La ceniza emitida por el volcán aún sigue presente en la zona. El próximo 29 de julio vecinos y autoridades iniciaran una mesa de trabajo para dar respuesta a las demandas de los damnificados.
Tres meses han pasado desde que el volcán Calbuco, ubicado en la Región de los Lagos, entrara en erupción el pasado 22 de abril, después de cuatro décadas de inactividad.
La impresionante columna de humo que emitió el macizo, situado en el número 3 de Ránking de Peligrosidad de los 90 volcanes activos de Chile, según el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernaageomin), alcanzó los 15 kilómetros de altura.
Sin embargo, pese a la espectacularidad del evento, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, los reiterados pulsos eruptivos y la emisión de cenizas y material piroclástico provocaron graves daños en las viviendas e infraestructuras de la zona, siendo Ensenada y Río Bueno algunas de las localidades más afectadas.
El material expulsado por el volcán Calbuco provocó el desborde del río Chapo y el desprendimiento de un puente de madera que unía la la localidad de Correntoso con el Lago Chapo mediante la ruta V-65, entre otros estragos.
Alrededor de 50 centímetros de ceniza llegaron a cubrir a Ensenada, pueblo situado a los pies del volcán, a orillas del Lago Llanquihue, quedando prácticamente enterrado. Muchos de sus habitantes tuvieron que ser evacuados mientras sus viviendas y los techos de sus negocios cedían ante el peso del material volcánico.
El volcán Calbuco emitió 210 millones de metros cúbicos de ceniza. Ante ello, el Gobierno anunció que ofrecería compensaciones a los agricultores, campesinos y propietarios de locales afectados y comprometió la entrega de $150.000 mensuales, a través del subsidio Acogida Familiar del Ministerio de Desarrollo Social a quienes que debieron abandonar sus hogares.
El pasado 13 de julio, las familias afectadas por la erupción del macizo interrumpieron el tránsito y cortaron la Carretera Austral para exigir al Ejecutivo que de respuesta a las demandas y necesidades que les afectan a más de 70 días de la catástrofe.
Los habitantes de Río Blanco y Lago Chapo exigen el aumento de los bonos, alimentación para los animales, la construcción de puentes y subsidios habitacionales entre otras peticiones.
El próximo lunes 29 de julio se reunirán con las autoridades para iniciar una mesa de trabajo.
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AGENCIA UNO.