El cuerpo del cetáceo no tiene heridas o golpes evidentes y hasta el momento no se ha podido establecer la causa de muerte.
Lugareños y visitantes a la playa Las Conchitas de Isla Negra, en El Quisco, comuna costera de la región de Valparaíso, fueron testigos del varamiento de una ballena, sin que hasta ahora se conozca las causas de este fenómeno poco habitual.
Con el correr de los días, el cuerpo del cetáceo comenzó a evidenciar la acción de especies carroñeras, como aves del litoral y algunos peces que aprovecharon de conseguir alimento a costa de este mamífero.
De acuerdo al relato del naturalista e historiador José Luis Brito en El Líder de San Antonio, se trata de un ejemplar hembra juvenil de poco más de 16 metros de longitud, que "no presenta heridas o golpes evidentes".
"Se trata de la especie Balaenopteridae, es decir, un rorcual muy característico por sus surcos gulares. Es una hembra aún juvenil de rorcual común o de aleta, también conocida como ballena fin (Balaenoptera physalus)", comentó Brito.
Explicó que luego de su muerte, el animal "fue carroñeado por dos especies diferentes de tiburones, la tintorera (Prionace glauca) y probablemente el mako o marrajos sardineros", según se aprecia en sus heridas y estado de mutilación.
Una vez muerto, la ballena fue arrastrada por el oleaje a la costa de Isla Negra donde fue descubierta por una mujer que dio aviso al especialista.
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