
Según un estudio, durante el primer semestre del año, el 71% de los comercios de Valparaíso y Viña del Mar fueron víctimas de un delito o falta, la cifra más alta registrada.
El diputado Andrés Longton presentó una agenda legislativa integral para combatir el comercio ilegal y el creciente nexo de esta actividad con el crimen organizado. La iniciativa, que impulsa tres proyectos de ley complementarios, surge luego de que una encuesta de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) revelara un preocupante aumento de la delincuencia en el sector.
Según el estudio, durante el primer semestre del año, el 71% de los comercios de Valparaíso y Viña del Mar fueron víctimas de un delito o falta, la cifra más alta registrada. Para Longton, esto demuestra que el fenómeno "dejó de ser un problema de orden público para transformarse en un engranaje clave del crimen organizado".
El primer proyecto, denominado "Fiscalización y orden en espacios públicos", busca empoderar a inspectores y policías para identificar a vendedores ilegales. También establece una prohibición explícita para el comercio ambulante fuera de escuelas, hospitales y cárceles. Además, sanciona a quienes compren productos en el comercio ilegal. "Con este proyecto cortamos la cadena de la ilegalidad desde la oferta y la demanda", explicó el parlamentario.
La segunda iniciativa, "Falsificación y lavado de dinero", busca que los delitos de falsificación sean considerados base para el lavado de activos. De esta manera, el Estado podrá perseguir y confiscar las ganancias ilícitas de las organizaciones criminales. "La falsificación no es un delito menor. Es uno de los mecanismos más utilizados para lavar dinero", afirmó Longton.
Finalmente, el tercer proyecto, "Protección de la salud frente a productos falsificados", convierte los delitos de falsificación en acciones penales públicas, lo que faculta al Ministerio Público a investigar sin depender de una denuncia de la empresa afectada. Además, incorpora una agravante especial si la falsificación pone en riesgo la salud, como en el caso de medicamentos o alimentos. "No es lo mismo falsificar un bolso que adulterar un remedio", concluyó el diputado, destacando la urgencia de proteger a la población.
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