Magallanes es la zona más crítica, mostrando una carga de enfermedad de 102 casos nuevos diarios en promedio semanal por cada 100.000 habitantes.
El equipo ICOVID Chile, iniciativa liderada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción, presentó su octavo informe con análisis y datos de las dimensiones propuestas para monitorear la pandemia en el país, con información obtenida hasta el sábado 26 de septiembre, proporcionada a través de un convenio con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Según los datos de este último reporte, a nivel nacional se ve un deterioro en la evolución de la pandemia de COVID-19 en la última semana, con el indicador de transmisión del virus (R) en rojo, lo que sugiere la necesidad de reforzar medidas de control. También se observa un aumento en la carga, es decir, el número de casos nuevos en promedio semanal por cada 100 mil habitantes.
Magallanes es la zona más crítica, mostrando una carga de enfermedad de 102 casos nuevos diarios en promedio semanal por cada 100.000 habitantes. La carga es además probablemente mayor que la detectada, ya que esta región muestra una tasa de positividad de tests PCR muy alta, en torno a 30% promedio en la última semana (la positividad es crítica para valores sobre 10%).
En este sentido, el investigador en salud pública y académico de la Escuela de Gobierno de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Eduardo Undurraga, plantea que Magallanes se mantiene como la región de mayor preocupación a nivel nacional. "Si bien no muestra un aumento estadísticamente significativo de casos respecto de la semana anterior, la región está en rojo desde fines de julio. Magallanes muestra actualmente una muy alta carga de personas infectadas y una alta tasa de positividad durante la última semana. Esta alta positividad sugiere que probablemente hay numerosas personas infectadas en la ciudad de Magallanes que no están siendo detectadas por el sistema de salud, y la situación es más crítica que lo que indican los números".
El informe, por su parte, señala que "preocupa también la epidemia en las regiones de Atacama, Coquimbo y Biobío, que mantienen una alta carga de enfermedad. Y vemos cambios de tendencia preocupantes en La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, que podrían resultar en un aumento de la epidemia en esa zona del país, si no se toman precauciones y refuerzan medidas de control del virus", explican los investigadores en el informe.
En relación a la trazabilidad, los dos indicadores que la componen (consulta temprana y tiempos promedio de laboratorio) muestran a nivel nacional rangos en torno al 50%, algo inferiores a lo observado en el informe anterior. La confirmación temprana, suma de los tiempos de laboratorio y de la consulta temprana, se mantiene en torno al 40%.
Según los investigadores "estas cifras nacionales esconden un amplio rango de variabilidad entre regiones, lo que muestra que aún queda mucho espacio por mejorar. Preocupan especialmente las bajas coberturas en exámenes de laboratorio reportados dentro de un día, inferiores a 20% en Atacama y La Araucanía, así como las bajas proporciones de consulta temprana en Aysén (25%), así como en Tarapacá, Valparaíso y Arica (38%)".
La académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Alejandra Fuentes-García, explica que "la trazabilidad, tanto en términos de consulta temprana como tiempo de examen y laboratorio, se mantiene con proporciones cercanas al 50% a nivel nacional, y con amplios rangos de variabilidad a lo largo del territorio. La proporción de consulta temprana es especialmente baja en Aysén, Tarapacá, Valparaíso y Arica, por lo que son requeridas acciones orientadas a la prevención del contagio, al reconocimiento de síntomas de COVID-19, así como al fomento del conocimiento e información de cómo actuar apenas se inicia alguno de estos síntomas. Las regiones de Atacama y La Araucanía muestran muy bajas coberturas en los tiempos de examen y laboratorio, requiriendo, entonces, ser reforzado el trabajo de los laboratorios locales".
En términos de capacidad hospitalaria, el nuevo informe señala que son preocupantes los casos de Antofagasta, O'Higgins y Biobío, cuyo uso de camas UCI ha estado entre 80% y 90%, manteniendo un indicador de transmisión promedio sobre 1 y una carga sobre 10 casos nuevos por cada 100 mil habitantes. Esto indica que la demanda de camas UCI podría mantenerse o incluso aumentar, lo que implicaría el traslado de pacientes a otras regiones.
Guillermo Cabrera-Vives, académico y director de la Unidad de Ciencia de Datos del Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad de Concepción, señala que "en todas las regiones la transmisión, que muestra el potencial crecimiento de la pandemia, se encuentra en rojo. Esto sugiere que estamos lejos aún de tener la pandemia bajo control. Esto es muy preocupante a nivel nacional dado que algunas regiones tienen un uso de camas UCI sobre 80%".
Además, agregó que "es importante notar que la celebración de fiestas patrias pudo haber generado cambios en el comportamiento de las personas y que esto haya afectado algunos indicadores. Por ejemplo, si muchas personas con síntomas que típicamente hubiesen ido a consultar por COVID-19 esperaron hasta el lunes 21 para asistir. Es importante considerar esto e interpretar con cuidado algunas tendencias emergentes en los datos, como un posible "efecto fiestas patrias". El informe de la próxima semana permitirá corroborar estas tendencias con mayor seguridad".
PURANOTICIA