Indagatorias tendrán como objetivo establecer si la Alcaldía liderada por Virginia Reginato pagó montos excesivo en contratos ligados a charlas, además de un posible delito de tráfico de influencias al interior de la casa edilicia.
Hace más de un año, el 13 de octubre de 2019, Puranoticia.cl daba cuenta de la existencia de un movimiento cristiano, de nombre «Ciudad de Dios», que tenía "tomado" a la Alcaldía de Viña del Mar, especialmente al denominado núcleo de hierro de la alcaldesa Virginia Reginato.
En el artículo publicado aquel entonces, se daba cuenta del relato de un cantante, compositor y conferencista cristiano, de nacionalidad brasileña, de nombre Marcos Brunet, quien explicaba en una charla en Argentina cómo se vivía la fe en la Municipalidad de la Ciudad Jardín, lo que pudo apreciar a través de exposiciones que él mismo dio.
Bajo este contexto, el conferencista destacó la audiencia que llegaba a oír sus charlas, agregando que "con todo el equipo de la Alcaldía comenzamos a orar y vi un peso de la gloría del señor... estábamos todos tirado en el piso en su despacho y literalmente nos entregó las llaves de la ciudad".
Brunet también dijo de la jefa de gabinete de Reginato, María Angélica Maldonado, que "está llena del espíritu santo, todos los días se despierta a las 4 de la mañana y recibe las instrucciones del señor de lo que tiene que hacer en el día". Sobre la ciudad, el brasileño indica que "Viña del Mar tenía el eslogan de «Ciudad Bella», y el señor les dijo que era como una señal de orgullo y lo cambiaron. Ya no es «Ciudad Bella», sino que ahora es «Viña del Mar, Ciudad de Dios»".
Es justamente bajo esta premisa que se han desarrollado diversos cultos religiosos en la comuna, los cuales se han llevado a cabo en espacios municipales como oficinas, el hotel O'Higgins y la Quinta Vergara, situación que puso en alerta al diputado Andrés Celis (RN), quien acudió a la Contraloría Regional de Valparaíso para que investigue esta situación, considerando que los almuerzos y las actividades se habrían realizado con recursos públicos.
Y es que, en concreto, pidió indagatorias para establecer si la Municipalidad de Viña del Mar pagó montos excesivo en contratos ligados a estas charlas de «Ciudad de Dios», además del posible delito de tráfico de influencias al interior de la casa edilicia que administra Virginia Reginato, en base a los bajos costos cobrados para utilizar estos recintos municipales.
De forma paralela, en octubre de 2019, el parlamentario de Renovación Nacional -además de la concejala Laura Giannici (DC)- ofició al contralor interno, solicitándole indagar la denuncia. Pues bien, la respuesta llegó un año después, la última semana de octubre de 2020, tras una investigación desarrollada por el propio Municipio, donde se logró establecer que efectivamente hubo actividades relacionadas al culto «Ciudad de Dios».
En el marco de esta investigación, la Dirección de Control de la Municipalidad de Viña intercambió palabras con la gerencia del hotel O'Higgins, que en una primera instancia les aseguró que "nunca hemos facilitado o arrendado salones a la agrupación «Ciudad de Dios»", según consta en la respuesta enviada al diputado Celis y a la concejala Giannici, documento al cual Puranoticia.cl tuvo acceso. No obstante, ante la insistencia de la Contraloría Municipal, la empresa hotelera confirmó haber arrendado algunos salones por $1.415.761.
En detalle, el documento firmado por Hugo Espinoza Chacón, director de Control de la Municipalidad de Viña del Mar, indica que entre enero y el 15 de octubre de 2019 se realizaron 34 eventos pagados por la casa edilicia en el hotel O'Higgins y que se presentaron observaciones a actividades de agosto que "aparentemente contaron con cierta influencia de parte de una persona o personas allegadas a la Alcaldía por el bajo costo advertido".
De igual forma, el informe de Contraloría Interna sostiene que "para la observación anterior, es necesario iniciar el correspondiente proceso administrativo, a fin de establecer las responsabilidades pertinentes, aún cuando aparece en primera línea una persona con contrato a honorarios".
Frente a lo expuesto por la Contraloría Municipal, el diputado Andrés Celis señaló que "recurriré a la Contraloría Regional de Valparaíso porque corresponde que la Municipalidad de Viña del Mar dé explicaciones por el informe que recibí de su Departamento de Auditoría, que concluyó que, si bien, el evento «Ciudad de Dios» fue contratado por una persona natural, se trata de alguien muy cercano a la alcaldesa, que trabaja a honorarios en la Municipalidad y habría, eventualmente, ejercido influencias para lograr costos más bajos de las tarifas del hotel para el culto religioso, lo que sin duda resulta alarmante, y se agrava al tratarse de un recinto que pertenece al municipio".
"El Departamento de Auditoría propone iniciar un procedimiento disciplinario, sin embargo, la persona involucrada y quien ejerce como jefa de gabinete de la alcaldesa Reginato (María Angélica Maldonado) está contratada a honorarios, por lo que aquella gestión resultaría improcedente. Por lo anterior, en paralelo a mi presentación en Contraloría, oficié al jefe de esa repartición, a fin de que inicie una auditoría a las contrataciones realizadas al hotel O'higgins por parte de la Municipalidad, pues fueron detectadas otras anomalías", añadió el parlamentario y ex concejal viñamarino.
Por último, Celis expuso que "espero que los antecedentes tengan mérito suficiente para que sea la propia Contraloría la que investigue o, en su caso, audite, para dar transparencia y credibilidad al resultado, pues de comprobarse lo denunciado, estaríamos hablando de la esfera de poder de la Municipalidad de Viña del Mar".
Cabe señalar que a raíz de la investigación solicitada a la Contraloría Municipal, este órgano estableció en su informe que hay distintos gastos "excesivos o cuestionables" en base a otras actividades desarrolladas por la casa edilicia viñamarina: el primer gasto dice relación con el servicio de coctelería y refrigerios que habrían sido contratados para el lanzamiento "muy anticipado" de los Fondos Concursables de 2019, el que habría sido contratado por más de $4 millones y que en marzo de este año aún no era entregado.
También se descubrió que para la Cuenta Pública de la Alcaldía de 2019, se pagaron $7 millones más que en el 2018; pasando de gastar $1.200.000 aproximadamente a casi $9.200.000.
Paralelamente, se alerta del cóctel de prensa del Festival Internacional de la Canción, el cual, según la propia unidad de control, debía haber sido solventado por el concesionario y no por la casa edilicia, por lo que debe ser reembolsado.
PURANOTICIA