La audiencia está programada para las 11:30 horas en el Juzgado de Garantía de Puerto Varas.
Este viernes serán formalizados José Pérez y Jaime Anguita por el homicidio de la contadora Viviana Haeger, ocurrido a fines de junio de 2010 en Puerto Varas, Región de Los Lagos.
La audiencia programada para las 11:30 horas considera una serie de medidas de seguridad en el entorno del Juzgado de Garantía de Puerto Varas, para evitar cualquier tipo de incidentes.
Previo a la audiencia José Pérez debía concurrir hasta la Fiscalía de Puerto Varas para prestar declaración en el caso, luego de haber entregado inicialmente su testimonio a la Policía de Investigaciones.
EL CASO
De acuerdo a su testimonio, José Heriberto Pérez Mancilla habría llegado temprano y en locomoción colectiva hasta la parcela ubicada en el parque Stocker, a un costado del camino a Ensenada. La víctima lo conocía ya que había realizado distintas reparaciones en la casona. Ese día el carpintero solicitó unas herramientas para ingresar.
El supuesto sicario pasaba por problemas económicos. Su mujer debía someterse a una costosa operación y necesitaba dinero para pagarla. Su jefe, a quien conocía desde hace casi dos décadas, el ingeniero Jaime Anguita, dueño de la constructora Puerto Octay, le habría ofrecido un pago de cinco millones de pesos por eliminar a quien era su esposa.
El matrimonio Anguita Haeger tenía dos hijas. Su único hijo varón vivió solo un par de horas. Ambos habían mantenido relaciones paralelas. Anguita abandonó el hogar durante el primer embarazo de su señora para escapar con un amor de juventud, fue rechazado y volvió. La contadora buscó afecto en un compañero de trabajo, pero la familia era para ella más importante y terminó con esa aventura.
El martes 29 de junio de 2010 Viviana Haeger no concurrió a buscar a sus niñas al Colegio Alemán. Tenía 42 años cuando desapareció y su cuerpo fue encontrado 42 días después en el entretecho de su vivienda. Pérez Mancilla confesó a la PDI que él la asfixió hasta darle muerte y luego la ubicó en ese lugar, una especie de ático al que se ingresaba desde la pieza matrimonial en el segundo piso del inmueble. Luego se dirigió a un centro de llamados y pasadas las 13:00 horas informó que había concretado el trabajo. Anguita dijo que lo llamaron para decirle que habían secuestrado a su esposa y exigían un pago para liberarla, pero que él creyó era una broma.
La cámara filmadora de la contadora y su teléfono celular, que permanecían en poder del calvo carpintero, además de un retrato hablado hecho a partir de la descripción del dueño del centro de llamados que coincide con la apariencia de Pérez, son los elementos que hacen verosímil la confesión del presunto sicario. Información hecha llegar al Ministerio Público por un interno del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Alto Bonito, que compartió la cárcel con el carpintero, permitió a la Brigada de Homicidios de Osorno llegar hasta Pérez.
"Podrán decir que el amor ciega, y más aún el de una hija a un padre, pero yo y sus realmente cercanos sabemos que él es inocente", escribió en Facebook Vivian Anguita, la hija mayor de Viviana Haeger cuando su padre fue detenido por su presunta responsabilidad en el homicidio de su madre.
AGENCIA UNO