.
En esa línea, el jurista precisó que "lo devolvieron a una casa sin techo, sin atención, sin máquina para respirar, sabiendo que dependía de ella para vivir. El Estado no sólo le falló cuando ardía su casa, también le falló después, cuando más lo necesitaba. Este no es un caso aislado, es el reflejo de un abandono estructural que ya ha cobrado demasiadas vidas".
La seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez, comentó que frente a la posible victima 139 del megaincendio, que "el fallecimiento a consecuencia de su afectación en el megaincendio es parte del análisis que debe instruir el Ministerio Público, tal como lo ha hecho en otras ocasiones, al tomar conocimiento de un deceso, teniendo en consideración la ficha clínica y otros antecedentes médicos relevantes que pudiesen existir, por lo que por ahora se espera el resultado de este análisis que permita confirmar lo indicado por el abogado patrocinante".
PURANOTICIA