
Corría la historia entre los años 1960 y 1970 cuando un joven José Mujica, conocido como “Pepé” era parte del Movimiento de Liberación Nacional, Tupamaros, en Uruguay. Esta era una organización guerrillera que llevó a cabo múltiples asaltos a bancos para así lograr financiar sus actividades revolucionarias.
Entrar armado a un banco "es la cosa más linda" porque "todo el mundo te respeta" dijo una vez Mujica, quien falleció este martes 13 de enero del 2025 producto de un largo cáncer.
Mujica era un terrorista para unos, un luchador para otros, por esa razón estuvo preso entre los años 1972 y 1985 durante la dictadura cívico-militar de Uruguay.
¿Pero cómo este terrorista se transformó en el líder más emblemático de la izquierda democrática de Latinoamérica?
Fue elegido diputado el año 1989, luego Senador por el movimiento del Frente Amplio. Ocupó el cargo de Ministro de ganadería, Agricultura y Pesca. El 1 de marzo del 2010 asumió como Presiente de su país y ahí comenzó a construir un liderazgo que marcará la pauta a la izquierda.
Mujica tenía un estilo de vida muy austero, era un humanista. Tenía un discurso directo. Creció entre el campo y la ciudad. Pasó de ser guerrillero a Presidente del país. Fue el primer político en América del Sur en alcanzar la presidencia democrática tras haber empuñado las armas contra esa misma institucionalidad.
En su mandato deslumbró por sus políticas progresistas. Donaba casi todo su sueldo, siempre vivió en su casa rural sin lujos. Andaba siempre en su viejo Volkswagen. Como primer mandatario en su país pasaron grandes hitos. Uruguay legalizó el aborto, el matrimonio igualitario y el mercado de la marihuana bajo regulación estatal, una medida innovadora para enfrentar la violencia del narcotráfico.
Si bien pudo fortalecer la redistribución de la riqueza con políticas tributarias, la inflación en su mandato fue su gran dolor de cabeza.
Otro legado de Mujica será su crítica al capitalismo y sobre todo al consumismo. En una entrevista reciente con la BBC reafirmó su postura: “El grueso de nuestras sociedades está sometido a una autoexplotación… ¿Cuándo soy libre? Cuando me escapo de la ley de la necesidad. Si la necesidad me obliga a gastar tiempo para conseguir medios económicos con los que tengo que pagar el consumo que tengo, no soy libre”.
Muchos podrán estar de acuerdo o no con Mujica. Pero este hombre tuvo algo en su vida que pocos políticos a nivel mundial lo tienen. Consecuencia. Es claramente un ejemplo su trayectoria, leyes más o menos, durante toda su vida el luchó, combatió y presidió un país bajo la lógica de su pensamiento. Siempre buscando la justicia social. Pero con consecuencia.
Muchos dicen buscar la justicia social, pero presiden fundaciones. Muchos dicen ser austeros, pero solo basta ver las millonarias casas que luego quieren transformar en museos y venderle al estado, muchos hablan de pobres, pero pocos saben de humildad, pocos hombres de izquierdas serán recordados por la consecuencia de Mujica. Y pocos políticos de izquierda podrán ser tan auténticamente de esa izquierda como este líder que apreció la democracia.
Cada uno tiene sueños, el de Pepe Mujica era igual al de muchos de nosotros, “vivir en un mundo más justo, más solidario, más fraterno, y que la humanidad encuentre el camino para no destruirse a si misma”.
La frase al menos que más representa su fiel consecuencia es aquella que dice “Derrotados son los que dejan de luchar, y dejar de luchar es dejar de soñar”. Hasta siempre Mujica.