La conmemoración se realizará el domingo y contará con la presencia de autoridades, organizaciones de derechos humanos y artistas invitados.
Con el objetivo de conmemorar el 42 aniversario de la detención de las 15 víctimas de los hornos de cal de Lonquén, este domingo 04 de octubre, a las 11:00 horas, la Corporación Memoria Lonquén y la Agrupación de Familiares de Víctimas de Lonquén, realizarán un acto en el mismo lugar donde fueron encontrados los restos de los campesinos en 1989.
El homenaje, que se denomina "La memoria no sabe de silencios" busca exigir justicia y promover la defensa de los derechos humanos, en recuerdo de los trabajadores agrícolas del sector rural de Isla de Maipo asesinados en 1973, Sergio Maureira Lillo y sus cuatro hijos, Rodolfo, Sergio, Segundo y José Manuel; Enrique Astudillo Álvarez y sus dos hijos, Omar y Ramón; Nelson Hernández Flores y sus hermanos, Carlos y Nibaldo; y los jóvenes Miguel Brant Bustamante, de 22 años de edad al momento de su detención; José Herrera Villegas, de 17 años; Manuel Jesús Navarro Salinas, de 20 años, e Iván Ordoñez Lama, de 17 años.
La conmemoración contará con la presencia de autoridades, organizaciones de derechos humanos y artistas invitados.
EL CASO
El domingo 7 de octubre de 1973, once trabajadores agrícolas fueron detenidos en la comuna de Isla de Maipo, un sector rural ubicado a 40 kilómetros de Santiago, y luego sacados a golpes de sus viviendas y conducidos a la Tenencia de la localidad. Al mediodía, en la plaza del pueblo, otros cuatro jóvenes fueron detenidos bajo la acusación de faltar el respeto a la nueva autoridad. En los días que siguieron a la detención, sus familiares intentaron tener noticias de su paradero sin resultados positivos y sus nombres pasaron a aumentar la profusa lista de desaparecidos de la dictadura cívico militar que encabezó Augusto Pinochet.
Cinco años más tarde, a raíz de una denuncia anónima, sus restos fueron encontrados en los hornos de cal. Las investigaciones posteriores comprobaron que estas personas habían sido asesinadas por agentes policiales, quienes ocultaron sus cuerpos en los antiguos hornos que estuvieron hasta 1989 en el sector.
En 1979 los restos de los 15 campesinos fueron arrojados a la fosa común del cementerio local de Isla de Maipo, sin el conocimiento de sus familiares que esperaban sus restos en una iglesia cercana al Instituto Médico Legal. Con posterioridad, y para evitar las numerosas romerías espontáneas al lugar, personas anónimas destruyeron con dinamita los viejos hornos de cal y arrasaron el terreno con maquinaria pesada.
En junio de 2005 se reabrió el proceso ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, la que luego de designar un Ministro en Visita para esta causa, inició las gestiones que permitieron identificar los restos de las víctimas, con la excepción del joven Manuel Navarro Salinas, los que después de 37 años fueron sepultados en un mausoleo construido en la antigua fosa común del cementerio de Isla de Maipo.
El proceso judicial reabierto permitió también someter a proceso al jefe de la Tenencia de Carabineros en 1973, Lautaro Castro Mendoza, quien además en la actualidad cumple condena en Punta Peuco por los asesinatos de Juan de Dios Salinas y Guillermo Bustamante, fusilados por el mismo oficial sobre el puente de Naltagua. Otros seis carabineros de la dotación de entonces, también enfrentan cargos por secuestro y asesinato calificado en las personas de las quince víctimas de los hornos de Lonquén.
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