Candidato independiente abordó con Puranoticia.cl algunos aspectos un tanto más desconocidos de lo que ha su vida, tanto en su etapa de Oficial de Marina como estos tiempos que vive como candidato a liderar la Municipalidad de la Ciudad Jardín, su ciudad, como la identifica.
Intensos son los días que vive Rodrigo Vattuone Garcés últimamente. A sólo horas de la Elección Municipal 2021, que lo tiene como protagonista en la lucha por la Alcaldía de Viña del Mar, el ex Gobernador Marítimo de Valparaíso se tomó una pausa para conversar con Puranoticia.cl una serie de aspectos que van más allá del candidato a la casa edilicia, olvidando por un momento su rol de competidor, para mostrarse como el padre de familia, ex marino y hombre creyente que es.
Y es que este hombre de 55 años detuvo por un momento el ajetreado presente que vive, entre la campaña, superado su contagio de Covid, haciendo lo que se pueda en medio de la Fase 1 de «Cuarentena» y su escaso tiempo, para revelar aspectos más íntimos de su vida, como los vividos durante su etapa como autoridad marítima de Valparaíso, cargo donde tuvo la misión de liderar rescates de personas, muchas extraídas con vida desde el mar, pero también con la lamentable misión de retirar cuerpos fallecidos, como el recordado caso de Panchita, una menor que fue lanzada al mar, en el sector "La Piedra Feliz".
Junto a ello, el también ex Capitán de Puerto de Valparaíso y de Quintero fue enfático en diferenciarse de la clase política, recordando que no viene de una familia dedicada a la materia, que él da sus primeros pasos en esta área del servicio público y que desde este lugar no tiene ningún referente, pues "no tengo amigos políticos".
Dicho esto, Rodrigo Vattuone defendió a ultranza su independencia en materia partidista, pues aseguró que su visión no es ni de derecha ni de izquierda y adelantó que su eventual trabajo en la Municipalidad de la Ciudad Jardín será con personas de todos los colores y tendencias, cuya única cualidad deben ser las competencias necesarias para ejercer el cargo.
Según él, la política, definida como el “Arte de Gobernar”, no puede estar ideologizada por cuanto deja de ser arte y pasa a ser técnica. Cuando se gobierna para servir a los vecinos, atender sus necesidades para vivir dignamente en comunidad, la política ideologizada queda afuera; el foco es el “Bien Común”
Rodrigo, para comenzar nos gustaría conocer acerca de su infancia. ¿Cuéntenos cómo era de niño? ¿Habían algunos indicios de su liderazgo que manifestaría más adelante?
- Desde inicios de mi infancia fui un niño con alto derroche de energía, muy amistoso y líder innato, movilizado siempre por un fuerte sentimiento de querer colaborar y servir al otro. Así te puedo comentar que participé, en mis años escolares, en los scout, banda de guerra, jefe de grupo curso, participante en el Centro de Alumnos y en el diario del colegio. En esa etapa conocí la Armada, la cual fijé como mi norte para extender este sentimiento de servicio público, lo que hoy se traduce en una conducta altruista, la que moviliza mi vocación de ser Alcalde y llegar a cada persona que tiene el derecho de vivir en un Viña del Mar en forma digna donde se debe priorizar su bienestar y que este sea tangible para los vecinos y quienes nos visiten. que necesita mejorar su bienestar como viñamarino.
Ahora en materia laboral, ¿nos podría hablar acerca de sus principales logros en materia profesional? ¿Cuáles son ellos? ¿Cuáles destacaría?
- Fue muy relevante ser Comandante de Buque, lo fui tres años. Ese contacto cercano con tus subordinados, conocer y sufrir prácticamente en “carne propia” sus necesidades como individuo, te genera esa sensibilidad social que es uno de los más grandes tesoros que te regala la Marina, una capacidad donde “la empatía se hace carne”. También fui Capitán de Puerto en Quintero y Gobernador Marítimo de Valparaíso, estar en contacto con muchas personas, ahora en el ámbito civil, te desarrolla el sentido de interactuar por la vía del acuerdo y el consentimiento. Te aleja del sentido de la orden que debe ser cumplida por tu subordinado; se actúa sobre la base del convencimiento mutuo, llegar a acuerdos, verdaderos y honestos, donde se empeña la palabra y se cumple con ella. Quintero es la capital energética de Chile y Valparaíso es el puerto principal. También fui agregado Naval y de Defensa en el extranjero, aquello fue motivo de mucho orgullo personal, estar dos años en Panamá, la relevancia marítima de ese país y mi trabajo de coordinación con Chile, fue una experiencia de interactuar con distintas culturas, comprender situaciones de variadas magnitudes y complejidades, te da un enfoque desde el punto de vista humanitario; entender culturas distintas es una experiencia maravillosa e interactuar con aquellas genera un enriquecimiento personal inimaginable.. También fui Gobernador Marítimo de Iquique y fue aquel cargo y el de Gobernador Marítimo de Valparaíso, lo marcó mi trayectoria en la Armada.
Y en este aspecto, ¿cuáles fueron sus principales aciertos y errores?
- Es como complejo hablar de errores. Creo que en la carrera uno va ganando experiencia a medida que transcurren los años, pero lo que llevo grabado a fuego, por lejos, es mi relación que tuve con hombres y mujeres de la Marina, porque ser conductor de hombres, liderar, es un valor, es algo muy hermoso, compartir con gentes con principios y valores, como los que tiene la gente que está en la Armada. Los aciertos te enorgullecen los errores te engrandecen en la medida que aprendes de ellos.
¿Recuerda usted alguna ocasión en la que tuvo que vivir una situación difícil en materia profesional?
- Muchas. El rol de autoridad marítima es actuar bajo presión y en situaciones difíciles, situaciones que por lo general no están programadas ni menos avisadas, para lo cual siempre debes estar preparado; aquí la preparación es fundamental y la voluntad férrea para superar lo que sea te depare el destino. Se me viene a la mente los dos terremotos en dos días seguidos en Iquique, además de un tsunami, donde mi puesto de mando fue rodeado por agua. Ver la destrucción del borde costero, del puerto, estando bajo mi conducción, fueron momentos muy duros. Estas situaciones sin duda templan el espíritu del servidor público. Triunfar en estas lides es quedar satisfecho con que entregaste todo por los demás.
¿Y qué hizo usted para poder resolver este problema?
- Lo que siempre he hecho: a través de la conducción, iniciativas, fortaleza, sacar adelante el puerto y ponerlo en ejercicio. Recuperar las caletas. Es un plan, no es algo que se hace en un minuto, pero actuando de manera coordinada con la gente, nos demoramos 48 horas en poner el puerto a disposición y la caleta estuvo en dos semanas.
¿Recuerda alguna otra situación puntual?
Aparte me tocaron rescates de personas, eso te impacta mucho cuando lideras un grupo de tarea y rescatas personas con vida, es algo maravilloso que no puedo describir, salvar vidas es el acto más sublime de entrega cuando para ello arriesgaste tu propia vida. También me tocó rescatar personas fallecidas, dentro de las cuales recuerdo a Panchita, en el sector de la "Piedra Feliz", en Valparaíso, donde un demente lanzó a la niñita al mar, entonces entregarle el cuerpo a los familiares fue algo dramático que quedó grabado en mi mente para toda la vida. Cuando la muerte se interpone en tu misión, al menos llevar el consuelo a los familiares, rescatar sus restos, permite que los cercanos vivan un duelo que sin duda es sanador ante la pena y la desgracia.
Sabemos que usted es un marino y que su profesión tiene mucho que ver con el liderazgo. También sabemos que al finalizar su carrera en la Marina pudo haber iniciado un nuevo oficio o empresa relacionada con ese sector, pero finalmente elige la política y el servicio público. ¿Por qué decide dedicarse a la política?
- Yo tuve ofrecimientos de continuar en la Armada como empleado a contrata. Hay muchas personas que continúan en la institución, desde otros roles. También, como es lógico, muchos me han instado a seguir en el rubro marítimo portuario, en alguna empresa relacionada con el tema que conozco y domino, pero a mí me tocó interactuar como fiscalizador, lo cual éticamente me parecía de incompatibilidad absoluta. Siempre he tenido mi independencia, me gusta tomar mis decisiones y no ser influenciado sin presión de intereses; bajo esa figura fiscalicé a estas empresas, entonces trabajar para ellos no me resultaba correcto ni ético. En el tema político, cuando salgo de la Marina tuve dos caminos: hacer algo propio o ver que mi ciudad, la que yo quiero, estaba pasando por un mal momento, y en vez de criticar, pasé a apoyar. Ahí tomé la decisión.
¿Por qué?
- Yo creo que porque me ha dolido en el alma ver el último tiempo a mi Viña querido en la situación en la que está, por falta transparencia y gestión; segundo, porque tengo condiciones liderazgo para conducir a un equipo más allá de tendencias políticas para un gran desafío. La tarea que viene para Viña es demasiado grande y para eso se necesita liderazgo y yo creo tener esas condiciones.
En la papeleta usted figura como independiente, pero es difícil que un persona sea 100% independiente. Además, todos tenemos una mirada política de la vida, somos más o menos de izquierda o más o menos de derecha. Bajo este contexto, ¿qué posición política tiene y por qué no se inscribió en algún partido político?
- No me inscribí en un partido político por el desprestigio en que se encuentran. No lo hice porque no me gusta la forma en que operan actualmente. No me gustan las divisiones al interior de los partidos políticos y porque me di cuenta que, al conversar con personeros de alto rango, veo que primero están los intereses de los partidos y después el de los viñamarinos. Dicho eso, lo de independiente es algo que he tenido que sostener durante cuatro años y cuesta que la gente entienda porque la gente no me conoce. La clase política nos ha acostumbrado a dividirnos entre derecha e izquierda, siempre dividiendo, cuando lo que debemos hacer es unir. Creo que el Alcalde es una persona que debe dirigir a un grupo, pero en base a un trabajo con personas de uno y otro sector. El alcalde trabaja en una función para los viñamarinos, no para una idea política; debe centrar su energía en beneficio de las personas, y eso no en función de una ideología. Hay gente buena de derecha y de izquierda. Yo trabajaré con un Concejo que va desde el Partido Comunista a la UDI. Entonces, ¿por qué no me permiten ser independiente y me tienen que encasillar? Soy feliz siendo independiente, no le he pedido un peso a nadie y eso me llena de orgullo. Nunca he militado en un partido político, pero siempre he tenido que sortear esto de qué lado me ubico. El único partido político que está detrás mío son los viñamarinos. Un Municipio debe estar orientado a lograr el mayor estándar de comportamiento social y del medio ambiente, observar la transparencia pública, generar una base de responsabilidad para balancear el propósito con el beneficio y que este sea percibido por los vecinos y para ellos construir en la comuna una economía sustentable y más inclusiva.
Es importante conocer cuando los líderes llegan a sus límites, de dónde sacan o cómo obtienen su energía. Queremos conocerlo un poco más, saber cuando surgen los problemas, a quién recurre: ¿Es religioso? ¿Recurre a su madre, a su padre, a sus hermanos? ¿Qué tan importante es en este punto la familia que ha formado?
- La energía, primero, yo creo que la recojo de la gente. Llevar cuatro años e terreno, conociendo a personas, experiencias de vida, de sacrificio, eso me hace muy fuerte y con realidades muy diferentes que las mías. Uno aporta con un granito de arena. Cuando me ha tocado ayudar, créame que me he acostado tranquilo. Eso me llena el alma y me llena el espíritu. También soy una persona de fe, que ha iniciado este camino, donde a veces te tratan de acallar, hay alguien arriba que me dice que siga y todos los días me pasa algo donde se me abre una puerta, y eso creo que el hecho de estar en esto, hay una componente superior. Ahí me apego mucho a la fe cristiana que tengo, para seguir adelante. Respecto de dónde recojo fuerzas, bueno... en el día a día, principalmente de los afectos y cariños de mi madre, de mis hermanos, mi mujer, mis hijas, de mi equipo, de los vecinos y vecinas que me escriben y llaman, de mis amigos de la vida, compañeros de colegio que me alientan y me ofrecen acompañar en este camino.
¿Y en lo personal?
- Ya estando conmigo mismo, recojo energía en mi parcela, la cual alberga un sinfín de elementos que son históricos en mi vida, con los cuales me he construido. Tengo espacios donde me siento, abrazo a mis perros, ahí me conecto y agradezco todo lo de mi día a día.
Cuéntanos un poco acerca de su familia: ¿quienes la integran? Cuando nace su deseo de ser marino, ¿qué le dijeron? Ahora cuando asume una candidatura a la Alcaldía de Viña del Mar, ¿cómo lo tomó su familia?
- Me pasa algo bien curioso. Cuando decidí ser marino, en mi familia no había nadie que fuera de las Fuerzas Armadas. Cuando salgo de cuarto medio en los Padres Franceses, y tenía que decidir mi destino. Ahí me gustó el tema de la Marina, por lo que había visto, porque tenía amigos en la Escuela Naval, porque la veía como institución respetable a nivel nacional. En la política me sucede lo mismo, porque no tengo ningún familiar que hayan ocupado en su vida un cargo político. En eso, creo que desde niño el sentimiento que atraviesa es de servir, de hacer, así que han sido dos desafíos importantes en esta vida.
¿Y el rol de su familia en todo esto?
- Siempre han estado conmigo, siempre con una palabra de aliento, en un mensaje, sintiendo mucho afecto, soy privilegiado de tener una familia con sangre española e italiana, donde me siento muy querido, y ese amor con mi madre, con mis hermanos, mi señora y mis hijas, la verdad es que lo siento profundamente y eso me da mucha fuerza. Mi madre tiene 88 años, somos cinco hermanos, muy unidos. Tengo mi matrimonio, mi señora y mis dos hijas.
Prácticamente todos tenemos un referente o una persona en la cual nos inspiramos. Yo creo que es indudable que como ex marino la figura de Arturo Prat está ahí presente, pero ¿usted tiene algún referente en materia política?
- Sin dudas que Prat es un referente no sólo en lo marítimo, también en lo político, ya que fue un gran abogado y un gran luchador por los derechos de las personas. En lo político no tengo un referente. De partida, no conozco en profundidad a políticos, no estoy vinculado a ninguno de ellos. No tengo ningún amigo político, sólo conocidos, por tanto el tener sólo conocidos, no tengo ninguno como referente.
Queremos ir más allá de lo que ha hecho como candidato, recorriendo desde hace cuatro años la ciudad. ¿Cuéntenos qué significa Viña del Mar para usted? Queremos conocer su vivencia como viñamarino: ¿desde cuándo vive acá? ¿Cómo ha sido formar una familia en esta ciudad? ¿Cuál es su concepto o visión de la ciudad?
- Vivo en Viña hace 30 años. Vive mi madre, mis hermanos. Yo nací en Valparaíso, pero vive hace 30 años en Viña del Mar. Tengo en mi mente la ciudad de antaño, esa ciudad cercana, amigable, de cafés en la calle Valparaíso, de la alegría de los cerros con cantares vecinales, de transitar por el borde costero, de actividades deportivas, con playas encantadoras y la capital turística de verdad de Chile. Y eso dista mucho de lo que ocurre ahora. Y bueno, ahí está el desafío mío, de querer pasarme de la crítica a pasarme al lado de la solución. Es un gran desafío, pero estoy dispuesto a poder hacerlo.
Lo que ocurre en Viña del Mar desde hace algunos años, aunque con algunos matices, se parece un poco al deterioro que tristemente sufrió Valparaíso. En ese sentido, ¿cuál es el diagnóstico que tiene usted acerca de este problema y cómo se hace para no caer aún más en este deterioro?
- Yo creo que primero hay que cambiar el equipo. Creo que tenemos una administración durante 16 años y lo último con un deterioro y estancamiento muy importante, además de un alto cuestionamiento que no le hace bien a Viña. Falta renovación y cambio de forma urgente. Segundo, el que se produzca de la parte municipal un cambio urgente en lo que es la transparencia y gestión, porque de no ser así, pierde credibilidad y también una vinculación mayor con la ciudadanía, porque los viñamarinos están solicitando desde su vereda, cada uno desde los cerros, departamentos, población Vergara, entonces hay que tener un diálogo más cercano, ponerse en los zapatos del empresario, del vecino, del emprendedor, de la persona de campamentos, del adulto mayor y también del personal municipal, que lo ha pasado mal. Se ha perdido la conexión con la gente y yo quiero ponerme en sus zapatos porque desde ahí tu impulsas tus políticas y tu mirada y gestión. Por eso ahora no tengo oficina, porque mi oficina es la calle; por eso no tengo comando, porque mi comando es la calle. Yo voy a ser un alcalde móvil, no quiero estar en una oficina estático, yo quiero estar donde están los problemas. Es fácil estar en la alfombra roja, en un cóctel en la vida social, pero yo no entré a ser alcalde para eso, quiero ser alcalde para ayudar. Me interesan los resultados, yo soy una persona de hacer más que de decir. Yo creo que rompo un poco el paradigma de lo que la gente tiene, sobre todo de la clase política. Yo no soy de divisiones, yo soy de unir a la gente. Juntos llegaremos más lejos.
PURANOTICIA