Un segundo estudio, respecto al Patrimonio Geológico del geositio Los Maitenes, ubicado en Puchuncaví, concluye que la ampliación de la ruta F-20 "debe someterse a evaluación ambiental", pues presenta "alteración de sitios con valor paleontológico".
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Tres son los estudios que encargaron los vecinos que se verían afectados por la ampliación de la ruta F-20, inciativa concesionada que busca conectar las comunas de Nogales con Puchuncaví. Esto, en el marco de la resistencia que han manifestado las comunidades en torno a la materialización de este proyecto, el cual ya lleva un 30% de avance.
En primer lugar, vale mencionar que el proyecto consiste en la modernización y ampliación de la infraestructura de la concesión -adjudicada por el Ministerio de Obras Públicas a Canopsa- con una longitud de 43 kilómetros, dividida en tres tramos: Ruta F -20 (27 kilómetros), By Pass Puchuncaví (7 kilómetros) y Variante Ventanas (9 kilómetros).
Bajo este contexto, residentes de zonas por donde pasaría esta carretera han expresado su férrea oposición a la iniciativa, pues aseguran que su materialización generará daños auditivos, visuales y medioambientales, además de ir en desmedro de su actual calidad de vida, lo que respaldan en que la obra no cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental.
Por ello, los vecinos se agruparon y financiaron tres estudios para poder demostrar los eventuales daños que el proyecto generaría: el primero dice relación con el impacto auditivo que la ruta F-20 generaría; otro acerca de los efectos sobre el bosque nativo de la zona y; finalmente, uno en relación a la afectación al patrimonio geológico.
Con el objetivo de obtener un exhaustivo análisis respecto de los efectos que podría llegar a tener el proyecto en la vegetación y elementos de flora de alta singularidad del entorno de la ruta F-20, así como de las potenciales afectaciones en caso de concretarse la construcción de la totalidad del proyecto, se ordenó un estudio a la empresa Bosques Ingeniería y Medio Ambiente (BIMA).
El informe comienza indicando que en la actualidad el proyecto se encuentra en fase de construcción en algunas partes de su trazado original, "siendo afectados varios componentes ambientales", entre los que destaca flora endémica del país, además de bosque nativo, como el Belloto del Norte (Beilschmiedia miersii), el Tayú del Norte (Archidasyphyllum excelsum) y el Naranjillo (Citronella mucronata), ubicados principalmente en los sectores de Los Maquis y Quebrada del Tigre.
Vale mencionar que el Tayú del Norte se encuentra actualmente clasificado en categoría de «Conservación En Peligro», el Belloto del Norte está protegido por ser Monumento Natural y clasificado en categoría de «Conservación Vulnerable», mientras que el Naranjillo está clasificada en categoría de «Conservación Vulnerable».
Adicionalmente, a futuro son esperables más intervenciones, lo que el estudio traduce en nuevos efectos como la alteración del hábitat remanente de estas especies.
El estudio de BIMA indica que la evidencia de terreno y el análisis inter-temporal de la imagen de Google Earth, determina que se realizó una intervención no autorizada de Bosque Nativo de Preservación de 0,28 hectáreas., lo que se fundamenta -entre otros hechos- que en abril de 2020 existía vegetación que en noviembre de 2020 se aprecia intervenida.
Cabe señalar que el artículo 19 de la Ley N° 20.283, sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal prohíbe la corta, eliminación, destrucción o descepado de individuos de especies vegetales nativas clasificadas, de conformidad con el Art. 371 de la Ley N° 19.300 y su reglamentos en las categorías "en peligro de extinción", "vulnerable", "raras", "insuficientemente conocidas" o "fuera de peligro", que formen parte de un bosque nativo, como asimismo la alteración de su hábitat.
Excepcionalmente, podrá intervenirse o alterarse el hábitat de los individuos de dichas especies, previa autorización de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), evidenciándose que en este caso no existe Resolución Fundada para la intervención o alteración de hábitat del bosque en cuestión, por lo tanto el estudio asegura que se trata de una intervención "no autorizada".
Tomando en cuenta que el Decreto Supremo N°93/2009 señala que alteración de hábitat es un "cambio en el ambiente de uno o más individuos de una especie vegetal, que puede llevar a su muerte o a que se vea imposibilitado de reproducirse", se desprende la probabilidad de muerte o imposibilidad de reproducirse a la que quedarían expuestos los individuos de Tayú del Norte, Belloto del Norte y Naranjillo que actualmente habitan en esas áreas.
En este punto, el estudio indica que en las 6,11 hectáreas afectas a alteración de hábitat, actualmente habitan 18 ejemplares de Tayú del Norte, 15 de Belloto del Norte y 9 de Naranjillo.
En síntesis, el informe concluye que "se demuestra que, a lo menos, se afecta la permanencia del recurso, se altera la capacidad de regeneración o renovación del recurso o, bien, se alteran las condiciones que hacen posible la presencia y desarrollo de las especies y ecosistemas".
Los vecinos de los territorios por donde pasaría la ruta F-20 encargaron un segundo estudio respecto al patrimonio geológico del sector, el cual fue liderado por la geóloga Patricia Piñones, que tituló como «Informe Técnico del Patrimonio Geológico del Geositio Los Maitenes, comuna de Puchuncaví», el que comienza recordando que el 2007 se descubre un yacimiento de ballenas fósiles en Los Maitenes, lo que deriva en la creación del Museo de Historia Natural de Puchuncaví (MHNP) para velar por su resguardo, conservación y restauración.
También sostiene que los lugares de interés geológico (LIG), o geositios, corresponden a afloramientos o varios afloramientos, que contienen un objeto geólogico de valor para preservar. Además, la Sociedad Geológica de Chile ha reconocido en la comuna de Puchuncaví cinco geositios, entre los cuales destaca el «Yacimiento paleontológico Los Maitenes».
Según consigna la profesional en el documento, el valor principal del geositio «Yacimiento paleontológico Los Maitenes» es escénico, geológico, paleontológico y geomorfológico, donde se puede apreciar a pequeños cañones formados por erosión hídrica (cárcavas) y, entre ellos, se pueden observar los perfiles en que se visualiza la paleoduna en su estrato superior y los sedimentos marinos en su estrato inferior.
En el geositio se han identificado unidades geológicas de origen sedimentario, donde en Los Maitenes destaca la formación Horcón, por la precencia de gran cantidad de restos fósiles correspondientes a vertebrados e invertebrados marinos.
El trabajo de la geóloga Patricia Piñones agrega que la erosión en cárcavas es un problema "difícil de controlar" en las localidades afectadas, pues sostiene que los habitantes de la zona "no tienen la suficiente información" de lo que deben o no deben realizar, convirtiéndose en "víctimas de sus propias acciones" al causar desequilibrios en el terreno.
Vale hacer presente que las cárcavas son zanjas o canales de distintas profundidades, los cuales afectan la superficie mediante un crecimiento tridimensional; es decir, crecen en sentidos lateral, vertical y longitudinalmente. En Los Maitenes, algunas cárcavas son utilizadas como vertederos de basura, lo que implica una serie de efectos ambientales negativos, como contaminación del aire o propagación de plagas peligrosas para la salud, como roedores y mosquitos.
Una amenaza constante a estos sitios es la actividad antropogénica, como el impacto ambiental de las vías terrestres (caminos, carreteras, autopistas, entre otros). En ese sentido, afirma que la ampliación de la ruta F-20, particularmente la variante Ventanas, genera un impacto sobresaliente en las partículas de polución en el aire, por el movimiento de grandes cantidades de material para relleno en algunos casos de las formaciones antes mencionadas. Debido a estas acciones, incluso se han encontrado osamentas humanas en depósitos eólicos antiguos (Paleoduna).
En base a todos los antecedentes expuestos, debido a la vulnerabilidad y mala conservación del geositio «Yacimiento paleontológico Los Maitenes», el informe concluye proponiendo que "el proyecto de ampliación de la ruta F-20 debe someterse a evaluación ambiental, ya que presenta alteración de sitios con valor paleontológico, perteneciente al patrimonio cultural".
PURANOTICIA
