La actriz se sinceró respecto a su vida junto a su marido, diagnosticado con la enfermedad el año 2014.
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La tarde de este lunes, en vísperas de la conmemoración del “Día Mundial del Alzheimer”, el programa de Canal 13 “Aquí Somos Todos” decidió dedicarle un importante segmento a hablar de la enfermedad, poniendo énfasis en los casos que se han visto afectados por la pandemia.
La conductora del espacio Angélica Castro, conversó con la actriz Paulina Urrutia, quien entregó su testimonio como cuidadora de su marido, Augusto Góngora, quien vive con este diagnóstico desde el año 2014.
“Todos los problemas que tuvieron los adultos mayores con la pandemia, como el aislamiento total, no poder conversar con las personas o caminar menos, afectaron de manera radical. Lo que no pasaba en años, ahora pasó en meses”, comenzó relatando, para luego añadir: “La enfermedad avanzó hacia el lóbulo frontal, entonces tuvo alucinaciones y pérdida de la realidad. No sabíamos qué estaba viviendo”.
“Lo bonito era cuando me reconocía, cuando me toma la mano y me pide ayuda, o me dice ‘te quiero’ y yo le digo que también”, aseguró.
Posteriormente, Urrutia indicó que cuando más extraña a Augusto es en las noches, pues “es el momento en que soy su mujer. Dormimos juntos. Tocarlo, olerlo. Es mi marido. Es mi hombre. Es el momento más pleno”.
Además, los hijos “vienen los días lunes y me relevan para que salga en la noche”, detalló la actriz, momentos en los que aprovecha de ver a sus amigos, su familia. Sin embargo, hubo un día que decidió hacer un panorama en solitario, y fue a un restaurante al que solía ir con su esposo.
“Pasé por un restorán donde íbamos siempre, era nuestro máximo placer, y yo me atreví y entré. Ese momento fue brutal, sentir que no estaba con él… pero como soy actriz y las mesas estaban lejos unas de otras, me puse a conversar con él…”, relató entre lágrimas, donde agregó: “Estuve toda la noche conversando con el Augusto y me di cuenta que en el fondo es un proceso de duelo muy largo, pero donde la persona nunca deja de ser un ser humano”.
“No lo trato como enfermito ni como viejito. Lo trato como mi marido con las dificultades que tiene”, señaló Paulina, sin saber si esto era “bueno o malo”. “En la noche le hablo al oído y le cuento todas las cosas que hicimos en el día (…) él escucha y dice ‘bueno, bueno’ o dice ‘lindo’. Da lo mismo lo que uno le cuente, sino que él el tono lo relaciona con algo (bonito)”, agregó.
Para finalizar, la actriz entregó una poderosa reflexión, donde indicó que “el recuerdo no está en ellos. Uno no tiene que preocuparse por si él te recuerda a ti. Es cómo tú lo recuerdas, cómo tú haces el recuerdo. Y yo no recuerdo al Augusto de antes, recuerdo al del día. Lo que hizo en el día. Lo que hizo por mí en una tarde. Lo que me ayudó y no me ayudó”.
“Nunca fui madre y creo que ahora he sido más madre que nunca siendo su mujer”, concluyó.
PURANOTICIA
