3 de los testigos de la Fiscalía de Molina afirmaron este martes que la acusada Rossana Valdés Caro, mujer que descuartizó y cocinó a su ex conviente, no sufre de una patología siquiátrica que la exima de ser enjuiciada por el brutal crimen registrado en 2014.
En la tercera jornada del juicio que comenzó el viernes en el Tribunal Oral Penal de Curicó, uno de estos testigos, la médico psiquiatra Sonia Méndez, afirmó que "la imputada no tiene una patología psiquiátrica. Nada de todas las pericias y exámenes que le realizamos nos llevan a concluir lo contrario".
Los argumentos entregados por la doctora Méndez fueron ratificados por el psiquiatra Sergio Durán y la psicóloga Roxana Solar, todos ellos peritos del Servicio Médico Legal de la ciudad de Temuco, quienes estuvieron a cargo de practicar diversos exámenes a la mujer.
"Se descarta que haya una inimputabilidad, ya que ella actuó durante los hechos y con posterioridad a los hechos con pleno conocimiento de sus facultades tanto del punto cognitivo y ello, por lo tanto, elimina toda posibilidad de que haya actuado sin voluntad o sin capacidad de comprender la ilicitud de sus hechos", afirmó la fiscal jefe de Molina, Mónica Barrientos.
La fiscal Barrientos agregó que las contundentes pericias practicadas sólo confirman que el actuar de la acusada se debe a una pelea por dinero y que el motivó de su actuar está dado luego de que se da cuenta que su pareja, Claudio Muñoz, le sustrajo cerca de cinco millones de pesos, de una suma superior de dinero que mantenía por la venta de un inmueble.
Con la declaración de los tres profesionales prestadas hoy la fiscalía puso fin a sus pruebas y a partir de este miércoles será la defensa de la mujer la que dará inicio a su etapa probatoria.
Según la acusación, el domingo 6 de abril de 2014 en Molina, Rossana Valdés Caro asesinó a su conviviente, Claudio Muñoz Ramírez (43), para luego descuartizarlo y cocinar las partes del cuerpo.
De acuerdo a los antecedentes que se manejan en este caso, la mujer increpó a su conviviente por la desaparición de los cinco millones de pesos que ella tenía guardados, producto de la venta de una casa.
Según la fiscalía, la discusión se tornó violenta y la mujer le disparó al hombre en el tórax, provocándole la muerte. Luego, procedió a descuartizarlo y, como las partes del cuerpo no dejaban de sangar, procedió a cocinar los restos.
Posteriormente, los repartió en bolsas de basura, los subió a su camioneta y estuvo deambulando con los restos por Molina y Talca, pero no logró dar con un lugar adecuado para arrojarlos. Finalmente, el lunes 7 de abril decidió entregarse a Carabineros.
La mujer ha estado en prisión preventiva desde entonces. La Fiscalía de Molina la acusó de parricidio y espera obtener una condena de 15 años de cárcel.
Pn/gm
CL/Aton Chile