Alcaldesa de Providencia declaró en el comienzo del juicio contra su par de Viña del Mar por la acusación por notable abandono de deberes y falta a la probidad presentada por cuatro concejales.
Este lunes 6 de enero, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, llegó hasta las dependencias del Tribunal Electoral Regional (TER) de Valparaíso, ubicado en la Ciudad Puerto, para declarar como testigo en el juicio por la acusación por notable abandono de deberes y falta a la probidad en contra de la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato.
Y aunque ambas son militantes de la UDI y alcaldesas, lo más lógico es que esta afinidad sea la destacada por la ex Ministra del Trabajo y Previsión Social ante el TER. Sin embargo, esto no fue así, ya que la propia jefa comunal de Providencia se encargó de asegurar que "no vengo a defender a la Alcaldesa (Reginato), vengo a decir que ese informe de la Contraloría es una aberración desde el punto de vista contable".
Esta frase resume de manera precisa y concisa lo que fue la declaración de Matthei ante el Tribunal Electoral Regional de Valparaíso, donde basó gran parte de sus respuesta en criticar la metodología aplicada por la Contraloría General de la República -y sus sedes regionales- a la hora de ejecutar auditorías para calcular déficit en los municipios del país.
La ex Diputada y Senadora indicó al respecto que "yo me enteré por la prensa que la Contraloría Regional había sostenido que Viña del Mar tuvo un déficit de $17.000 millones en 2017. Posteriormente, supe por un artículo de El Mercurio que había habido una disputa al interior de la Contraloría porque se habían dado cuenta que cada Contraloría Regional ocupaba una fórmula distinta para medir el déficit de las municipalidades. Producto de esta disputa, el contralor despidió a tres personas encargadas de esta materia. Eso me llamó mucho la atención, y como estuve en la Comisión de Presupuesto durante 21 años en el Congreso y porque además me había tocado participar en una ley que sanciona gravemente a los alcaldes y a los concejales que aprueben presupuesto desfinanciados, decidí investigar".
En ese sentido, explicó que descargó seis informes de la Contraloría: en Viña del Mar, Las Guaitecas, Estación Central, Cerro Navia, Lo Prado y otra más, de la que dijo haber olvidado. "Revisé personalmente si era cierto que se usaban distintas fórmulas. Lo que encontré fue un espanto. En Las Guaitecas se usó como concepto de déficit ingresos percibidos menos gastos pagados. En Estación Central y otro más de la región Metropolitana se usó saldo inicial de caja más ingresos percibidos menos gastos pagados. Ya se ve que es una fórmula distinta".
"En Cerro Navia se usó una tercera fórmula: ingresos percibidos menos gastos devengados, con lo cual se confunde el concepto de percibido y pagado con devengado, que es incomprensible. Y en Viña del Mar se usó ingreso percibido menos gasto devengado menos un ajuste por gasto devengado que hace la propia Contraloría. Entonces me di cuenta que no hay cómo medir el déficit de un municipio porque no está definido en ninguna parte. De hecho, cuatro contralores regionales entendían el déficit municipal de manera total y absolutamente diferentes", agregó Matthei ante el TER.
Junto a explicar que la contabilidad "es algo muy preciso", recordó que se han ido consolidando criterios a nivel internacional, donde "la idea es que si usted mira un balance o estado de resultado de una empresa o municipalidad en Alemania y usted está en Chile, usted entienda exactamente en qué estado está, porque hay una fórmula que todos comparten y dentro de esa fórmula cada partida está absolutamente definida".
Así fue como ejemplicó lo anteriormente expuesto: "Dentro de la partida de ingresos devengados están las "cuentas por cobrar". Una persona tiene un negocio, tiene que pagar una patente y no la paga a tiempo. Está devengado, pero no está percibido. No existe ninguna instrucción precisa de qué acciones usted debe hacer y en qué plazos para cobrarla. No existe ninguna instrucción de en qué minuto usted está obligado a castigar esa cuenta por cobrar y que no ha sido pagada. Hay una ley o decreto ley que lo faculta para castigar después de cinco años en que no le han pagado, pero no hay ninguna norma que lo obligue. Por lo tanto, cada uno ha entendido el déficit municipal a su buen entender".
También aseguró que hizo el cálculo de qué pasaría con este déficit de $17.000 millones en Viña del Mar si se usara el criterio utilizado en otras Contralorías Regionales. "El resultado es tan inverosímil que nuestra Contraloría sería motivo de mofa en cualquier organismo de control de un país serio, porque aplicando los criterios de una de esas Contralorías Regionales, aparecía un superávit para Viña del Mar de $5.000 millones en el mismo año 2017. En otro aparecía un superávit de $500 millones. Entonces, cuando un criterio le da un superávit de $5.000 millones y otro le da un déficit de $17.000 millones, es prueba total y absoluta de que no existe un criterio que a uno le permita decir a ciencia cierta al día de hoy si un municipio tiene o no un superávit porque el criterio no está definido".
Luego, Matthei prosiguió explicando que en mayo de 2019, después del informe de Viña del Mar, Contraloría hizo un intento por definir esta situación, el cual "sería nuevamente motivo de mofa porque pone seis fórmulas distintas y no se casa con ninguna de ellas". Además, sostuvo que "no define las partidas ni el tratamiento de cada partida, dentro de cada una de esas fórmulas". Por esta situación, dijo tajante que "la Contraloría General de la República, en materia de auditoría financiera, no es creíble y, por lo tanto, hasta el día de hoy, nadie puede saber a ciencia cierta si un municipio ha tenido superávit y déficit desde el año 2012 y antes tampoco".
Tras recordar que estuvo involucrada en el artículo 81 que castiga a los alcaldes y concejales por aprobar presupuestos desfinanciados, Matthei sostuvo que "nadie se ha dado el trabajo de definir y de dar instrucciones sobre el tratamiento de las cuentas y sobre la fórmula precisa para calcular el déficit". De hecho, expuso que la fórmula debiera ser "saldo inicial de caja, más ingresos devengados, menos gastos devengados". En el caso de Viña del Mar -agregó- la diferencia entre ingresos devengados e ingresos percibidos el 2017 era de $10.000 millones.
Tras estas duras palabras contra la Contraloría General de la República, vinieron las preguntas de parte de los abogados patrocinantes y las respuestas de Matthei, como testigo de Reginato. Fue en este punto donde corrigió que la nota periodística donde se revelan diferentes mecanismos para calcular los déficit en el ente fiscalizador apareció publicada en La Tercera y no en El Mercurio, como había dicho, para luego reafirmar que "los déficit establecidos pueden resultar distintos según la fórmula aplicada y que en varios casos no estaban apegadas las instrucciones sobre contabilidad de la nación. A raíz de esto fue que el contralor echó a los que le advirtieron de estos errores garrafales".
Consultada acerca de si los $17.000 millones de déficit que ha mencionado Contraloría corresponden al que aparece en el informe número 577, Matthei sostuvo que "efectivamente, en la página 29 aparece la fórmula ingresos percibidos ($84.000 millones) menos obligaciones devengadas ($90.000 millones), menos obligaciones que no fueron devengadas ($12.000 millones) y eso da, según esa fórmula que es una aberración, un déficit presupuestario de $17.500 millones. Pero en esa misma página 29 aparece que los ingresos devengados son $94.000 millones. Si usted usara la fórmula de Las Guaitecas, es decir, de la Contraloría de Aysén, el déficit sería de $400 millones versus $17.000 millones. Si usara la fórmula de Estación Central, con eso hubiera tenido un superávit de más de $4.500 millones. Entonces ¿quién entiende? Esta es una aberración de principio a fin y son todas fórmulas usadas en informes finales de diversas contralorías regionales".
La Alcaldesa de Providencia dijo en otra respuesta que "es tan brutal la ignorancia de la Contraloría General de la República, que uno empieza a entender por qué se han producido desfalcos enormes en distintas instituciones estatales a vista y paciencia de la Contraloría. Y cuando hablo de ignorancia es, por ejemplo, porque no puede ser que en la Contraloría de la región de Valparaíso se compare un ingreso percibido con un gasto devengado. Lo percibido nunca se puede mezclar con lo devengado. ¡Nunca! Si usted quiere ver caja, ve ingresos percibidos, menos gastos pagados. Si usted quiere ver déficit, usted ve ingresos devengados, menos gastos devengados también. No se pueden mezclar ambos conceptos".
Respecto al contralor regional, Víctor Hugo Merino, la jefa comunal sostuvo que "no tiene la más mínima idea de lo que está hablando, pero, además, el contralor nacional es responsable por nunca haber dado instrucciones precisas de cómo tratar cada cuenta y de establecer una fórmula única que permita calcular única y fidedignamente".
A la alcaldesa Matthei también se le pidió aclarar sus dichos respecto a "desfalcos ocurridos a la vista de Contraloría". Frente a ello, le jefa comunal de Providencia explicó que "por ejemplo, el caso de Carabineros ('Pacogate'). Eso cualquier Contraloría mínimamente competente lo hubiese detectado" y precisó que "quiero señalar que déficit es distinto a desfalco, pues desfalco es robo. Déficit es que usted gastó más que lo que tenía, pero puede haber sido porque una ley lo obligó a ello. A lo que me refería es a la extrema incompetencia de la Contraloría en materia de auditorías".
Interrogada acerca de las explicaciones que dio la alcaldesa Virginia Reginato en su resolución número 38 del 19 de octubre de 2018 sobre el déficit consignado por la Contraloría Regional de Valparaíso en su preinforme 577-2018, Matthei dijo enfática que "yo no bajé ese documento. Yo bajé lo que está en la página de la Contraloría. Yo aquí no vengo a defender a la Alcaldesa, vengo a decir que ese informe de la Contraloría es una aberración desde el punto de vista contable. No me acuerdo de la explicación, porque a mí lo que me interesó como ex Ministra del Trabajo es que el Contralor hubiese echado a tres personas que le mostraron un posible error dentro de la Contraloría y por lo tanto, quise saber, si lo que decían esas tres personas echadas era cierto y pude comprobar que era cierto".
Respecto al monto del déficit que Reginato reconoció en su respuesta al preinforme, la ex Ministra del Trabajo manifestó que "da lo mismo lo que ella diga, al no haber una fórmula estandarizada y única. Ella puede entender un déficit; el director de Control estimar otro, con las mismas cifras; y el director de Administración y Finanzas un tercer déficit; y la Contraloría estimar un cuarto déficit distinto. Lo más probable es que en su respuesta, el municipio haya tratado de seguir la lógica implantada por la Contraloría Regional, y como ese criterio es aberrante, si han seguido la lógica de la Contraloría, lo que haya dicho la alcaldesa está errado".
Luego se gestó un momento de tensión, cuando a Matthei le preguntan si sabe qué fórmula o sistema de cálculo del déficit utilizó la alcaldesa Reginato en su respuesta al preinforme de la Contraloría Regional. Al respecto, se negó a responder, ya que aseguró que esta respuesta ya fue entregada. Tras solicitarle al Tribunal que determine cómo proseguir, Evelyn Matthei debió responder a dicha pregunta asegurando que "naturalmente usó la misma fórmula que la Contraloría Regional, porque fue mucho tiempo después que apareció en la prensa que habían distintas fórmulas. En ese momento ella no tenía cómo saberlo".
Por útlimo, se le pidió que diga si sabe qué informó la Alcaldesa de Viña del Mar sobre el saldo inicial de caja y que ella, la testigo, cifró en $5.000 millones. Frente a esto, Matthei concluyó diciendo que "sí, lo sé claramente, eran dineros entregados por el Fondo de la Cultura y por el ahora Ministerio de las Culturas, para reparar dos inmuebles: creo que el palacio Vergara y otro más que puede ser el Teatro Municipal, no recuerdo. Por lo tanto, el saldo disponible de caja eran $14 o $19 millones, pero como debió haberse considerado ingresos devengados, que eran $94.000 millones y no se debió haber hecho ningún ajuste al gasto devengado, aún sin considerar el saldo inicial de caja, tenían un superávit. Informó que $5.000 millones eran fondos de terceros".
PURANOTICIA