
El anuncio del Gobierno de un proyecto de este tipo en Viña del Mar generó reacciones contrapuestas: mientras se valora el impulso tecnológico, se han advertido los riesgos de emplazar este tipo de infraestructuras en una región con una severa escasez hídrica.
Desde la irrupción de ChatGPT en 2022, la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una tecnología lejana para instalarse en el centro del debate público y productivo, no sólo en Chile, sino en todo el mundo. Aunque las grandes plataformas como OpenAI, Google o Anthropic siguen concentradas en el hemisferio norte, su impacto ya se siente con fuerza en universidades, medios de comunicación, empresas y espacios laborales del país. En este contexto, un anuncio del Gobierno promete potenciar esta labor.
Se trata de la construcción de dos Centros de Supercómputo, uno en la región Metropolitana y otro en la región de Valparaíso, instancia que promete marcar un punto de inflexión para el desarrollo local de esta tecnología, con miras a fortalecer la infraestructura nacional y reducir la brecha en investigación e innovación.
Fue durante su Cuenta Pública a la Nación cuando el Presidente de la República, Gabriel Boric, anunció desde el Congreso Nacional, en Valparaíso, la mayor inversión hecha por el Estado en materia de Supercómputo: US$14 millones (14 mil millones de pesos chilenos) para dos proyectos que permitirán a Chile hacer sus propios desarrollos de IA, uno de los objetivos centrales de la Política Nacional de Inteligencia Artificial.
El Jefe de Estado señaló ante las más altas autoridades este domingo 1 de junio que un país que no invierte en inteligencia artificial está condenado a quedar rezagado en el desarrollo y crecimiento económico en materias de tecnología. De esta manera, anunció que “nuestro país va a contar con dos Centros de Supercómputo especializados en IA, gracias a una inversión pública de US$14 millones impulsada por Corfo y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación".
«Desarrollo y gestión de una infraestructura nacional de Supercómputo especializada en Inteligencia Artificial (IA)» llevó por nombre la convocatoria realizada por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), la cual permitirá al país contar con la capacidad de cómputo necesaria para procesar y analizar grandes volúmenes de datos, desarrollando soluciones innovadoras para sectores estratégicos como minería, agricultura, energía, manufactura y servicios, entre otros.
El primer proyecto adjudicado fue el de la Universidad de Chile, denominado «Laboratorio de Supercómputo para inteligencia artificial SCAI-LAB», que ofrecerá infraestructura con enfoque en entrenamiento intensivo de modelos IA de alta potencia y que operará en el Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento (NLHPC) -actual centro nacional de supercomputación de Chile- y con apoyo de la U. de Tarapacá.
Según el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, en este proyecto participan como asociadas otras 39 universidades públicas y privadas de casi todas las regiones del país, junto con centros de formación técnica, institutos profesionales, fundaciones, centros de estudio y transferencia tecnológica y empresas.
La segunda iniciativa se ubicará en la región de Valparaíso y es de Tecnoera-Servicios Internet Ltda. con su «Centro de Supercómputo e inteligencia artificial aplicada», que ofrecerá infraestructura con enfoque en servicios accesibles y escalables para usuarios en inferencia de modelos IA mediante una plataforma especialmente diseñada para ello. Su foco estará en materias de validación de soluciones, usos colaborativos con sectores productivos, capacitación, y aplicaciones en empresas, gobierno y pymes.
En esta iniciativa, los mandantes son la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y la U. Técnica Federico Santa María (UTFSM), pero también cuenta con asociados como las universidades de Playa Ancha, Valparaíso, La Serena, Duoc-UC y entidades como Águilas Blancas, Innervycs, Artificyan, INRIA Chile, entre otras.
Su operación será desde el data center de Tecnoera en Viña del Mar y contará con la certificación Tier III, que garantiza altos estándares de disponibilidad, seguridad y eficiencia energética. Haciendo una proyección del trabajo que desarrollará este proyecto, al quinto año de operaciones se espera que haya atendido a más de 500 empresas, más de 5 mil personas capacitadas y al menos cinco alianzas concretadas.
Para conocer más detalles acerca de este proyecto que se implementará en Viña del Mar, el seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Rodrigo González, conversó con Puranoticia.cl, explicando que "nuestro compromiso como Gobierno era avanzar y no sólo ser usuarios, sino que productores de esto, que tributa y tiene que ver con la economía de industria en temas de desarrollo tecnológico que hay detrás y que es muy significativo. Y a través de la Estrategia Nacional del Litio se ha definido financiar dos Centros de Supercómputo de alta capacidad para IA".
Pero en concreto, ¿que significan estos dos centros? En primer lugar, se trata de un súpercomputador que procesa un volumen de datos significativo, considerando que los modelos de IA requieren ser entrenados con procesamiento y lectura de datos. Entonces este súpercomputador procesa la información y alimenta al modelo de IA, ya que estos son predictivos y aprenden en función de los datos que uno les entrega.
Lo segundo es todo el ecosistema que se crea en torno al centro porque, en base a los desafíos que tiene tanto la administración pública como el mundo privado, este centro resolverá y aprenderá a resolver tales desafíos con inteligencia artificial. El Seremi de Ciencia y Tecnología lo ejemplificó diciendo que "en la logística de transporte en el puerto de San Antonio, el volumen de carga es superlativo, sumando tráfico de camiones, tráfico de combustibles, emisiones CO2 y los acuerdos. Todo eso son datos, son volúmenes de datos. Entonces, un modelo de IA que pueda alimentar una solución de problemas en el modelo de transporte y logística en el puerto de San Antonio".
Respecto a los beneficios para la región, González precisó que "será líder en inteligencia artificial a nivel latinoamericano y a nivel de nuestro país, porque estos centros no son sólo para la región de Valparaíso, sino que están para resolver problemáticas país, y cuando tú dispones a la región como líder, estás disponiendo un ecosistema que va creando industrias y empresas, y que también genera empleo".
Considerando que su inversión será de 7 millones de dólares, el Seremi expuso que "las inversiones no son lineales y siempre se ramifican en otras cosas. Entonces, cuando se invierten US$ 7 millones en un computador, que crea un ecosistema y éste crea startups y empresas que generan desarrollo tecnológico para el mundo privado y público, se favorece la transferencia tecnológica entre la academia y la industria, y se resuelven problemas de la administración pública, créeme que después esos 7 millones de dólares se transformarán en 14 millones o 20 millones de dólares".
Uno de los grandes problemas que se avizoran en torno a la instalación de este Centro de Supercómputo tiene que ver con la grave crisis hídrica que enfrenta la región de Valparaíso. Y es que el contraste no pasa desapercibido: mientras la infraestructura promete impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial en la región y el país, expertos advierten que este tipo de tecnologías requiere una gran cantidad de recursos energéticos y, especialmente, agua para enfriar los servidores. En una región donde miles de personas aún dependen de camiones aljibe para abastecerse, la decisión despierta dudas sobre sostenibilidad, planificación territorial y justicia ambiental.
Cabe recordar que hace sólo algunas semanas las redes sociales se llenaron de ilustraciones generadas por inteligencia artificial, donde se replicaba el estilo Studio Ghibli. A raíz de aquello, surgió una fuerte preocupación ambiental relacionada justamente al consumo masivo de agua que estas imágenes implican, donde las estimaciones apuntaban a que en menos de una semana se usaron 216 millones de litros de agua para sostener la infraestructura necesaria que permite generar este tipo de contenidos, es decir, el consumo mensual de una pequeña ciudad.
El tema fue abordado por Gustavo Alcántara, académico de la Facultad de Tecnología de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), quien en conversación con Puranoticia.cl explicó que "cuando estos sistemas operan, por ejemplo, para poder computar grandes volúmenes de texto o generar imágenes, para poder mantener estos sistemas lo que se necesita es agua para poder refrigerar estos sistemas computacionales. Por ejemplo, imaginemos que tenemos un sistema electrónico 24/7, los 365 días del año, y empieza a tener una temperatura que debe ser disipada, entonces la tecnología más utilizada en estos centros de supercómputo es agua".
Luego, el académico puso un ejemplo para poder entender mejor el problema: "Si se realizan de 10 a 50 consultas, puede requerir alrededor de 2 litros de agua, lo que implicaría un promedio de 40 a 200 mililitros por consulta. Entonces ese es un dato potente. Hay una noticia que, no recuerdo en qué ciudad fue, pero informaba acerca de una solicitud de implementación de un sistema con una tecnología similar, donde los habitantes del sector decían que no no porque generaría problema de agua".
El problema no es menor para la región de Valparaíso, considerando que se utilizarían grandes cantidades de agua en una zona que ya sufre con la sequía. Por ello, Gustavo Alcántara planteó que "yo hago un llamado a que si se piensa implementar este sistema en la región, que por favor se estime cuál otra tecnología puede usarse como alternativa para no perjudicar con ese consumo de agua. En ese sentido, yo creo que es súper positivo que se implementen tecnologías de clase mundial en Chile, pero también hay que hacer estudios como corresponde, con profundidad y detalle por el impacto en el agua, porque eso es lo que le importa a la gente de aquel sector".
Hacer una medición medioambiental del impacto que genera el desarrollo de inteligencia artificial es difícil, ya que son múltiples las empresas que la están materializando y ramificando sus resultados en un sinfín de sectores. A esto se suma el hecho de que las grandes compañías mundiales no están obligadas a rendir cuentas ni dar información sobre el consumo de energía o de recursos que implica su trabajo. No obstante, hay algunos estudios que entregan algunas luces del tema.
La Asociación de Maquinaria Computacional (ACM) informó a través de una serie de datos que las tecnologías de la información y comunicación (TIC) producían en 2021 entre el 1,8% y el 3,9% de las emisiones mundiales de carbono, cifra que evidentemente ha aumentado exponencialmente los últimos años. Solo en Estados Unidos, los centros de datos suponen el 1,8% del consumo eléctrico del país.
Una estimación de Payal Dhar, publicada en la prestigiosa revista Nature, da cuenta que la huella de carbono de entrenar a un solo gran modelo lingüístico como ChatGPT equivale a unas 300 toneladas de dióxido de carbono emitido, cifra similar a la que podría emitir un ciudadano chileno promedio en 60 años. Además, entrenar un gran modelo de lenguaje natural, como ChatGPT, produce las mismas emisiones de CO2 a la atmósfera que el que generan 125 vuelos de ida y vuelta de Nueva York a Beijing.
En ese sentido, el académico Gustavo Alcántara destacó lo positivo del anuncio del Presidente Boric, diciendo que "estos centros permiten procesar grandes volúmenes de datos en muy poco tiempo y esto será un apoyo fuerte a la investigación, ya que será una herramienta potente para universidades y centros científicos que actualmente no cuentan con esta capacidad computacional, y también hay proyectos que van apareciendo y que requieren más capacidad de cómputo".
Pero también insistió en los aspectos negativos, comentando que "es un buen proyecto, pero el tema del agua es una temática que hay que estudiar a profundidad y los expertos en temas de refrigeración y agua deben hacer los estudios y dar nuevas propuestas porque quizás hay nuevas técnicas y soluciones que permitan poder llevar adelante este proyecto y no requerir esa agua que se está comentando".
Finalmente, el último punto a observar tiene que ver con la gran cantidad de recursos estatales que se utilizarán para desarrollar estos dos proyectos en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, cada uno con un costo de inversión de US$ 7 millones.
Vale hacer presente que el futuro Centro de Supercómputo que se instalará en Viña del Mar será administrado por una corporación en la que participarán todos los entes involucrados, tanto públicos como privados, articulando para ello un directorio que tendrá la misión de poner en marcha el equipo computacional y su ecosistema. Será justamente esta entidad privada sin fines de lucro la que recibirá los recursos para comprar la tecnología, implementarla y generar las instancias de capacitación. La meta impuesta es que antes de fin de año este directorio esté compuesto y funcionando.
Acerca de las críticas por la gran cantidad de recursos que se utilizará en la materia, el seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Rodrigo González, comentó a Puranoticia.cl que "más que el supercomputador, es el ecosistema que está detrás, que es el compromiso de entender de que no podemos ser meros consumidores de IA. Esto avanza rápido y va a avanzar en cualquier espacio. Entonces, si no disponemos de plata, de dinero, de recursos y de infraestructura para esa inteligencia artificial y que nosotros avancemos en paralelo con ella, nos quedamos atrás".
"Las tecnologías son más dinámicas que nuestros tiempos para entender las cosas o sólo ver la coyuntura. Eso nos ha mandatado el Presidente al Ministerio de Ciencia, y por eso va al Fondo de Investigación para Universidades (FIU), que hace un financiamiento estructural a las universidades para hacer ciencia. Entonces nuestra mirada como Ministerio es mirar el panorama un poco más de arriba", concluyó.
Pese a la urgencia de posicionar a Chile en la carrera global por el desarrollo de inteligencia artificial –y a las oportunidades que se abren para la región de Valparaíso–, la instalación de un Centro de Supercómputo en una zona golpeada por la escasez hídrica plantea la necesidad de equilibrar progreso e impacto, desarrollo e infraestructura crítica. En momentos en que el país busca liderar en innovación, también es importante preguntarse cómo y a qué costo se construye ese liderazgo.
PURANOTICIA