La persecutora María Isabel Ruiz-Esquide investigará el desvío de 70 millones de pesos destinados a mejorar la atención de consultorios municipales de Valdivia, pero que terminaron financiando un congreso nacional de la Confusam a través del municipio de Paillaco, en Los Ríos.
La causa había sido ingresada a mediados de diciembre de 2015 por el Diputado Bernardo Berger (RN) ante el 7° Juzgado de Garantía de Santiago, y luego trasladada a la ciudad de Los Ríos a fin de agilizar las indagaciones en terreno. Es patrocinada por los abogados Carlos Charme y Bonnie Márquez.
La fiscal Ruiz-Esquide es titulada en la Universidad Diego Portales. Ingresó el año 2003 a la Fiscalía Local de Osorno como fiscal adjunto, y en septiembre de 2005 asumió como fiscal en Puerto Montt.
En 2007 dejó la institución para ejercer como abogada de la empresa AquaChile y se reintegró un año después como abogada asesora de la Fiscalía Regional de Los Lagos. En 2013 se trasladó a la Fiscalía Local de Peñalolén-Macul, dependiente de la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente. En marzo de 2015 fue destinada a la Región de Los Ríos.
A ella le corresponderá conducir las indagatorias para determinar si existen antecedentes suficientes que configuren los delitos de "malversación de caudales públicos" y "fraude al fisco" contemplados en el Artículo 236 del Código Penal, sin perjuicio de otros que pudieran arrojar la acción de la Fiscalía
La acción apunta además contra todos quienes resulten responsables por la triangulación de acciones que dieron pie al desvío de 70 millones de pesos del programa de Apoyo a la Gestión Local en Atención Primaria Municipal, aprobados para la comuna de Valdivia, pero que sin explicación aparente terminaron en las arcas municipales de Paillaco para que ésta a su vez pagara facturas del XI Congreso Gremial de la Confusam que se realizó en Valdivia entre el 6 y el 8 de octubre pasado en el Casino Dreams de esta ciudad..
Según declaraba durante el ingreso de la causa el diputado Berger "debe determinarse si existen ilícitos pues se habría disfrazado el Congreso Nacional de la Confusam poniéndole un nombre de fantasía distinto para allegar los dineros de un programa reservado exclusivamente para el refuerzo de la atención de pacientes de consultorios municipales".
"Pese a que los recursos eran para el municipio de Valdivia según consta en las resoluciones, se le pasaron a la alcaldía de Paillaco al parecer para que ésta hiciera de caja pagadora de los gastos del evento gremial que como da cuenta la propia organización, definía plataformas de lucha laboral y procesos estatutarios internos, todo en un lujoso hotel privado", señalaba Berger en el caso.