
Tras ser formalizado, el gendarme quedó con las medidas cautelares de arraigo nacional, prohibición de acercarse a la víctima e impedido de tomar contacto con internos.
Por el delito de apremios ilegítimos en contra de un interno del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes, un funcionario de Gendarmería de Chile fue formalizado este jueves 10 de julio en el Juzgado de Garantía local.
En ese sentido, quedó con las medidas cautelares de arraigo nacional, prohibición de acercarse a la víctima e impedido de tomar contacto con la población penal.
Las imágenes de las cámaras de televigilancia del establecimiento penal andino mostraron al funcionario agrediendo al recluso con golpes de puño y un bastón retráctil, golpiza que a juicio del Ministerio Público fue "injustificada".
Además, el hecho –registrado el pasado 18 de junio– se intentó encubrir, haciendo un traslado del interno en cuestión hacia una celda de castigo.
Cabe consignar que el mismo funcionario ya fue formalizado el 6 de mayo por otro delito de apremios ilegítimos contra otro recluso de la cárcel de Los Andes.
La seremi de Justicia y Derechos Humanos de Valparaíso, Paula Gutiérrez, comentó que "ante los hechos ocurridos en la unidad penal de Los Andes, que involucraron a un funcionario de Gendarmería, es importante señalar que todo funcionario público tiene la obligación de llevar a cabo la denuncia de hechos que sean constitutivos de delitos, y que tomen conocimiento en el ejercicio de sus funciones".
En ese contexto, la también seremi interina de Seguridad expuso que "Gendarmería de Chile no se encuentra ajena al cumplimiento de esa normativa, que está regulada en el Código Procesal Penal, y por tanto, le corresponderá a los organismos correspondientes, como el Ministerio Público y tribunales de justicia, determinar la responsabilidad que pueda tener alguna persona en la comisión de un delito".
En tanto, desde la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP) respaldaron al efectivo uniformado, diciendo que estas situaciones no son aisladas, que constantemente hay escenarios similares en cárceles del país, donde los gendarmes deben enfrentar denuncias derivadas de procedimiento que forman parte del control operativo que desarrollan en el marco de contextos complejos.
También alertaron por las amenazas que sufre el personal penitenciario, lo que incluye actos intimidatorios que incluso afectan a sus propias familias. De igual forma, revelaron que el clima de violencia en las cárceles complica el cumplimiento de sus funciones, sobre todo cuando no hay respaldo institucional frente a estos hechos.
PURANOTICIA