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Editorial: ¿Efecto Longueira o efecto Lavín?: El mayor temor de Chile Vamos

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Editorial: ¿Efecto Longueira o efecto Lavín?: El mayor temor de Chile Vamos
Martes 22 de abril de 2025 17:58
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No han sido semanas fáciles para el conglomerado Chile Vamos. Tanto para la UDI, Renovación Nacional y Evópoli, lo acontecido en los últimos días ha dejado al descubierto desunión, improvisación, falta de liderazgo y quizás el mayor temor de la coalición: que se repite el efecto Joaquín Lavín o, lo que sería peor, el efecto Pablo Longueira.

El primero nos recuerda cuando en la anterior carrera presidencial el escenario que se vislumbraba era muy parecido al actual. Un Joaquín Lavín disparado en las encuestas, lo mismo que Matthei hoy, mientras que más atrás aparecían figuras como José Antonio Kast e incluso un Sebastián Sichel muy atrás.

Para ser más precisos, un mes antes de las Primarias del 2021, la encuesta Cadem publicaba que Lavín llevaba la delantera con un 46% de las preferencias, seguido de Sebastián Sichel con un 23%, Ignacio Briones con un 11% y Mario Desbordes con un 10%. Un mes después el resultado fue totalmente distinto: Sichel logró el 49% de los votos y Lavín sólo el 31%.

¿Será esa la verdadera razón de por qué Matthei no quiso ir a Primarias con Chahuán y Carter? El riesgo que enfrentaba la ex Alcaldesa de Providencia de no garantizar un triunfo era grande. Transformarse en la segunda Lavín era una realidad palpable.

Existen otros análisis donde se puede ver inclusive mucho más clara la similitud de los escenarios que se vivieron con Joaquín Lavín el 2021 y con Evelyn Matthei el 2025. Cada uno para asumir su candidatura decidió no ir a la reelección como alcaldes. El primero en Las Condes, dejando a Daniela Peñaloza; y la segunda en Providencia, dejando a Jaime Bellolio. En ambos casos desde que dejaron sus respectivos municipios la baja en las encuestas fue sostenida semana a semana y no lograron recuperar el tranco que venían teniendo antes de aquello.

El hecho que no existan Primarias ahora cambió el escenario. Ya no sabremos con certeza si el efecto Lavín se habría repetido con Matthei. No sabremos nunca cuál hubiera sido el resultado de un Chahuán en carrera, ni menos sabremos si Rodolfo Carter se hubiera comportado como un buen contendor o se hubiera transformado en una fiera destructora de la carta de Chile Vamos. Lo concreto que tenemos es que hay candidato designado para llegar a primera vuelta en la UDI, RN y Evópoli.

Este nuevo escenario nos remonta al año 2013, cuando en el mes de julio, y a sólo cinco meses de la Elección Presidencial, la carta ganadora de la Primaria del sector, Pablo Longuiera, decide no seguir en carrera y se baja, pese a haberle ganado a Andrés Allamand en una dura disputa entre la UDI y Renovación Nacional.

En aquel minuto se habló de depresión, que uno de sus hijos estaba con algún tipo de enfermedad, también se habló de que no sería capaz de ganarle a Michelle Bachelet. Inclusive hasta los mal pensados contaban de una supuesta infidelidad con una parlamentaria, pero nada pudo ser corroborado y siempre quedará en la nebulosa que fue realmente lo qué pasó con Longueira. De lo que no nos podemos olvidar es quién fue la que se inmoló por el sector. La misma candidata de ahora, nada menos que Evelyn Matthei.

En aquella oportunidad, Matthei logró pasar a segunda vuelta obteniendo un 25%. En segunda vuelta, eso sí, fue arrasada por Bachelet, quien logró un 62%. Pero en aquel entonces no estaba en carrera algún personaje de la hoy llamada "nueva derecha".

Hoy el escenario, pese a tener los mismos protagonistas y que se ha tratado de evitar lo máximo posible tener un deja vu, en Chile Vamos no existe claridad de qué podría pasar por ejemplo si por alguna extraña razón la candidata no llegara a la papeleta. Quizás justamente el problema no esté en ella, sino en un proyecto país que, independiente de quién lo lidere, existe tangiblemente como un libreto a seguir. Cuando murió Piñera, dicen, murió el Piñerismo; cuando se cayó Longueira, se entregó la elección; cuando no hay Primarias, ¿se garantiza el triunfo y la unidad o simplemente llegará de nuevo el conglomerado con la misma carta que por descarte se eligió el 2013? Lo sabremos de aquí a noviembre.

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