Fiscalía de Viña del Mar le imputó el delito de robo con intimidación, por las amenazas ejercidas contra el empresario, pero el tribunal lo cambió a estafa. Fiscalía apeló y la Corte de Apelaciones de Valparaíso definirá de qué delito se trata.
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En prisión preventiva quedó la mujer que inventó un autosecuestro para cobrarle un rescate de $30 millones a su padre, un conocido empresario de la construcción de Viña del Mar. Su cómplice también quedó bajo la misma medida cautelar.
Se trata de María Fernanda Olivares Donoso (38) y Juan Ricardo Michea Ponce, quienes fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar. La fiscalía imputó el delito de robo con intimidación, pero el tribunal lo cambió a estafa.
El fiscal Roberto Depaux apeló a la decisión del juzgado, por estimar que la pareja no intentó simplemente engañar al empresario, sino que a través de llamados telefónicos lo amenazó para entregar el dinero. El delito será definido por la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
De acuerdo a los antecedentes expuestos en la audiencia, María Olivares -de profesión secertaria bilingüe- estaba endeudada por su lujoso estilo de vida y ya no le alcanzaba con la mesada de $600.000 mensuales que daba su padre.
Al departamento de la mujer en Viña del Mar comenzaron a llegar las cobranzas, por lo cual tramó el autosecuestro. Para esto buscó a un cómplice en las redes sociales y contactó a Juan Michea, quien le cobró $13 millones por participar en el hecho.
La semana pasada, el empresario comenzó a recibir fotos de su hija atada y semidesnuda y las llamadas de un desconocido que le exigía el pago de $30 millones o, de lo contrario, mataría a la mujer. El empresario se desesperó, estuvo dispuesto a pagar, pero también acudió a la PDI.
La Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) vio las fotos y notó algo raro. El comisario Erick Muñoz, subjefe de la BIPE, calificó las imágenes como de "ciencia ficción". Luego, se determinó que la pareja había copiado el "secuestro" de internet.
Juan Michea fue detenido en el punto acordado para el pago. Posteriormente, en el computador de la mujer, la policía encontró el "currículum" del cómplice y quedó claro que todo había sido una maquinación de María Fernanda Olivares para obtener dinero.
En las conversaciones telefónicas entre el empresario, el secuestrador y la supuesta víctima, se escucha que la mujer asusta a su padre con que "voy a sufrir una descompensación". Por su parte, el angustiado padre le dice al presunto plagiador que "ella es todo lo que tengo".
Sin embargo, tras aclararse el sorprendete caso, inédito en el país, nadie de la familia de la mujer llegó a la audiencia para acompañarla.
Pn/co
Aton Chile
