
No importa cuántas personas integren nuestra familia, da lo mismo si estamos solteros o casados, no existe una persona que no sueñe con tener su casa propia. Un hogar digno, en donde exista lo básico para vivir en tranquilidad. Mientras se discute por el futuro de la salud, de la educación, de la seguridad o del acceso a la locomoción colectiva, las cifras al menos en nuestra Región de Valparaíso nos muestran la urgente necesidad de la casa propia.
Esta semana en este espacio hemos hablado de las prioridades de la región. El ocuparnos del futuros de nuestros desechos domiciliarios, por ejemplo, pero tras conocer el desglose de la realidad que se vive en Valparaíso, Viña del Mar, San Antonio, Quilpué y Villa Alemana podemos lejos poner en primer lugar de nuestras prioridades lo que debe ser el mayor sueño de nuestra gente: una vivienda.
335 son los campamentos existentes en nuestra región, en estos asentamientos viven actualmente 30.458 familias, las cuales se componen de 19.852 niños, niñas y adolescentes menores de 14 años; 7.518 adultos mayores; y 1.955 habitantes que se encuentran en situación de discapacidad.
En cuanto a la situación de la población migrante, el catastro muestra que el total de familias extranjeras viviendo actualmente en alguno de los campamentos de la región de Valparaíso llega a 5.484, cifra que representa el 18 por ciento del total.
Hoy estas cifras cobran mayor importancia cuando vemos que en 16 meses no hemos sido capaces como Estado de darle solución habitacional a quienes perdieron su hogar en el megaincendio. Aquí nos cabe la interrogante ¿si no fuimos capaces de dar solución a esto, seremos capaces algún día de erradicar los campamentos y entregar soluciones dignas a nuestra población?
Cifras más o menos desconocemos si existe un plan maestro real que nos pueda dar luces de una fecha límite en donde uno pueda decir que se acabaron los campamentos. 10 años, 20 años ¿o más?
Sumado a eso tenemos que las cifras además van en alza, solo en nuestra región existen 55 asentamientos adicionales a lo que existían en la anterior medición de Techo para Chile, esto quiere decir que simplemente estamos en una especie de problemática sin fondo.
Por otro lado, vemos que no es tan complejo construir hoy en día. Las famosas casas industrializadas parecen ser una solución rápida, falta sin embargo la gestión política de nuestras autoridades para avanzar.
Pese a las críticas no se puede desconocer que el Ministerio de la Vivienda informó que en este plan de emergencia habitacional que vive el país se han entregado 21.009 viviendas, hay 12.636 en construcción y 9.243 están a punto de iniciar las obras.
Pero esto no es suficiente y todos lo saben. El plan del Gobierno es construir 260 mil viviendas en cuatro años en el país. Pero cuando miramos las cifras más recientes de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN) de 2022, el déficit cuantitativo es de 552.046 viviendas y el déficit cualitativo alcanza las 1.263.576 viviendas, y eso que estos números son de hace 3 años.
El sueño de la casa propia de miles de chilenos debe ser puesta como prioridad para el futuro gobierno. Debemos estar atentos quien de todas las cartas presidenciales nos ofrece el plan más creíble y serio que nos permitirá afrontar este déficit y comenzar a ser realidad un sueño que todos los chilenos anhelamos cumplir, el de nuestra casa propia.