El padre de Pola Álvarez, quien se encuentra internada en el mismo recinto asistencial fuera de riesgo vital, entregó este lunes más detalles del hecho ocasionado por dos personas que se trasladaban en moto.
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Patricio Álvarez, padre de la enfermera apuñalada el domingo tras salir de su turno en la Clínica Cordillera de Las Condes, manifestó que probablemente el ataque se debió a un sicariato.
El padre de Pola Álvarez, quien se encuentra internada en el mismo recinto asistencial fuera de riesgo vital, entregó este lunes más detalles del hecho ocasionado por dos personas que se trasladaban en moto.
En declaraciones al matinal “Contigo en la Mañana” de Chilevisión, Patricio Álvarez señaló que “la historia se remonta a hace un par de meses, donde efectivamente mi hija sufrió amenazas por parte de personal que trabajaba en la clínica”.
Explicó que su hija se encuentra trabajando hace tres años en dicho recinto, pero que los problemas comenzaron cuando ella comenzó a ejercer nuevas atribuciones en el área de Urgencia. “Empezaron con el típico empujón, cuando estaban comiendo en el casino de la clínica le daban vuelta la comida, o estaban en una operación de urgencia y le sacaban la mascarilla de un tirón”, detalló.
“Esta semana, una de las personas que trabajaba con ella, le dijo que no se preocupara, que ella iba a cuidar de sus hijos y eso fue bastante duro para nosotros. Le pedí que hablara con el fiscal de la clínica, con su jefa directa y que hicieran una denuncia, cosa que no hicieron”, indicó.
Respecto al ataque del domingo y lo que pudo hablar con la enfermera, afirmó que “ella se da cuenta de que en el teléfono celular (de los atacantes) estaba su foto. Claramente, la estaban esperando”.
Pola Álvarez recibió 11 apuñaladas en distintas partes de su cuerpo, pero por suerte ninguna de ellas provocó daños vitales, aunque una estocada estuvo a un centímetro del corazón.
“Huele a un sicariato… Aquí no había robo, iban a asesinarla”, argumentó.
El padre informó que la persona que ocupaba anteriormente el cargo que ahora posee su hija debía firmar su finiquito el lunes pasado, pero no asistió y presentó una licencia médica. “Todo indica que por ahí viene la mano”, aseveró.
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